En aquellos primeros días de marzo, cuando se confirmó el primer contagiado de covid-19 en Colombia, el panorama era de total incertidumbre, pues no se tenía mucha información del virus, ni del manejo, el tratamiento y menos del proceso de recuperación.

No obstante, con el pasar de los días, la esperanza se fue sembrando en el corazón de los colombianos cuando, a pesar de que crecía el número de contagiados, se empezaron a anunciar los primeros recuperados. Hoy son más de 22.000 testigos de que el covid no es invencible, pues batallaron contra él y salieron victoriosos.

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La noticia del primer recuperado en el país se conoció el 16 de marzo. El 3 de abril se notificó el primero en Cali, una mujer 81 años había vencido el Covid.

Y aunque las cifras de contagiados ascendían, también lo hacían las de recuperados. Dentro de estas se encuentra Alexánder, quizás unos de los primeros en contagiarse en el país.

Tiene 25 años. Se contagió de covid y no presentó síntomas de alerta, tan solo una gripa leve. A finales de febrero recuerda que se reunió con unos amigos que acababan de llegar de Italia y España. No imaginó que se infectaría y menos que sería, silenciosamente, transmisor del virus.

Quizá nunca se hubiera enterado de que era positivo para covid de no haber sido por el fallecimiento de la mamá de su madrastra. Doña Magnolia tenía 85 años, presentó fiebre y ahogamiento. Fue trasladada a la clínica y a finales de marzo murió. El virus no le dio una segunda oportunidad de vida, como sí se la dio a Alexander, a su hermano, a su papá y madrastra.

“Nos dijeron que ella había fallecido por covid, pero nosotros no teníamos ni idea, entonces nos hicieron el examen, dimos positivo; pero yo ya estaba en la etapa de recuperación, ahí fue cuando dijeron que había sido el agente que había traído el virus a la casa”, cuenta Alexánder.

Por esto, confiesa “sentí responsabilidad, fue duro; cuando me sentí enfermo, ni siquiera habían registrado el primer caso, por eso no se nos había cruzado de que podía ser covid”, cuenta.

Y es que sin saberlo, Alexánder ya llevaba casi un mes con el virus en su cuerpo. Sin embargo, solo hasta a inicios de abril, cuando le tomaron la prueba de covid, se enteró de que estaba contagiado él y su familia. 

Cumplieron al pie de la letra todos los protocolos. Pasados los 21 días, “llamamos para que nos tomaran la segunda prueba y se demoraron casi dos semanas en volver; los resultados salieron negativos”.

Alexánder y su familia se recuperaron del covid, así se sumaron a la lista de personas que dan esperanza. El virus existe, pero se puede vencer.

Ya ha pasado más de un mes de su recuperación, y Alexánder sigue en cuarentena, pues obedece las recomendaciones: “nos dijeron que debíamos tener precauciones porque no estamos exentos de una segunda contagiada, y como somos asintomáticos, podemos ser agentes de riesgo”.

William es otro joven que hace parte de la lista de recuperados. Este caleño de 23 años estuvo entre los primeros cien confirmados con covid-19 en Colombia.

Contrajo el virus por un tío que a inicios de marzo llegó a la capital del Valle desde Estados Unidos. Se reunieron para la bienvenida y aunque aún no se conocía mucho del virus, dice que tomaron precauciones. A los pocos días su tío empezó a presentar síntomas, le practicaron la prueba de covid y salió positiva. A William y su familia también se la tomaron, él salió positivo.

Por fortuna, el joven presentó síntomas leves, “fue como una gripa, lo único incómodo fue que perdí totalmente el gusto de los alimentos”, asegura.

Por más de un mes estuvo aislado. Con el paso de los días, William no solo se sentía mejor, sino también tranquilo, “no me llené de angustia, aunque tenía incertidumbre porque era un virus nuevo, y en ese momento éramos solo 100 contagiados en Colombia, era miedoso por todo lo que decían, pero estuve tranquilo”, narra el joven, quien confiesa que sí se preocupó por su abuelo de 88 años, quien también se infectó.

“Sabía que a mí me había pasado el virus, pero me tocó esperar que me tomaran la prueba, el 20 de abril me la hicieron y salió negativa”, manifiesta.

William siempre tuvo la convicción que vencería al virus y así fue.

Con esta  misma suerte corrió Hernán, pero su proceso fue muy diferente. Después de estar 10 días en coma y cinco más en UCI, es testigo que el covid es real. Pero aún con comorbilidades lo pudo vencer.

Este hombre de 48 años, quien padece de enfisema pulmonar e hipertensión arterial, no sabe cómo se contagió, probablemente fue en su trabajo en el puerto marítimo de Tumaco.

Hernán fue trasladado a Cali y permaneció 17 días en la clínica. “Me sentía bien y de un momento a otro empezó a caerse la saturación de oxígeno, hasta que un día me dijeron llame a su familia, despídase porque lo vamos a entubar”, cuenta.

Dice que fue duro estar en coma y en UCI “fue una lucha, peleaba incansablemente, era una tormenta, hasta que decido no luchar más y empiezo a hablar con Dios. Creo que las oraciones de mi familia, amigos y conocidos fue lo que me ayudó a salir adelante”.

El 28 de mayo la prueba mostró que había superado el covid. Su salud se fue recuperando, tres días después le dieron de alta. “Hoy puedo ser testimonio de vida, es un milagro de Dios”, afirma con certeza Hernán.

Actualmente, continúa en terapias, pues tiene algunas dificultades, “pero vamos progresando, Dios quiera llegue al 100 % de mi estado de salud”.

Claudia* es otra sobreviviente, pero no sabe cómo se contagió. Una vez llegaba a su casa, cuando terminaba de repartir mercados a población vulnerable, cumplía los protocolos de seguridad; alguno se le tuvo que pasar: el virus ingresó a su cuerpo.

Los síntomas se le manifestaron el 10 abril. Cansancio, fiebre y tos seca fueron los primeros. “Ese día ya me sentía muy mal. Pensé que era normal, porque había terminado una terapia con más de 250 personas de diferentes países, pero en marzo habíamos estado recolectando y repartiendo mercados”, por ello Claudia, quien es terapeuta, sospechó que podía ser covid. Desde ese mismo viernes decidió aislarse y solicitar la prueba. Días después le confirmaron su sospecha: positiva para Covid-19. La noticia le generó miedo, la confrontó, “fueron cinco minutos de choque, pero volví a mi centro rápido”, dice Claudia.

Aunque presentó tres episodios de fiebre alta, dos crisis de ahogo, y unas cuentas más que la hacían recurrir a la respiración profunda, esto no le impidió seguir trabajando con sus terapias.

Incluso le sirvieron, cuando le daban las crisis de ahogo se sentaba en la cama y se decía: “a practicar lo que enseño que eso no es carreta” y respiraba profundo.

Cada día, Claudia ponía la mejor actitud, considera que esta fue una de las claves para salir vencedora, además de “tener el control de los pensamientos y de confiar en Dios, dejé que Él tomará el control”.

Ya lleva más de 30 días recuperada, pero persisten algunos síntomas, “el cuerpo queda con secuelas, no me puedo acostar boca abajo porque me ahogo, me canso muy fácil”, aún así sigue considerando que la pandemia fue un regalo. “Más que una enfermedad para mi fue un regalo porque es ir un poquito más hacia dentro de nosotros mismos, ahí es donde se generan los cambios”.

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Estimado lector, quizás al terminar de leer este artículo esté pensando en las personas que ha perdido, a quienes el covid les arrebató la vida, un familiar, amigo o conocido, o de pronto en usted mismo si está librando la batalla contra el coronavirus, pero ojalá estas cuatro historias lo puedan llenar de esperanza, el virus existe pero su letalidad es baja, piense que ¡hay esperanza. Sí se puede combatir y salir victorioso! Solo cumpla con su deber: Y, sobre todo, mantenga las medidas de autocuidado.