Tras rescatar 100.000 empleos que fueron destruidos a raíz del golpe económico que provocó la cuarentena de cinco meses en Cali, la capital del Valle del Cauca tiene una nueva meta: recuperar otros 90.000 puestos de trabajo, con el fin de reducir el desempleo de un 28 % a un 19 % a finales de este año.

Así lo aseguró Argemiro Cortés, secretario de Desarrollo Económico de Cali, quien aseguró: “Las condiciones para que esto ocurra es que se genere confianza en términos de bioseguridad con la ciudadanía, con los compradores, lo que significa reactivar la demanda, porque ¿de qué nos sirve que el comercio, la oferta, esté operando, pero nadie gaste?”.

El funcionario recordó que el Municipio está en la búsqueda de $1,6 billones para recuperar la capacidad económica de la ciudad, que se ha reducido en un 20 %.

Puede leer: Colegios privados de Cali están listos para iniciar la alternancia académica

Mientras que para acceder al billón de pesos la Alcaldía acudirá al Gobierno Nacional, a través de un préstamo de la banca estatal, los $600.000 restantes serán gestionados mediante deuda pública, por medio de un proyecto de acuerdo que será presentado esta semana al Concejo.

Cortés explicó que buena parte de esos recursos se destinarían a apoyar las mypimes, las más golpeadas durante la pandemia.

Por su parte, el último informe del Observatorio de Políticas Públicas (POLIS), de la Universidad Icesi, advirtió la importancia de la educación y el cierre de la brecha laboral entre estratos altos y bajos.

Durante la pandemia, la informalidad en la ciudad de Cali pasó de un 44 % a un 54 %, lo que se traduce en 1.200.000 personas.

“Si bien es cierto los que más se van a ver afectados son los ciudadanos de estratos 1 y 2, que no cuentan con altos niveles educativos para defenderse en el mercado laboral, tampoco hay que olvidar que a los profesionales les va a costar conseguir un puesto de trabajo en esta nuevo periodo”, advirtió Lina Martínez, directora del Observatorio.

Con base en los datos recogidos por la encuesta CaliBRANDO del 2019, mientras las personas de estratos 1 son contratadas de forma verbal en un 43 %, lo que evidencia unas condiciones laborales menos estables, esto solo ocurre en un 25 % en los ciudadanos de estratos 6.

A esto se suma la precarización de las condiciones laborales que, de acuerdo con el informe, cobra importancia en las situaciones actuales de la economía. Por ejemplo, mientras en promedio los caleños trabajan 52 horas a la semana, los que viven en estratos 5 y 6 apenas laboran cerca de 10 horas.

Respecto al segundo semestre del año pasado, este 2020 tuvo un incremento de 43.000 jóvenes desocupados, es decir, un 16,1 % más, según las proyecciones del DANE.

POLIS también hace un llamado para tomar acciones respecto a los ‘ni-nis’, jóvenes que no estudian ni trabajan, por lo que sugiere implementar ‘cash for training’, es decir, programas que otorgan recursos a estas personas, siempre y cuando cumplan con su proceso educativo.

“Con algunos jóvenes que no tienen recursos para estudiar de forma online o deben salir al mercado laboral para ayudar en el hogar, pese a no tener preparación, el cash for training se convierte en una alternativa muy interesante, que incluso va muy de la mano con el programa ‘Jóvenes en Acción’, que otorga subsidios para la educación técnica o superior”, aseveró Martínez.

Esto es de vital importancia al ser los jóvenes la parte de la población más afectada en Cali por la recesión, con 125.000 de ellos buscando trabajo, según las proyecciones del DANE para el segundo semestre.

A su vez, Edwin Maldonado, director ejecutivo del Comité Intergremial y Empresarial del Valle del Cauca, CIEV, aseguró que hay que diferenciar la reapertura de la verdadera reactivación y crear garantías que permitan que en las empresas haya liquidez y se adapten a la transformación digital, lo que no solo implica otorgar recursos para estas, sino un acompañamiento de la Administración Municipal para que se acoplen a la nueva realidad.

Maldonado destacó: “Más que sectores, las cadenas de valor más valiosas en la región en términos de empleo son las obras de construcción civil, por la fuerte generación de empleo que implica, pero también por conectarse con el tema de servicios y el sector industrial. También está el de vivienda, que se enlaza con la venta de electrodomésticos. Y, por supuesto, todo lo referente a la seguridad alimentaria en el Valle”.