El polvo del Sahara, esa enorme nube de partículas minerales que viaja desde África hasta América, ha vuelto a ser tema de conversación en Colombia. Usuarios en redes sociales han expresado su inquietud por la presencia de este fenómeno en distintas regiones del país, especialmente en la costa norte.
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) emitió un comunicado oficial en el que detalla la situación actual y explica por qué el fenómeno es más común entre los meses de junio y agosto.
El polvo sahariano está compuesto por diminutas partículas que se desprenden del desierto más grande del mundo. Estas son impulsadas por vientos intensos que las arrastran a través del océano Atlántico, llegando hasta zonas como el Caribe, parte de Sudamérica y, en ocasiones, también al interior de Colombia.
Según el Ideam, algunas nubes han sido identificadas recientemente sobre el país, pero con una baja concentración de material particulado, especialmente en el norte. Por esta razón, no se han encendido las alarmas, aunque se mantiene un monitoreo constante.
La teniente coronel Carolina Rueda, jefa de la Oficina de Pronósticos y Alertas del Ideam, explicó que el polvo solo representa un riesgo cuando se presenta en forma de nubes densas y de alta intensidad, algo que no está ocurriendo actualmente. En esos casos, explicó, el fenómeno puede deteriorar significativamente la calidad del aire, especialmente en la región Caribe.
Aunque hoy no hay una nube de polvo que amerite alerta, el Ideam advierte que este tipo de fenómenos tiene la capacidad de afectar otros procesos climáticos. Uno de ellos es la formación de ciclones tropicales, que se encuentra activa hasta el mes de noviembre.
Rueda explicó que, al interactuar con las llamadas ondas del este, el polvo sahariano puede modular o incluso frenar la formación de huracanes. Esta información ha sido respaldada por el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico, de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EE. UU.).
Desde esa entidad se destaca que el polvo transporta aire seco, fuertes vientos y calor, características que pueden actuar como un obstáculo natural para que los ciclones tropicales crezcan en tamaño e intensidad.
En ese sentido, aunque el fenómeno suele estar rodeado de cierto temor o especulación, también puede tener efectos climáticos beneficiosos, al reducir la probabilidad de eventos extremos en el océano.
Por ahora, el Ideam recomienda a la ciudadanía estar atenta a los boletines oficiales y mantener precauciones en caso de presentar síntomas respiratorios, especialmente en personas sensibles como niños, adultos mayores o quienes padecen afecciones pulmonares.