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El sexting permite que la pareja explore y encuentre novedades en el vínculo erótico. También permite fortalecer la complicidad, creatividad y deseo en pareja y posibilita encuentros eróticos a parejas que están a distancia, para que no se apague la llama. | Foto: Pixabay

SEXUALIDAD

Sexting en cuarentena: lo bueno, lo malo y lo riesgoso

Expertos aconsejan cómo lograr que esta práctica, que ha aumentado en época de cuarentena, sea exitosa y segura.

19 de abril de 2020 Por: Susana Serrano Arango, reportera de El País

¿Estoy seguro de que quiero mandar esta foto? Según la psicóloga clínica, Paula Dávila, esta es la principal preguntar que uno debe realizarse antes de comenzar el juego sexual de mensajería erótica, ya que lo que se manda por internet se queda en internet.

En este tiempo de cuarentena algunas parejas tendrán la oportunidad de redescubrir su intimidad, pero otras, por desgracia, tendrán que pasar el aislamiento a distancia, ya que se encuentran recluidos en casas, ciudades o países diferentes.

Sin embargo, gracias a los avances de la tecnología, el erotismo aún es posible a través de audios, imágenes y videos ‘subidos de tono’, con los que se puede buscar excitar a la pareja y de esta forma evitar que la llama se apague.

Pero, antes de empezar, hay que estar seguros de con quién se está jugando. “Es necesario estar seguro del nivel de confianza que se tiene en la pareja y el nivel de madurez que existe, para respetar esa intimidad compartida, teniendo, además, un manejo responsable de la información que se recibe”, explica Dávila.

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Para la psicóloga, este tiempo a distancia y el uso del sexting ayudará a promover, a nivel individual, el autoerotismo y el autoconocimiento, “no solo a nivel físico, también en cuanto a cómo asumo yo el rol dentro de la pareja, y la posibilidad de tomar la iniciativa y lograr niveles de comunicación más profundos y claros con la pareja”.

Además, resulta ser, según Dávila, un “excelente ejercicio que pone a prueba mi nivel de seguridad y me permite cuestionarme, desde el manejo de la desnudez, cómo estoy en cuanto a la aceptación de mi propio cuerpo y el autoconcepto que de él puedo tener”.

No obstante, si en algún momento la persona con la que se está compartiendo el material decide pasar por encima de los consensos a los que se ha llegado y la intimidad que se ha formado y opta por compartirlo, las implicaciones psicológicas son devastadoras.

“Frente a la exposición pública de imágenes o videos íntimos, la persona afectada puede llegar a sentirse humillada o avergonzada, se creará desconfianza en la pareja y muy seguramente la relación se terminará; habrá sentimiento de culpa, aunque uno no sea el culpable directo de la publicación del contenido, arrepentimiento y la autoestima se verá afectada, conllevando, en algunos casos, al aislamiento social, y en casos más extremos, cuando existen situaciones de extorsión o chantaje emocional de por medio, ideas suicidas ”, explica Linda Teresa Orcasita, psicóloga, magíster en familia.

Hay que tener seguridad sobre la persona con la que se está compartiendo el momento, evitar a los desconocidos, no solo por el peligro de la propagación de los videos, sino también por seguridad.

Según la psicóloga sexóloga y terapeuta de pareja, Ana Cristina Mallarino, en internet “también estamos expuestos a dar con personas con patologías, con psicópatas o sociópatas. Hay que tratar de hacerlo con gente conocida, sea una pareja, una expareja, un amigo o una amiga, alguien que esté en la misma tónica de pasar un buen rato, para que no nos ponga en aprietos”.

Finalizado el encuentro, Mallarino recomienda una llamada o una mensajería pos-sexting, para evitar que el otro o la otra se sientan utilizados, como si sólo se les hubiese buscado para ‘pasar el rato’ y luego se les desechara, como también puede ocurrir en un encuentro real.

Por otra parte, aunque las expertas encuentran en el sexting una herramienta ideal para las parejas que están apartadas y quieren tener encuentros eróticos, todas concuerdan con que este tipo de mensajería nunca podrá reemplazar por completo el encuentro sexual, ya que la intimidad física no puede ser reemplazada.

Según Orcasita, el ser humano está mediado por los vínculos que establece a partir de la vivencia del erotismo, en el cuál están incluidos los cinco sentidos, por lo cual el sexting no sería insuficiente para crear un lazo emocional estable en la pareja.

Por otro lado, aunque la psicóloga Dávila reconoce que por medio de la mensajería erótica y la autoestimulación es posible tener orgasmos, un alto nivel de placer y satisfacción y a su vez alcanzar los efectos benéficos que aporta el sexo en general, “se queda corto en cuanto al nivel de intimidad y encuentro que implica el sexo físico”. Para ella “una relación de pareja requiere de encuentros físicos y el sexting debe ser solo un juego para incentivar el erotismo y aumentar el mismo deseo de un encuentro físico, si se trata de parejas estables”.

Por eso el sexting también puede ser usado por parejas que viven juntas, ya que con este material se puede mantener erotizada a la pareja o se puede usar como un juego previo al encuentro sexual, para que la excitación sea mayor: por ejemplo, con un juego de apuestas, donde las ‘fichas’ sean la ropa y a medida que se vaya perdiendo se vayan quitando las prendas. Al final, quien haya perdido todas sus prendas deberá cumplir un deseo sexual del otro.

“El sexting es una alternativa de práctica sexual gratificante, si se sabe usar la imaginación y la creatividad”, comenta Mallarino.

Consejos

Ambiente seguro
Crear un ambiente donde todos se sientan seguros y cómodos. Tiene que haber consenso y aprobación. Imágenes sin rostro.

Un lugar íntimo
Al momento de hacer las fotos, videos o audios, buscar un lugar donde no será sorprendido y procurar no mostrar la cara.

Que no se pierda el estilo
Aunque sea algo virtual, procure arreglarse, ponerse atractivo y presentable para el otro u otra.

Encender la llama despacio
Como en un encuentro real, no desnudarse de inmediato, jugar con la imaginación del otro, para que la excitación vaya en aumento, pero sin mostrar el rostro.

Pasarla bien
Verificar que todos estén disfrutando, que se sientan cómodos y que llegaron al clímax.

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