¿Regresa el populismo?

De nuevo la crisis económica toca las puertas de Argentina. Con ello vuelve a aparecer el fantasma de la ingobernabilidad y la amenaza del populismo que ha empobrecido la nación que en los años cuarenta era considerada la despensa del mundo y la más rica.

La semana que pasó los mercados financieros abrieron con unas cifras alarmantes. El dólar se cambiaba por encima de los 47 pesos, los bancos y las empresas energéticas cayeron más de diez puntos en Wall Street y el riesgo-país, ese sobreprecio que exigen los inversores para prestar dinero, sobrepasaba los mil puntos, el 10% anual. Para entender la magnitud de lo que está pasando basta subrayar que ningún otro país de la región, salvo Venezuela, paga un riesgo por encima de 250.

A esto se suma que las decisiones del gobierno no han podido contener una galopante inflación. Se estima que al finalizar abril los precios volverán a aumentar por encima del 4% y que los combustibles subirán ante la debilidad del peso.

A pesar de las medidas que tomó el presidente Macri, como el acuerdo con varias empresas para mantener estables los precios de 60 productos de primera necesidad, la realidad del mercado sobrepasa sus buenos propósitos. Muchos argentinos han comenzado a dudar de su capacidad para enfrentar una crisis heredada también del despilfarro de la era kichnerista. La popularidad de Macri se va desvaneciendo al mismo ritmo que los ciudadanos pierden poder adquisitivo y aumenta el desempleo.

“El mundo duda porque cree que los argentinos quieren volver atrás y eso le da mucho miedo al mundo. Entonces aumenta el riesgo país y se toman posiciones defensivas. Pero creo que están equivocados y los argentinos no vamos a volver atrás”, expresó Macri, aludiendo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Y aunque la líder del peronismo no ha oficializado su aspiración, en la Casa Rosada se da este hecho por descontando lo que agudiza la tempestad económica y política. La actual senadora actúa como candidata presidencial y los sondeos la sitúan por encima de Macri. Esto ha provocado una gran incertidumbre en los mercados financieros y entre los empresarios del país que no confían en las políticas derrochadoras y asistencialistas de la exmandataria.

Uno de los grandes temores es que se da por seguro que si volviera Cristina Fernández al Gobierno echaría para atrás el acuerdo firmado con el Fondo Monetario Internacional, que entre junio y septiembre pasados prestó 57.000 millones de dólares, y suspendería el pago de la deuda. Ante este posible escenario, el gobierno actual ha recordado que el FMI concedió a Argentina el mayor préstamo de su historia porque confía en las políticas liberales que desarrolla su gobierno.

“Tenemos que mantener la calma”, dijo Macri. Una tranquilidad que no encuentra el ciudadano de a pie, cada vez más empobrecido y que ve cómo su dinero vale menos cuando va a la tienda. El temor es que esta incertidumbre se prolongará en la medida que la señora Fernández de Kirchner continúe empecinada en regresar a la Casa Rosada valiédose del tradicional populismo argentino.


​