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¿Qué pasa con las Megaobras?

3 de noviembre de 2010 Por:

"Las autoridades municipales deben contarle a la ciudad el real estado de los proyectos..."

Luego de grandes debates sobre el proyecto que la Administración Municipal denominó las 21 Megaobras, los caleños acaban de ser sorprendidos con la noticia del aplazamiento en su ejecución, pese a que ya han cancelados $187.000 millones de $869.920 millones que, se afirma, cuestan las obras. Lo que lleva a reclamar que se eviten las disculpas y se le diga a la ciudadanía la verdad de lo que acontece.Hace dos años, el Concejo aprobó por absoluta mayoría el paquete de obras presentado por el alcalde Jorge Iván Ospina para ser financiadas por los propietarios de bienes inmuebles de Cali mediante la contribución de valorización. Y aunque existieron en su momento grandes opositores, lo sorprendente de esa decisión es que fue recibida con beneplácito por muchos sectores de la ciudad. La mejor prueba estuvo en el monto que alcanzaron los pagos por anticipado, señal inequívoca de que la ciudadanía creía en el Gobierno Local y estaba dispuesta a aportar en la transformación de su ciudad.El pasado sábado fueron derribados algunos de los edificios que ocupan el área frente al Centro Administrativo Municipal donde se construirá la Plazoleta de la Caleñidad. Un inicio importante sin duda, que todavía debe superar el escollo de uno de esos bienes que aún no ha sido adquirido por el Municipio. Pero no es el arranque en firme de las obras que fueron aprobadas, y cuyo plazo debió ser ampliado por el Concejo ante el inminente vencimiento de los términos propuestos por el mismo Gobierno Municipal.Hoy puede afirmarse que el apoyo continúa aún firme, pese a las críticas legítimas de quienes no están de acuerdo con las Megaobras. Pero los mismos sectores ahora empiezan a hacer preguntas, inquietos por la continua dilación y por las informaciones confusas sobre lo que está sucediendo. Porque no parece convincente que un programa con gran impacto para la ciudad y su progreso, deba aplazarse hasta cuando culmine la Feria de Cali. Y no es claro que ahora se deba suspender el polémico hundimiento de la Avenida Colombia porque aún no se cumplen a satisfacción los trámites ante la Dirección de Patrimonio del Ministerio de Cultura.Más inquietante es que se dilaten obras como la prolongación de la Avenida Circunvalar porque aún no se negocian 172 predios. Es claro que los contratos ya fueron adjudicados y que los contratistas aguardan a que se les definan las condiciones mínimas para empezar las obras. La pregunta es hasta cuándo deberán esperar, y qué ocurrirá con los sobrecostos que genere la demora. ¿Acaso deberán cargarse a la valorización que están pagando los caleños? Cuando se iniciaba el proyecto, conocedores de los temas públicos recomendaron crear una administración independiente para enfrentar los múltiples y complejos aspectos del proyecto. Hoy, ante la confusión que se presenta, las autoridades municipales deben contarle a la ciudad el real estado de los proyectos. Y comprometerse con los caleños a despejar las dudas que crecen ante lo que parece ser una improvisación. Que no olvide el alcalde Ospina el daño que para la credibilidad de los gobiernos producen los incumplimientos y las verdades a medias.

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