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Política y justicia

Así, lo que se está produciendo es una batalla política entre los dos partidos que tendrá un final previsible. En el fondo está la elección de octubre de 2020, donde Trump se perfila como el candidato Republicano a la reelección y Joe Biden como el del Demócrata.

11 de diciembre de 2019 Por: Vicky Perea García

Sindicado por la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes de dos cargos por delitos y obstrucción a la Justicia, el presidente de los Estados Unidos se apresta a iniciar el ‘impeachment’ o acusación formal por sus actuaciones. Es el gran escándalo que tiene muchas posibilidades de no llegar hasta sus últimas consecuencias.

Será un proceso en el cual la parte jurídica investigará si se produjeron o no los delitos de los cuales se le sindica, se enfrentará a la decisión política que tomen los partidos Demócrata y Republicano. El primero tiene la mayoría absoluta en la Cámara de Representantes, la encargada de investigar y acusar ante el Senado al presidente Donald Trump.

En desarrollo de esas facultades, la Cámara ha realizado audiencias y ha recabado las pruebas sobre la posible presión ejercida por Trump y su abogado personal al presidente de Ucrania para que interviniera en un supuesto intento por acusar de corrupción al más seguro rival demócrata de su candidatura a la reelección, Joe Biden. A cambio, se le entregaría a su país los trescientos noventa y un millones de dólares que estaban retenidos hasta cuando un informante de la comisión de seguridad estadounidense denunció el hecho.

En ese proceso se pidió el testimonio de decenas de funcionarios y exfuncionarios de la Casa Blanca. Unos participaron y aportaron versiones y documentos que confirman las sospechas de irregularidades en la actuación del presidente Trump. Otros se abstuvieron, acatando la orden presidencial que prohibía esas declaraciones, alegando razones de seguridad.

Como consecuencia, la presidenta de la Cámara y el presidente de la Comisión de Acusaciones decidieron presentar dos cargos, uno por cometer delitos al usar las facultades presidenciales para beneficio de Trump en su campaña, y el otro por obstruir la labor de la Justicia. Frente a esos hechos, los representantes republicanos han presentado argumentos en defensa del Presidente y miembro de su partido que no alcanzan a desvirtuar las imputaciones pero sirven para entender que el proceso es político y terminará con una decisión política.

Antes de terminar diciembre se producirá la decisión de la Cámara en pleno, aprobando el ‘impeachment’, ante la mayoría Demócrata. Después, el caso entrará al Senado, donde la mayoría es Republicana por lo cual es de esperar que el Presidente sea absuelto, salvo que se presente una mayoría de las dos terceras partes en su contra.

Así, lo que se está produciendo es una batalla política entre los dos partidos que tendrá un final previsible. En el fondo está la elección de octubre de 2020, donde Trump se perfila como el candidato Republicano a la reelección y Joe Biden como el del Demócrata.

Por eso el afán de terminar con el proceso a la mayor brevedad. Después se verá cuál de los partidos y cuál candidato saldrá más perjudicado o beneficiado por la confrontación que produjo la insólita actuación de Trump frente a Ucrania. Y la Justicia, que debería brillar para encontrar la verdad y castigar si es del caso los delitos, quedará a un lado.

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