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Lo que espera el Valle

Cali y el Valle del Cauca requieren ser prioridad en la agenda del gobierno electo y tienen razones para exigir cumplimiento de obras y acciones que propendan por mejorar la calidad de vida

27 de junio de 2022 Por: Vicky Perea García

Las expectativas del Valle del Cauca, frente al compromiso del presidente electo Gustavo Petro con temas vitales para la región, son altas y fundamentadas. Primero porque el departamento le aportó en segunda vuelta 1.310.236 votos, que representaron casi el 64% de la votación total regional, mientras que en la primera fueron 1.0439.911 votos, correspondientes al 53,34%. Segundo, porque muchas de esas obras que se requieren con urgencia vienen siendo postergadas, a pesar de su importancia, no solo para la región sino para el país.

Empecemos por la terminación de la doble calzada de la vía Buga-Buenaventura, que frente a la presión por los atrasos el gobierno nacional actual abrió su licitación en el mes de marzo y se espera conocer la firma responsable de realizarla, antes de que concluya el actual periodo presidencial. La obra tiene una extensión de 118 kilómetros y se viene construyendo desde hace 12 años. El tramo faltante corresponde a 35 kilómetros. Por dicho corredor transitan diariamente 7900 vehículos y se mueve el 42% de la carga que ingresa y sale de Colombia. De ahí su importancia.

Además de asegurar la culminación de esta importante obra, se espera la realización del proyecto vial Mulaló-Loboguerrero, de 31,8 kilómetros, que cruzaría la cordillera Occidental, iniciando en el corregimiento de Mulaló, Yumbo, pasando por Pavas, en la Cumbre, y finalizando en Loboguerrero, Dagua. Una inversión que se estima en $1,6 billones, que ya cuenta con licencia ambiental, y que también contribuiría a mejorar el transporte hacia el puerto de Buenaventura.

Organizaciones como la Cámara de Comercio de Cali, Invest Pacific, ProPacífico, el Comité Intergremial y Empresarial y la Andi han hecho hincapié sobre estas obras y otros puntos estratégicos para la competitividad región. Para ello elaboraron una agenda con ocho frentes de trabajo que incluyen 45 líneas de acción fundamentales para todo el Suroccidente y su recuperación económica, tras los dos años de pandemia y las consecuencias del paro nacional.

La agenda hace énfasis en las necesidades viales del principal puerto sobre el Pacífico, ya mencionadas, así como el dragado de la bahía, varias veces postergado, y una agenda social para mejorar el acceso y calidad en los servicios de salud, alcantarillado y educación de Buenaventura.

Otro aspecto contemplado por los gremios es el anhelado Tren de Cercanías entre Cali y municipios como Cali, Jamundí, Yumbo, Palmira y Candelaria, que dinamice la movilidad y se conecte con el MÍO, al que también esperan se le dé prioridad, por la difícil situación económica que enfrenta, lo que es un problema estructural de los masivos integrados de toda Colombia.

La descontaminación del río Cauca, que se llevaría a cabo con recursos de regalías, así como una propuesta seria a medio plazo para garantizar la educación de Cali desde primera infancia hasta la universidad, también se mencionan en el documento de los gremios, que cierra con el fortalecimiento del sector productivo, la reducción de costos y la internacionalización. La generación de empleo y, sobre todo, empleo joven, será otro de los retos.

Pero además de las necesidades para mejorar la productividad del Valle del Cauca, la ciudadanía espera que haya un compromiso sostenido con la seguridad de la región, azotada por las disidencias, bandas criminales y delincuencia común, que se evidencian en el alto número homicidios, los delitos de alto impacto callejero y fenómenos crecientes como la extorsión a comerciales en el centro del Valle, los secuestros y los asesinatos por ajustes de cuentas. Entre el 1 de enero y el 26 de junio del presente año, Cali presentó 486 homicidios, el mayor número por ciudad capital.

Cali y el Valle del Cauca requieren ser prioridad en la agenda del gobierno electo y tienen razones para exigir cumplimiento de obras y acciones que propendan por mejorar la calidad de vida de una de las regiones más golpeadas por el paro nacional, que aún avanza en la ruta de recuperación.

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