Las reformas a la Policía

Fortalecer a la Policía Nacional debe ser el objetivo de todas las actuaciones que se están planteando con los cambios. Pero también se requiere la transparencia que la haga confiable, que evite los abusos y responda a las necesidades de la ciudadanía: ese debe ser el propósito de las reformas anunciadas.

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17 de mar de 2021, 11:55 p. m.

Actualizado el 18 de may de 2023, 06:52 a. m.

En medio de la tensión que ha producido la pandemia y de los esfuerzos por superarla, el Gobierno reveló su propuesta de reforma a la Policía Nacional para adecuarla a las realidades del país. Por su importancia y necesidad, ella demanda la atención que merece ante el efecto que puede tener en la resolución de los conflictos.

Aunque su importancia para la seguridad de la Nación demanda una estructura y una disciplina y jerarquización diferentes a cualquier servicio público, es claro que la Policía no es un organismo militar. Por el contrario, esa es la institución más cercana del ciudadano, de su vida diaria y de la solución de los problemas que le causan la delincuencia, los peligros que amenazan la convivencia y las urgencias que a diario producen las realidades nacionales.

De otra parte, y aunque no es y no debe ser un organismo de carácter político, sus actuaciones son objeto de frecuentes debates. Es el caso de los abusos que algunos de sus integrantes cometen o de las actuaciones en las cuales debe apelarse al uso de la fuerza legítima, como ocurre cuando entra en acción el Escuadrón Móvil Antidisturbios, conocido como Esmad.

Todo ello debe sumarse a la importancia vital que tiene para el combate a la delincuencia organizada, el narcotráfico y las conductas criminales que de él se derivan, los grandes enemigos de la tranquilidad y la seguridad de Colombia. A su lado están sus deberes frente a la educación de los ciudadanos en la convivencia, la protección a la niñez y la defensa de los derechos de todos y cada uno de los colombianos.

Para ello están los más de 120.000 integrantes de la Policía Nacional. Ellos deben tener condiciones para cumplir su misión, pero también las aptitudes y conocimientos necesarios para hacerlo con apego a las leyes, sin que ello signifique que no pueda usar la fuerza contra quienes viven del delito o pretenden poner en riesgo la seguridad y la estabilidad del Estado.

El pasado lunes fue presentado el Plan Integral de innovación para la Institución. Según lo expresó el Ministro de Defensa, “Será una Policía más transparente, más eficaz. Una Policía con más tecnología para servir mejor. Una Policía para avanzar sin tregua contra la delincuencia”. Para ello se asumirán cambios que implican aumentar la capacitación en el respeto a los derechos Humanos y a la vez fortalecer las reformas que cursan en el Congreso desde finales del 2020.

Lo de menos será entonces el cambio de los uniformes. Lo importante será siempre el darle los mecanismos necesarios para combatir la delincuencia y las herramientas que les permitan a los policías ser más cercanos al ciudadano, afectado hoy tanto por el crecimiento de los grandes delitos como por la amenaza de la delincuencia común y la falta de soluciones.

Fortalecer a la Policía Nacional debe ser el objetivo de todas las actuaciones que se están planteando con los cambios. Pero también se requiere la transparencia que la haga confiable, que evite los abusos y responda a las necesidades de la ciudadanía: ese debe ser el propósito de las reformas anunciadas.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

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