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La tradición de Popayán

Popayán y su Semana Santa están siempre unidas en el corazón de los colombianos. En esta época de reflexión se reúnen en la capital del Cauca las tradiciones religiosas del país, mientras se reviven cinco siglos de historia y una representación cultural que ahora es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

11 de abril de 2017 Por: Editorial .

Popayán y su Semana Santa están siempre unidas en el corazón de los colombianos. En esta época de reflexión se reúnen en la capital del Cauca las tradiciones religiosas del país, mientras se reviven cinco siglos de historia y una representación cultural que ahora es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Al acompañar a la bien llamada Ciudad Blanca durante la Semana Mayor, se le reconoce la importancia que ella y la región tienen para la Nación. Es también una muestra de solidaridad con un departamento que quiere vivir en paz, lejos de las confrontaciones y espera ser reconocido sobre todo por la belleza de sus paisajes así como por su cultura y tradiciones.

Las procesiones en las que se representan la muerte y resurrección de Jesucristo comenzaron hace 451 años en Popayán. Con ellas, los conquistadores españoles y los misioneros que los acompañaban pretendieron acercarse y evangelizar a los indígenas que poblaban la zona a su llegada. Con los siglos esa tradición importada desde el Viejo Mundo se mantuvo, se arraigó en el corazón de los payaneses y se trasladó al de los colombianos que no pierden la oportunidad de visitar la ciudad cada año, por esta época, para revivir el fervor y la espiritualidad de la Semana Santa.

Hacer parte de estas procesiones es un orgullo que envuelve tanto a los visitantes nacionales y extranjeros como a quienes participan directamente de ellas. Ser carguero y llevar en andas las imágenes religiosas, que llegan a pesar hasta media tonelada, es un honor que además se hereda a los hijos, por lo que pasa de generación en generación. Así también lo sienten las jóvenes sahumadoras, que esperan por una única vez en su vida y antes de los 21 años de edad, abrir el camino de cada paso, esparciendo ese olor a incienso, tan característico en esta Semana Mayor.

En estos días que invitan a la reflexión y en los que miles de fieles se reúnen en Popayán para disfrutar de los recorridos religiosos, hacen su aparición la esperanza y la fe. Esperanza en que la tranquilidad, el perdón y la reconciliación llegarán en un futuro cercano a cada rincón del Cauca y de Colombia. Fe en que será posible recuperar la paz y la confianza para la Nación.

Nada cambiará eso. Ni las intenciones de quienes han querido imponer su ley en el Cauca, adueñarse de su territorio en beneficio propio o amedrentar a sus pobladores han logrado ponerle fin a la tradición de la Semana Santa en Popayán. Ahí están como evidencia miles de personas que llegan cada año a acompañar a la ciudad en esta época que tiene un significado especial de amor, vida y renovación para los creyentes cristianos.

Popayán abre de nuevo sus puertas para recibir con muestras de afecto a fieles y turistas, colombianos y extranjeros, que quieran disfrutar de la cultura, la historia y las costumbres religiosas de una ciudad que mantiene inquebrantable su fe. Visitar la capital del Cauca en esta época para disfrutar de sus procesiones majestuosas, de la belleza de sus paisajes, de su gastronomía y de la hospitalidad de su gente es reconocer que Colombia está orgullosa de ellos y siempre se mantendrá a su lado.

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