El llamado de la ONU

Con ocasión de la 76 Asamblea General de las Naciones Unidas, el mundo está presenciando el acostumbrado desfile de los presidentes y jefes de gobierno que cada año asisten a la sede de Nueva York para presentar sus puntos de vista. Es el multilateralismo reflejado en una institución creada para propiciar la paz y el desarrollo, la disminución de las desigualdades y la toma de decisiones que permitan la preservación de la especie humana.

De todo se oye en esta época en la denominada capital del mundo. Desde los llamados a la unidad y el compromiso de proteger la democracia del presidente de los Estados Unidos, hasta la oferta de China de suspender el apoyo de la generación de energía a partir del carbón, en el 2060. Desde las palabras del presidente de Colombia sobre el proceso de paz en nuestro país, el impacto y la soledad en la lucha contra el narcotráfico o la inequidad que existe en el planeta en la distribución de la vacuna contra el Covid-19, hasta las palabras desafiantes del mandatario del Brasil quien afirma que tiene la cura a la pandemia y declara a su país como el líder de la derrota del comunismo.

Todo eso se ha oído y en estos días se escucharán muchas más cosas, provenientes de gobernantes elegidos por la voluntad popular y respetuosos de la democracia o de dictadores y representantes de regímenes de facto que se declaran defensores de las libertades mientras persiguen los derechos humanos de sus pueblos. O las voces de aquellos que claman contra las abismales diferencias entre los países del llamado primer mundo que tienen hasta siete veces las vacunas que requieren y los que atraviesan las peores circunstancias de pobreza y dificultades, agravadas ahora al extremo por la pandemia, la asfixia de la deuda y la falta de recursos para adquirir las vacunas que protejan a sus naciones.

En medio del panorama que describen los gobernantes en Nueva York, se destacó el discurso del secretario general de la ONU, Antonio Guterres. Allí se mostró el panorama sombrío descrito por quien es el líder de la organización multilateral más grande de la tierra, en la cual fue constante su alarma por las crisis que afectan a la humanidad y la ponen en riesgo: la pandemia y su desigual respuesta, la inequidad que aumenta la miseria en el planeta y no permite encontrar maneras para detenerla, la amenaza creciente contra el medio ambiente y los problemas que estallan en todas partes por el desconocimiento de los Derechos Humanos, la discriminación de géneros y la falta de respuestas para las diferentes y crecientes crisis que amenazan a la especie y al planeta.

El discurso del Secretario Guterres también llamó a la unión y al fortalecimiento del multilateralismo representado por la ONU, como herramienta para superar las amenazas que él describió en treinta minutos, sembrando grandes preocupaciones en quien lo escuche: “La solidaridad está ausente, justo cuando más la necesitamos”. (…) “Estoy aquí para hacer sonar la alarma. Nuestro mundo nunca ha estado más amenazado. O más dividido. Nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestra vida”.