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El eje europeo

25 de octubre de 2010 Por:

Los franceses quieren dar ejemplo a toda Europa...

Tras varios meses de protestas, luego de la aprobación en la Cámara de la ley que aumenta la edad de jubilación hasta los 62 años, Francia se acerca a su discusión definitiva en el Senado, en medio de la conmoción y el rechazo del pueblo.Para el Gobierno, esta sesión es definitiva, pues la reforma del sistema de pensiones está en el centro del programa económico de Sarkozy. Casi es un axioma que si se cae la Ley de Pensiones se cae el gobierno. Y esto parece saberlo la sociedad francesa.Es claro que la ciudadanía no quiere que las conquistas logradas durante el Estado de Bienestar instaurado en Francia y otros países de la Unión Europea, lleguen a su fin. Pero también es cierto que, luego de la crisis financiera internacional, los recursos son escasos y no hay posibilidad de garantizar todas las prestaciones a futuro sin reformas sustanciales que implican una reducción para los trabajadores franceses.Pero ellos no están dispuestos a aceptar esta realidad. Proponen que lo recortes se hagan en otras áreas, como los gastos de defensa y la participación del país en lo que llaman “guerras imperiales”. También en las ayudas al capital financiero, que han sido cuantiosas y concertadas con otras naciones como Alemania. Pero Francia no es Alemania y, pese al pedido de Sarkozy, según el cual “la reforma es esencial y Francia está comprometida con ella y seguirá adelante tal como lo hicieron nuestros socios alemanes”. La verdad es que la juventud francesa se decidió por no seguir el ejemplo de Alemania que, históricamente hablando, es considerado como contrario al espíritu revolucionario francés.En las últimas manifestaciones los estudiantes universitarios se han ligado a los trabajadores en las protestas, recordando el espíritu del año 1968, que dio inicio a una gran transformación de la vida en el mundo. Aunque no sea igual, lo cierto es que esta alianza ha radicalizado al movimiento sindical y, en el momento, la idea no es tanto detener la reforma pensional, como salir del gobierno de Sarkozy.¿Después? Ya se verá. Por ahora de lo que se trata es de dar una lección. Recordarle al hijo de inmigrantes que debe ser más tolerante con los que buscan una segunda oportunidad sobre la tierra y evitar que la capacidad de consumo de los franceses se reduzca, porque con ello perdería toda la economía.Pero hay más. Los franceses quieren dar ejemplo a toda Europa. Quieren mostrar que el conformismo alemán no es bueno, ni corresponde con los ideales solidarios y prósperos de los europeos. Para los franceses Alemania siempre ha contemporizado con la reacción y el atraso. Comete un grave error Sarkozy al ponerla como ejemplo. El 70% de los franceses está de acuerdo con las protestas generalizadas, pero nadie sabe ni propone soluciones serias para evitar el frenazo al gasto generado por años de prosperidad. ¿Qué pasará? Nadie lo sabe, pero lo que suceda en Francia incidirá decisivamente en toda Europa, como ha sido la constante histórica. El espíritu de la Revolución Francesa y de Mayo del 68 siguen vivos en el ciudadano que nació con la proclama “Libertad. Igualdad. Fraternidad”.

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