El año de la sorpresa
Así, el Covid-19, sus consecuencias, el miedo y la incertidumbre que causó en todo el mundo, fueron los grandes protagonistas de la actualidad mundial en este 2020 para olvidar. Una amenaza que aún no termina, aunque ya se haya encontrado lo que parece la respuesta definitiva a su capacidad de daño nunca imaginada
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27 de dic de 2020, 11:55 p. m.
Actualizado el 24 de may de 2023, 12:47 a. m.
El 2020 arrancó en medio de la normalidad, aunque ya se sospechaba que algo muy grave estaba ocurriendo en China con un virus que en principio parecía algo local. Su fulminante expansión por casi todo el planeta, los letales resultados y los esfuerzos por contenerlo, marcaron la pauta, desplazando incluso el interés sobre los conflictos y los hechos de una comunidad internacional entre asombrada y atemorizada.
Fue en Wuhan, una enorme ciudad de once millones de habitantes en el centro de China donde apareció lo que se denominó el Sars-CoV2 por la Organización Mundial de la Salud. Un coronavirus extraño, surgido de lo que se adjudicó al consumo de especies salvajes que se comercializan en uno de sus mercados, y que al parecer empezó a hacer estragos en noviembre del 2019.
Varios meses duró el virus contagiando a los habitantes de Wuhan y expandiéndose de manera veloz por China, debido a la resistencia de su rígido sistema de gobierno y luego al silencio que lo caracteriza. Después se desplazó por los sistemas de transporte hacia Europa, América y todos los confines de la tierra, sin que fuera posible encontrar la manera de coordinar la solución mundial contra un enemigo invisible y misterioso que se expandía sin posibilidades de control.
La respuesta fue una mezcla de miedo y escepticismo, acompañada de una de las medidas más desesperadas de los últimos setenta años: el aislamiento social abrupto, como en las épocas de la edad media, para tratar de defender a las sociedades de lo desconocido. Con variedad enorme de resultados y un gran impacto en la economía global, el mundo, en especial Occidente, ha registrado una larga lista de contagios y muertes que superan las 1,7 millones de vidas humanas liquidadas por el mal desconocido.
Incluso asuntos tan complejos para la comunidad internacional como las elecciones en los Estados Unidos, el comportamiento desafiante de su presidente Donald Trump y su derrota, la conflictividad en Irán por su manejo de la energía nuclear con propósitos bélicos o los terribles efectos en el ecosistema producto del cambio climático, fueron desplazados por la atención que acaparó el Covid-19. Durante varios meses y con mayor o menor intensidad, las economías, las actividades comerciales, los vuelos y casi que la vida familiar fueron cerrados para tratar de detener el contagio que se produce entre seres humanos.
Trece meses después y gracias a un gran esfuerzo de los científicos, se produjo la vacuna en tiempo récord, ya se tiene una posible respuesta contra el coronavirus, la cual se está aplicando en varias partes del planeta. Sin embargo, es claro que son esfuerzos aislados, donde imperan el poder del dinero y las decisiones políticas, lo cual hace temer que esa solución no llegue a todo el planeta.
Así, el Covid-19, sus consecuencias, el miedo y la incertidumbre que causó en todo el mundo, fueron los grandes protagonistas de la actualidad mundial en este 2020 para olvidar. Una amenaza que aún no termina, aunque ya se haya encontrado lo que parece la respuesta definitiva a su capacidad de daño nunca imaginada.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.
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