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Contra la incertidumbre

El discurso del señor Petro dejó también varias inquietudes sobre lo que será su posición como gobernante frente a los demás poderes públicos y organismos de control.

20 de junio de 2022 Por: Editorial .

Terminada la elección en la cual obtuvo el triunfo, el presidente electo pronunció su discurso con el cual empezó a describir lo que será su gobierno y las decisiones que tomará para reencausar el rumbo del Estado. Llegó el momento para fijar las pautas que les den claridad a los colombianos sobre lo que será el derrotero a seguir y las decisiones y transformaciones que podrán esperar de Gustavo Petro.

Debe reconocerse, en primer lugar, que la elección produjo un triunfo que parece inobjetable al candidato del Pacto Histórico, con 11,3 millones de votos. Pero también debe reconocerse que su contrincante obtuvo 10,75 millones de sufragios, lo que muestra la división casi de por mitad de los electores y deja un mensaje inocultable que debe ser interpretado por el nuevo mandatario.

El mensaje es la necesidad de procurar la unión nacional alrededor de propósitos comunes, sin que ello implique que el presidente electo renuncie a su ideología o a las propuestas de cambio que le hicieron merecedor del favor de quienes lo eligieron. Pero debe tener presente que la otra mitad del país aguarda que se gobierne para toda la Nación, generándose el debate democrático y evitando que su llegada signifique divisiones perjudiciales para toda la sociedad.

En ese sentido, lo que se espera son los mensajes que den claridad, que superen la controversia electoral y se centren en el bien común a todos los colombianos. Es la manera de despejar la incertidumbre que se expresa en no pocos sectores de la sociedad, de la economía y de las relaciones internacionales, donde la elección de Petro ha causado explicables reacciones.

Por ello, es el momento para que el presidente electo explique con nitidez lo que va a ser la dirección de la economía nacional con algo más que la expresión de un compromiso con el capitalismo. Ante todo, debe recordar que antes de eso, lo que debe quedar claro es lo que va a suceder con la libertad de empresa como filosofía que ha guiado a Colombia por siglos, y en particular, qué acontecerá con la industria petrolera, hoy día pilar fundamental del desarrollo económico y de las finanzas públicas que a su vez dan confianza en nuestro país.

El discurso del señor Petro dejó también varias inquietudes sobre lo que será su posición como gobernante frente a los demás poderes públicos y organismos de control. Al reclamar o sugerir la liberación de quienes fueron investigados, procesados y capturados por la Fiscalía como autores de los desórdenes y el vandalismo de hace un año, así como pedirle a la Procuraduría la supresión de medidas cautelares contra funcionarios suspendidos por intervención en política y en favor de su causa, lo que se asoma es su intención de actuar desconociendo las instituciones creadas por la Constitución Nacional para garantizar el equilibrio del Estado.

Son muchos los aspectos enunciados por el señor Petro en la alocución con la cual celebró su triunfo. Aunque está en su derecho de expresar lo que piensa y de congraciarse con sus electores, no está de más pedirle que despeje la incertidumbre que hoy expresa gran parte de la Nación.

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