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¡CAMPEÓN!

El Tour no es cualquier competencia. Quienes conocen el deporte lo califican como el evento más importante del ciclismo y lo comparan con las más encumbradas del deporte mundial.

28 de julio de 2019 Por: Editorial .

Egan Bernal, un joven de 22 años nacido en Bogotá y criado en Zipaquirá, superó a 176 competidores y se coronó ayer como el campeón del Tour de Francia. Para un país donde el ciclismo es una pasión, su triunfo es la demostración de lo que son capaces nuestros deportistas.

El Tour no es cualquier competencia. Quienes conocen el deporte lo califican como el evento más importante del ciclismo y lo comparan con las más encumbradas del deporte mundial. Además, es quizás la disciplina más exigente y más sacrificada de cuantas existen en el orbe, al tener que recorrer tres mil quinientos kilómetros en bicicleta en modalidades que van desde etapas de doscientos treinta kilómetros hasta subir a alturas que superan los dos mil seiscientos metros y rodar en carreras contra el reloj a más de sesenta kilómetros por hora.

En esa vuelta se reunen los mejores del planeta. Luego de muchos años de intentarlo, nuestros ciclistas se convirtieron en protagonistas de primer orden y pusieron el nombre de Colombia en boca de todo el mundo. Al igual que el triunfo de nuestros tenistas en Wimbledon, de las atletas colombianas en las competencias olímpicas y mundiales, de los ciclistas, de los patinadores, de todos los que triunfan en el concierto internacional con su sacrificio, ellos le han dado brillo a una Nación que se esfuerza en progresar, en superar sus dificultades y en prosperar sin descanso.

Antes del hoy campeón del Tour estuvieron los miles de ciclistas que desde hace más de sesenta años empezaron a abrir la senda que hoy llega a su punto más alto. Por las carreteras de entonces y contra las dificultades que planta nuestra geografía, ellos abrieron un espacio en el corazón de los colombianos, ganándose la admiración, el cariño y el apoyo de todos.

Luego llegaron los progresos y cuando fueron a Europa anticiparon que podían triunfar contra los mejores en la meca del ciclismo mundial. La última generación ha sido pródiga en resultados, al punto en que el Tour que terminó ayer tuvo a tres colombianos entre los favoritos y culminaron entre los diez mejores de la competencia. Junto con Nairo Quintana y Rigoberto Urán, ganadores del Giro de Italia y la Vuelta a España, Egan fue uno de nuestros más importantes embajadores.

El triunfo de Egan Bernal tiene características especiales. A los 22 años demostró una calidad excepcional y una fortaleza a prueba de cualquier desafío. Con el aporte de un equipo que lo supo arropar y dirigir, el colombiano se comportó como el campeón que es y, emulando a los compatriotas que lo han antecedido, hizo realidad lo que hasta ayer era un sueño, ganar el Tour.

Hoy Colombia está feliz por el maravilloso triunfo de Egan y vuelve a encontrar en el deporte, en este caso en sus ciclistas, la razón para unirse, para sentir orgullo y para mostrar ante el mundo de lo que son capaces los colombianos. Es la felicidad de alcanzar los máximos honores en el concierto internacional y la demostración de que los resultados se logran con esfuerzo, constancia y voluntad de superar las dificultades.

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