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Viva Corina

Aunque el Premio Nobel ha recibido muchas críticas en años sucesivos, particularmente por premiar a personajes equivocados, lo de ayer quedará en la historia

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Medardo Arias Satizábal
'A este lado del estero', poemario de Medardo Arias Satizábal. | Foto: Medardo Arias Satizábal / Ser Zanja

11 de dic de 2025, 03:41 a. m.

Actualizado el 11 de dic de 2025, 03:41 a. m.

Al momento de escribir esta columna, aun la Nobel de Paz María Corina Machado no hacía presencia en el balcón del Grand Hotel de Oslo donde debió terminar La Marcha de las Antorchas, la misma que inició en el ayuntamiento de la capital noruega.

Su salida desde Venezuela continúa en el misterio, aunque un diario estadounidense da por cierto que se trasladó por vía marítima hasta Curazao.

Alfred Nobel, ingeniero químico, inventó la dinamita y la patentó en 1867. Muchos se preguntan hoy por qué uno de sus premios, el de la paz, se entrega en Oslo. Tiene que ver con su testamento, en el que consideró que una junta de cinco miembros deberá decidir quiénes son ‘los campeones de la paz’, en Noruega. No olvidemos que ambas naciones, Suecia y Noruega, hicieron parte de un reino con un solo rey.

Ayer, el rey de Noruega se incorporó difícilmente -tiene dificultades de movilidad- para aplaudir el discurso que leyó la hija de la Nobel venezolana, Ana Corina, quien transmitió ahí buena parte de la historia de esta nación que en un momento se dio el lujo de enviar a jóvenes a estudiar, becados en el exterior, con la esperanza de hacer más grande al país a su regreso.

Pero el aplauso grande fue no solo para el joven Jorgen Watne Frydnes, presidente del Comité Noruego del Nobel, sino para Edmundo González, quien recibió ovación cuando fue mencionado como presidente electo.

Es la primera vez que un discurso de Nobel toma más del tiempo tradicionalmente estipulado, con una clara intención política. Watne no solo denunció las torturas, los secuestros, los múltiples vejámenes a los que es sometida la oposición en Venezuela, sino que, con mirada directa a la cámara, y con la clara intención de ser escuchado por Maduro, lo invitó a dar un paso al costado, para devolver la democracia a esa nación. Le recordó que la iniquidad y la violencia no son para siempre, y Venezuela tiene derecho a salir de la oscuridad hacia la luz.

Llamó la atención en la ceremonia la decoración realizada para este premio. Flores importadas del trópico entre vieiras o conchas marinas, las mismas que llevaba el apóstol Santiago en su sombrero, brillaron por encima del escenario del que partieron mensajes tan hondos, tan emocionales, que provocaron lágrimas entre los asistentes. La intervención del cantante y compositor venezolano Danny Ocean hizo que el público, y el mismo rey Harald V, quien ha tenido múltiples problemas del corazón y principalmente afectación en una rodilla, entraran en una atmósfera propia de la homenajeada, con las notas de ‘Alma llanera’: “Yo nací en una ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de las garzas, de las rosas y del sol…” Bello.

Aunque el Premio Nobel ha recibido muchas críticas en años sucesivos, particularmente por premiar a personajes equivocados, lo de ayer quedará en la historia.

En el mundo, alguien debe ordenar el caos. Aunque Alfred Nobel se hizo muy rico con la nitroglicerina e inclusive perdió a un hermano en una explosión cuando realizaba sus experimentos en Francia, debe reconocerse que la academia sueca continúa al frente de un espacio en el que se reconoce algo de lo mejor de la condición humana, como nuestra María Corina, mujer valiente, dotada de coraje e inteligencia, la misma que traerá paz, libertad y democracia a la adolorida Venezuela.

Medardo Arias Satizábal, periodista, novelista, poeta. En 1982 recibió el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar en la categoría Mejor Investigación. En tres ocasiones fue honrado con el Premio Alfonso Bonilla Aragón de la Alcaldía de Cali. Es Premio Nacional de Poesía de la Universidad de Antioquia, 1987, y en 2017 recibió el Premio Internacional de Literaturas Africanas en Madrid, España.

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