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Nuevos ejes de discusión

finalmente, los agentes de cambio más nombrados y sobre los cuales hay más confianza son: sociedad, universidades y ciudadanía.

3 de abril de 2022 Por: Luis Felipe Gómez Restrepo

El eje de debate frente al cual estaban acostumbrados los colombianos a discutir y permeaba la agenda política nacional, giraba en buena parte en torno a la modernización del país, en cómo dar más fortaleza al aparato productivo y en la defensa de la inversión como dinamizador de la economía. Pero con las tensiones sociales, el foco de la agenda se desplazó dando mayor importancia a la agenda de redistribución, al interés sobre jóvenes, mujeres y minorías, y la lucha contra la corrupción.

Esto quedó reflejado en los resultados del ejercicio de conversación nacional que jalonaron un grupo de universidades y la Fundación Ideas para la Paz, que, inspirados en el modelo de diálogo en Chile, pusieron a conversar a muchos colombianos y colombianas, de distintas edades y regiones del país, bajo el título de Colombia tenemos que hablar. Este ejercicio de diálogo presentó su balance: más de cinco mil participantes, más de mil conversaciones, más de 800 horas de conversación, dejaron seis hallazgos.

Primero: un país que conversa confía, al 73% de los participantes lo que más les gustó fue poder entablar conversaciones directas y conocer distintas voces y realidades.

Segundo: el estado preponderantemente expresado sobre la realidad del país por los participantes, fue un sentimiento más de tristeza que de enojo.

Tercero: el 60% de las personas desean un cambio para el país, el 94% exigen supresión de la corrupción, y más del 70% desea mejoramiento en el campo político.

Cuarto: consiste en la focalización en el interés de cambio en la educación, la política, la corrupción y la cultura.

Quinto: expresaron un consenso sobre una agenda alrededor de la niñez. Y finalmente, los agentes de cambio más nombrados y sobre los cuales hay más confianza son: sociedad, universidades y ciudadanía. De otra parte, los seis mandatos que salieron de las conversaciones: hacer un nuevo pacto por la educación; cambiar la política y eliminar la corrupción; transformar la sociedad a través de la cultura; cuidar la biodiversidad y la diversidad cultural; construir confianza en lo público; y proteger la paz y la Constitución, por ser un horizonte compartido.

En efecto, una de las diferencias con la conversación que se llevó a cabo en Chile, es que en Colombia se reconoce como una fortaleza la constitución del 91. Señalan que se debe “Cuidar la Constitución para garantizar la libertad, democracia, participación y justicia”. Y finalmente, se pide cumplir los acuerdos de paz: “Creemos que el cumplimiento de los acuerdos con las Farc garantiza la convivencia y la seguridad”.

Qué bueno que los resultados puedan servir de insumo no solo sobre el qué hacer, sino también, sobre el cómo hacer. Y qué bueno que a nivel territorial se pudieran seguir desplegando ejercicios de diálogo, poner a conversar no solo a los diversos, sino aún los contrarios que deben convivir en un mismo territorio o región. Esta metodología de ‘Tenemos que hablar Colombia’, puede servir de base para muchos otros diálogos. Los candidatos presidenciales deberían prestar toda la atención a estos resultados, para que, escuchando la voz de la gente, puedan sintonizar sus discursos y propuestas, mucho más en la línea de las necesidades de la población. *Rector Universidad Javeriana Cali

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