Decidir sobre lo fundamental

Pensar, actuar y decidir sobre lo fundamental es una urgencia del presente social y político en Colombia. Nos hace falta aglutinar y sumar las diferentes fuerzas sociales y políticas de Colombia, para lograr un gobierno de integración sin distingos de clase, raza, ni colores políticos.

La propuesta de un Acuerdo sobre lo Fundamental está vigente. Se cumplen el próximo 2 de noviembre, 30 años del vil y cobarde asesinato de Álvaro Gómez Hurtado (1919-1995), un líder político conservador con sensibilidad social, un académico pragmático que se entendió con la izquierda y la derecha, con los liberales: Alfonso López Michelsen, Julio César Turbay, César Gaviria Trujillo, Horacio Serpa Uribe y con Antonio Navarro Wolf, representante del M-19, organización con la cual se llegó a un acuerdo de paz en la administración del presidente Virgilio Barco, acuerdo que apoyamos decididamente en el Congreso de la República en ese momento.

Siendo Gómez Hurtado representante de la derecha, apoyó el cambio y la reforma de la Constitución Nacional de 1991, que buscó cerrar las brechas de la desigualdad. Muchas de las iniciativas compendiadas en esa Constitución no se han desarrollado, y falta mucho por hacer para convertirlas en realidades. La raíz de nuestros males no es de ahora. Ya vivimos esos horrores en el pasado. Lo terrible es repetirlos.

Nos toca afrontar grandes dificultades del presente, con sus polarizaciones e incertidumbres, porque esto que vivimos proviene de una larga historia de contradicciones y tensiones desde que nos consolidamos como República. La verdad, por muy dolorosa que sea, hay que conocerla para no repetir errores.

Las políticas de Estado no han existido entre nosotros, porque algunos mandatarios, por celos, egos o envidias, no han fortalecido logros de una gestión anterior ni les ha interesado continuarlas. Así se han debilitado logros sociales, económicos y políticos en nuestra nación. Hay que ponerse de acuerdo sobre lo fundamental, privilegiando las necesidades sentidas de la población, claramente registradas en las últimas encuestas reveladas: Seguridad con Educación y Empleo.

Negociar un acuerdo de paz con todas las organizaciones guerrilleras al mismo tiempo es imposible. Hay que negociar primero con un grupo y luego con otro, uno por uno, como bien lo plantea Clara López Obregón, mujer estructurada y dirigente representativa de la izquierda en nuestro país

¿Por qué la extrema izquierda, el centro y la extrema derecha no siguen el ejemplo de grandes líderes que tuvo Colombia para llegar a un gran acuerdo sobre el programa de gobierno nacional que requiere el país?