Felicitaciones

Diciembre 12, 2022 - 11:40 p. m. 2022-12-12 Por: Aura Lucía Mera

El domingo llegó El País gordo, lleno de colores y de buenas noticias. Me emocioné. Basta ya de noticias negativas, criticas, crímenes, despelotes. Ese pan nuestro de cada día, amargado por titulares de revistas, noticieros que solo hablan del lado oscuro de la región. Como si no existiera la otra cara de la moneda.

Ese lado de la Cali pujante, trabajadora, que le apuesta al progreso y no se queda estancada como corcho en remolino. La Cali que trabaja, da empleo, educa, se compromete con la paz. La Cali que se mueve, no solo al ritmo de la salsa, sino del progreso. Esa Cali de la que no se habla casi nunca, porque para el periodismo actual lo ‘bueno’ no es noticia y lo que da ‘rating’ es lo oscuro.

Somos expertos en criticar, destruirnos, resaltar los problemas, sin proponer soluciones. En hablar de lo que no funciona y agrandar lo negativo. Pues en esta columna voy a destacar lo positivo. A título personal, porque no quiero enredarme en polémicas.

Felicito a María Fernanda Penilla. Su trabajo en la Secretaría de Bienestar Social de Cali es de destacar. Le toca velar por el respeto a los derechos fundamentales de la población más vulnerable y en riesgo de la ciudad. Primera infancia, adolescentes, indígenas, afrodescendientes, población Lgtbiq, habitantes de la calle, personas con discapacidad, víctimas del conflicto armado, migrantes y recicladores de oficio. Tremenda responsabilidad.

El Programa Corazón Contento de seguridad alimentaria funciona como reloj con 762 comedores comunitarios que atienden 85.000 beneficiarios de lunes a viernes y fines de semana a 2000. Diariamente atienden a 890 habitantes de la calle, con alimentación, aseo, acompañamiento psicosocial, alojamiento y cuidado de sus animales de compañía.

A través de 135 unidades de Transformación Social atienden a 10.161 entre madres gestantes y lactantes, con ayudas psicosociales, cuidados y alimentación. El Centro de Atención Integral a migrantes se inauguró el año pasado en el Terminal de Transportes y hace un mes otro en el barrio San Vicente.

Con la ESE del ancianato San Miguel atienden a 800 adultos mayores con cuidados integrales. Funcionan casas para mujeres en riesgo y para la población Lgtbiq, con acompañamientos jurídico y psicosocial.
María Fernanda Penilla es, como la llamo cariñosamente, una ‘hormiga atómica’. Incansable, insobornable, integra, llena de pasión por su trabajo. Tuve la fortuna de conocerla como directora de la Biblioteca Departamental y su apoyo y energía le dieron un empujón definitivo al Festival de Literatura Oiga Mire Lea, que sigue viento en popa bajo la dirección de su sucesora Mónica Perlaza. A María Fernanda la felicito de corazón. Su dedicación, visión administrativa y verticalidad han sido fundamentales para que esta secretaria sea una de las mejores de la administración municipal.

El Especial del domingo en El País titulado Cali sí puede, nos muestra cómo “a pesar de todas sus dificultades en todos los rincones de la ciudad surgen iniciativas que ayudan a mejorar la convivencia y la calidad de vida de los ciudadanos. Y que si se pueden volver realidad los sueños”.

Somos una ciudad que trepida, y se hace sentir a nivel nacional e internacional. En gastronomía, servicios de salud, parques recreativos, deportes, música, literatura, educación, desarrollo empresarial, turismo. Una ciudad que se proyecta al futuro y no se detiene.

Estas son las noticias que merecen primeras páginas. Las que impulsan a no detenerse, a trabajar unidos, a alejarnos del muro de las lamentaciones y mostrar lo positivo. Igual que a nivel departamental. El Valle Invencible liderado por Clara Luz Roldan, las empresas privadas, las fundaciones, el impulso a campesinos. La Unidad de Acción Vallecaucana, Propacífico, Cali sí puede. El Valle sí puede.

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Posdata. Nos deja monseñor Darío de Jesús Monsalve. Verdadero apóstol de la paz. Marcó una huella indeleble en la ciudad. Un antes y un después. Controvertido, frentero, luchador. Espero que su sucesor siga sus enseñanzas y continúe con esa inmensa labor social que recibió. No podemos dar reversa de nuevo a jerarcas chocolateros, elitistas, marrulleros y camanduleros. Gracias, Darío, por tu entrega absoluta a Cali. Por dejar encendida la llama de la responsabilidad social.

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