La 14

Desde Aguadas, Caldas, don Abel Cardona comenzó a escribir la historia de LA 14. Fue en los años 50, con una tienda mayorista, cuando comenzó esa devoción por hacer empresa, surtiendo primero tiendas pequeñas y siempre con la idea de surgir en otros lados haciendo caso a su intuición.

A sus 80 años de edad, con los recuerdos casi intactos y una sonrisa que evoca la nostalgia de aquella época, don Gustavo Cardona cuenta que su papá pensó en Cali para dar ese segundo paso en los negocios porque escuchaba que allí venían muchas multinacionales y era una ciudad que prometía gran desarrollo. “Depronto mi papá, quien vivió en las montañas caldenses vio ese Valle del Cauca tan bello que quiso venirse para acá y dijo: ¡Aquí es!”.

Y en efecto, así fue. Entre los años 50 y 60, de manera muy informal nació en el centro de Cali la Gran Cacharrería, un negocio pequeño que se pensó para juguetería, rosarios y camándulas pero que después se fue convirtiendo en ese lugar donde se encontraba de todo un poquito. “Jaime lo vio para cosas de rotación más rápida y lo que el cliente pedía pues se le conseguía”, recuerda don Gustavo.

Cuenta también que “tiempo después, un vecino puso allí un negocio continuo a la Gran Cacharrería, que comenzó siendo una ferretería pero que luego el dueño decidió convertir también en cacharrería y la llamó Cacharrería LA 14, por encontrarse en la Calle 14 con Carrera 8. Recuerdo tanto que nos dijo: ¡es para vender lo que ustedes dejan de vender allí!. Sin embargo, al final el vecino decidió vendernos el negocio porque su vocación era de ferretero. Mi papá lo compró, nos ampliamos y nos quedamos con el nombre”.

Esos fueron los inicios de LA 14, un nombre que según confirma el mismo don Gustavo también se atribuye a una leyenda que los mismos clientes crearon: “Todo el mundo decía le pusieron LA 14 porque son 14 hijos, le pusieron LA 14 porque está en la Calle 14. A mi papá le sonó y así se quedó”. Entonces, en el año 1964 nace formalmente en Cali LA 14.

Tal vez esta familia nunca imaginó que su empresa fuera una marca tan amada y reconocida, pero sí lo soñó. Incluso, fue una visión de los dos hermanos, Jaime y Gustavo Cardona, cuando en una Semana Santa después de pasar por la Catedral de Cali se detuvieron en un almacén Ley. “Yo puse mi cara contra el vidrio de la tienda y dije: Con un negocito de estos pa’que más. Una belleza de almacén así, limpiecito, organizado, pa’que más. O sea que sí pensábamos en hacer de LA 14 algo así”, dice don Gustavo recordando esa parte de la historia que conserva tan viva en su mente como cuando sucedió.

El crecimiento de la empresa llegó adoptando las ideas de los mismos clientes, de la gente con experiencia, de los negocios que como ellos surgieron con esfuerzo. Así entendieron que LA 14 estaba lista para convertirse en autoservicio y plataforma de nuevos desarrollos empresariales y emprendimiento.

Este nuevo concepto comenzó en un local pequeño, dos cajas registradoras y una oportunidad de oro: surtir y atender en temporada escolar. Fue una experiencia muy positiva con la que se fortaleció la relación con cada cliente, una relación de confianza que perdura con el tiempo y parece inquebrantable.

Poco a poco LA 14 se fue consolidando, construyendo tienda por tienda, hasta sumar 28 con presencia en las regiones Pacífica, Eje cafetero y Andina.

Don Gustavo dice que “gratitud” es la palabra con la que describiría lo que significa LA 14. Gratitud por todos aquellos que han acompañado a la empresa en todo momento y la sienten propia; gratitud, porque esa empresa, de la que es uno de sus fundadores, le permitió educar a sus hijos y disfrutar hoy de toda su familia.

Como bien lo dice, LA 14 no es una universidad pero si una escuela que forma y hoy es reflejo de sus casi 4 mil colaboradores directos, su personal aliado, así como sus aliados comerciales, que vieron crecer sus emprendimientos a su lado.

¿Qué la ha llevado a ser esa empresa amada? La honestidad, trabajo comprometido, servicio y calidad; todos estos valores valores éticos y morales de sus fundadores que hoy por hoy se expresan en toda una cultura organizacional con huella en toda la región.

Su trayectoria

La compañía ha tenido importantes focos de desarrollo en toda su trayectoria. Anticipándose a las tendencias mundiales, en el 1977 la organización abre su primer punto de venta bajo el concepto comercial de Tiendas por Departamentos, en el centro de Cali. Más tarde, incursiona en la modalidad de almacenes ancla de centros comerciales con el punto de venta de Cosmocentro en 1981 y después evoluciona desarrollando sus propios centros comerciales como el caso de Calima Centro Comercial, en Cali, en el año de 1987 y en Bogotá en el 2011.

También desarrolla para sus tiendas los formatos de hipermercados, como los de Avenida Sexta, Pasoancho y Valle del Lili, entre otros. Y mientras continuaba creciendo con nuevas aperturas en Cali, inició paralelamente su proceso de expansión en otros municipios del Valle del Cauca y a nivel nacional, como es el caso de Manizales (1992), Buenaventura (1993), Pereira (1995), Alfaguara en Jamundí (1997), Tuluá (1998) y Palmira (2004).

En el 2009, decide incursionar en los pequeños formatos abriendo al servicio de la ciudad el supermercado de Centenario, siendo este el primero bajo el concepto de conveniencia.

Ya en el 2011 asumió el reto de conquistar el mercado capitalino con la apertura de su tienda en Bogotá. Llega también a Armenia en el 2013 y consolida su presencia en la región andina con las tiendas de Neiva (2014) y Girardot (2015). Para el año 2014 también abrió su tienda de Pance, en Cali, y en el 2016 en La Estación, también en la capital del Valle.

Para el 2018, LA 14 llega a Popayán con un supermercado innovador en el Centro Comercial Terraplaza y a la comunidad del oeste con la tienda de Cristales.