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Juan José, hijo de Ismael, primer colombiano ejecutado en China. | Foto: Foto: especial para El País

¿Quién era Ismael, el primer colombiano ejecutado en China por narcotráfico?

Su hijo, Juan José, le contó a El País quien fue su padre y cómo ocupó el tiempo en cárceles para escribir un libro. Historia.

28 de febrero de 2017 Por: Andrés Felipe Carmona Barrero | Reportero de El País

Ismael Enrique Arciniegas Valencia. 74 años. El hermano mayor de tres hombres criados en una familia de origen español en casas de inquilinato en barrios populares de Cali como Belalcázar, Junín, San Antonio y San Bosco. Su vida fue siempre como el tango que más amaba de Gardel: “Adiós muchachos, compañeros de mi vida; barra querida, de aquellos tiempos…”

El primer colombiano ejecutado en China por cargos de narcotráfico dejó tras de sí una dura lección de vida que ahora su hijo, Juan José, cuenta una y otra vez con la esperanza de que ningún colombiano quiera repetirla.

Lea también: El drama de la familia del vallecaucano ejecutado en China.

En la sede de Otakus Tattoo, un pequeño negocio de tatuajes ubicado en el barrio Calima, al nororiente de la capital del Valle, Juan José saca valor para recordar. Cuenta que su padre inició como repartidor de periódicos en El País, Occidente y El Caleño, hasta pasar a sumergirse en las aguas turbias del narcotráfico en los años ochenta, que lo llevaron hasta sus últimos días. 

"Mi padre se formó entre periodistas y columnistas porque aunque nunca fue a la universidad, él siempre se preocupó por ser un apasionado de las letras y poesías. Él iba a repartir periódicos en bicicleta en los años setenta y me contaba que en muchos casos era compañero de Óscar Rentería Jiménez y que ambos tenían que irse en bicicleta a rebuscarse cualquier moneda".

Con una carpeta llena de manuscritos de su padre, cuenta con orgullo que su viejo, junto a su tío Miguel, fueron creadores de la revista oficial de los Juegos Panamericanos de 1971, que fue distribuida gratis en la capital del Valle.

146 colombianos se encuentran detenidos en China y Hong Kong por narcotráfico, según Cancillería

Juan José lleva el apellido Herrera, de su madre. ¿La razón? Cuando él nació, su padre estaba detenido. 

La cárcel fue el obstáculo que se interpuso siempre entre ambos. Y ha sido un referente de tragedia para la familia Arciniegas. Once de sus familiares, dice Juan José, han pisado cárceles de Colombia y el exterior por tráfico de drogas.

Dos de ellos perdieron la vida en China: Ismael Enrique, su papá, quien fue ejecutado el pasado lunes 27 de febrero en Guangzhou. Y tres años antes había fallecido su tío, Luis Germán. Estaba preso por cargos de narcotráfico en una celda de Macao, y se declaró en huelga de hambre para reclamar mejores condiciones de reclusión. El desgaste físico le agudizó una diabetes que finalmente lo llevó a la tumba.

Su padre estuvo detenido, en diferentes momentos, al menos 25 años en cárceles de Suiza, Ecuador, España, Colombia y por último China.

La vida cambió para la familia Arciniegas, dice Juan José, en el momento en que Ismael Enrique decidió husmear el mundo del narcotráfico para empezar a escribir un libro sobre la 'narcovida' de los capos en Cali.

Audio: la llamada de despedida del caleño preso en China a su hijo, antes de su ejecución.

Fue allí, dice, cuando su padre cruzó esa delgada línea entre la curiosidad propia de investigar para escribir un texto, y el hacer parte de las redes de 'correos humanos' que mueven narcóticos desde Colombia hacia otros lugares del mundo.

Luego, otro hecho trágico marcó a Ismael. Su compañera, María del Socorro Herrera, madre de Juan José, murió a temprana edad.

El joven, de escasa edad, quedó junto a su hermano Daniel recién nacido, bajo el amparo de su padre. Pero para esta época, Ismael estaba otra vez detenido en Bogotá.

"Mi tía, Marina Garzón, que es a la que yo le digo mamá actualmente, no veía la forma de sacarnos adelante. Por eso decide que ella me cría y a mi hermano Daniel lo críe otra familia ajena. Yo compartí con mi papá después de los cinco años como hasta los siete años. Luego entre los 16 y 17 años, y ya ahora de adulto. Siempre le recriminé lo del narcotráfico. Pero el mayor miedo de mi padre era a la pobreza".

Entre 2012 y 2017 fueron detenidos en China 723 colombianos, siendo el periodo con aumento de detenciones de connacionales en este país en los últimos once años. 

En cada uno de los periodos que Ismael estuvo preso, un lápiz y una hoja de papel era lo único que podía tener a mano para escribir los borradores de los libros 'La guerra santánica', sobre el narcotráfico, y 'La biblia del tango', un cancionero de 300 tangos en el que aparece 'Adiós Muchachos', el tema de Gardel que Juan José recordó este martes como el preferido de su papá.

Desde el 2005 hasta el 2009 Ismael Enrique estuvo preso en Ecuador. Poco después de salir, en el año 2010, se empezó a escribir el último capítulo de su triste historia.  

"Él intentó rehacer su vida, pero como no tenía pensión, ni recursos, y como había tenido una buena calidad de vida, entonces decidió volverse a conectar con las redes de narcotráfico que tenía para volver a levantar la economía de la familia, cometiendo el error que cometió", dice Juan José.

En 2006 fueron detenidos tres colombianos en China. En 2007 y 2008  la Cancillería no reportó capturas de connacionales en China.

El 19 de junio de 2010 Ismael abordó un avión desde el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón con destino a China, con cuatro kilos de droga adheridos a su cuerpo. Fue detenido el 21 de junio en el aeropuerto de Beijing. No era el primer viaje que hacía con droga a ese país. 

Un año y medio estuvo incomunicado con Juan José debido a que las autoridades chinas no le permitían llamar. Luego de 18 meses, las noticias llegaron a través del Consulado colombiano en esa ciudad.

"Lo que más recuerdo del día que mi papá se fue de aquí es un fuerte abrazo que nos dimos en el aeropuerto; un abrazo de adiós que no fue el abrazo de hasta luego, ya regreso. No. Fue de "mijo, ya cumplí". Tres palmadas que me decían le dejo su familia, ahora usted es el bastón, sáquela adelante, y una lágrima que corría por sus ojos azules que me decía que no volvería".

Y así fue. El pasado lunes Juan José logró hablar con su padre para despedirse a través de una llamada. Solo fueron 30 minutos antes de que Ismael pasara a la camilla para que le aplicaran una inyección letal.

Juan José dice que su padre dio gracias a Dios por su familia, dijo que se sentía feliz por  que iba para el cielo. Hubo espacio para despedirse de las pequeñas hijas de Juan José: Daniela, de nueve años, y Gabriela, de seis años. Hizo reflexiones: "La vida es una comedia y mi papel en esta comedia ya terminó". Y al final, una despedida irónica: "Muchas bendiciones que me voy para el 'materile'".

Ismael Enrique Arciniegas Valencia fue condenado en el 2013 a pena de muerte. En China, traficar un cantidad de solo 50 gramos de droga ya es causal de pena de muerte. Ismael entró con cuatro kilos. Según las autoridades de ese país, era irreversible su destino.

En China hay cinco colombianos condenados a pena de muerte (tres sentencias ratificadas y dos en espera de la apelación), 10 a pena de muerte con suspensión por dos años, y 15 a cadena perpetua.

Juan José revisa una vez más los manuscritos que dejó su padre y llora. Para él, fue un guerrero de la vida. Recuerda que en seis meses estaría cumpliendo 75 años. Y, según lo que él había averiguado, "después de esa edad, en China ya no ejecutan a un condenado". "Aceleraron su ejecución para sentar un precedente de miedo, para que nadie más se atreva a viajar desde Colombia llevando droga".

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