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Luz Dary, una víctima del conflicto que hoy es símbolo del dolor y del coraje

Esta líder, pese a haber padecido el desplazamiento, la desaparición, el reclutamiento y la violación, sigue luchando por su comunidad.

9 de abril de 2014 Por: Ana María Saavedra S. | Editora de Orden

Esta líder, pese a haber padecido el desplazamiento, la desaparición, el reclutamiento y la violación, sigue luchando por su comunidad.

I. El abuso“Esta que le está hablando también fue víctima de estos actores armados. Yo fui violada por ellos. Fue allá en la Gloria. Fue por defender a mis hijas. Yo sé qué se siente eso y eso es lo más sucio. No lo hablé, lo callé por muchos años y eso me hizo la mujer de carácter que usted ve ahora. La gente creerá que soy amargada, pero es el sufrimiento y el dolor que me ha quitado la risa y me ha hecho ser desconfiada. Fueron cuatro. Fue la bajeza más sucia. Tranquila. Puedo hablar de esto. -dice- Como le dije a mi hija, me da la satisfacción de no haber permitido que a ellas les hubieran hecho algo. Eran unas niñas, de 8 y 12 años. Creo que me habría sentido más mal si se lo hubieran hecho a ellas. A ellas querían tocarlas, pero gracias a Dios y a un buen samaritano las pude sacar. Ninguna de mis cuatro hijas viven conmigo.Claro que las heridas siempre están, aunque uno trata de sanar tu vida cambia. Hasta a tu mismo marido lo miras como enemigo. Nunca fui ni a hacerme exámenes ni a nada porque me culpaba. La víctima siempre se culpa. Y a una persona que le conté, me dijo que no creía que yo fuera tan boba de dejarme violar. Y me quedé callada.Fueron los del Bloque Calima, los primeros que llegaron. No sé si sigan vivos los que me hicieron eso. Hay muchos de ellos que los mataron. Soy la representante legal del Consejo Comunitario de la vereda La Gloria y también hago parte de la Fundación Madres por la Vida. Somos tres lideresas ‘pati’ descalzas que creemos y soñamos con una Buenaventura mejor, que puede sonreír pese al desarraigo.Es que yo dije que ahí donde me causaron tanto dolor, quería dejar un legado, puede más el amor que les tengo. Aunque yo no nací acá, aquí encontré un pedazo de tierra para mi y mis hijos. Y si Dios me puso aquí, fue para cumplir una misión. Y eso me lleva a ser la mujer que soy hoy en día”.*****Hoy Luz Dary Santiesteban visitará el Congreso de la República. Viajó toda la noche en bus, desde Buenaventura, para reunirse en Bogotá con sus compañeras de la red de Mujeres por la Vida. Hoy, 9 de abril, día de las víctimas, Luz Dary tendrá voz. Llegó a Buenaventura en el año 95 tras el desplazamiento masivo de Punta Ardita, Chocó, por los ataques guerrilleros y se convirtió en una líder de la vereda La Gloria. Ella, representa el drama de las mujeres del Pacífico, pero al mismo tiempo es una muestra de su coraje. Víctima y revictimizada ha padecido el desplazamiento forzado, la desaparición, el reclutamiento de menores, el asesinato y la violación.Constanza Millán, quien desde el año pasado investiga para Memoria Histórica la violencia en Buenaventura, relata que “a partir del 2000 el conflicto en Buenaventura cambia con la llegada de los paras y empiezan las masacres en la zona rural. En estos diez años las mujeres son el grupo poblacional más proclive a padecer hechos victimizantes. Generalmente, las que han sufrido abuso sexual también les han asesinado su esposo o algún familiar y han sido desplazadas. En los últimos cinco años, cuando bajaron los homicidios de personas en el Puerto, han aumentado las agresiones contra las mujeres e incluso los asesinatos”, agrega.*****“Sigo trabajando con más fuerza. Rescatando a las jóvenes. Nunca denuncié lo que me hicieron. Solo he denunciado lo que le hicieron a mi sobrina. Fue este año. Amenazaron a mi hermana y le destrozaron la cara a mi muchacha. Con un pico de botella le dibujaron la cara. Porque acá el lema de los actores de los grupos armados es cuando las mujeres no van a ser de ellos, pues le mandaron las mujeres de ellos encima. Todo lo planearon y dijeron que era por celos. Y por celos es que esa familia debió irse de ese barrio, dejaron sus cosas tiradas.*****Las cifras de la violencia sexual en el Puerto no se han podido establecer con certeza. Las organizaciones de derechos humanos aseguran que la mayoría de mujeres no denuncian por miedo. “Yo no denuncié porque le podían hacer algo a mis hijos” -dice Luz Dary-.Según un informe de la ONG Oxfam Internacional, solo 9 de cada 100 mujeres víctimas de algún delito sexual acuden a las autoridades.Este año se han presentado 24 denuncias por abuso sexual, en la mitad de los casos han sido menores de edad. El año pasado la cifra fue de 26 mujeres y tres hombres que sufrieron abuso o acoso.Constanza Millán, la investigadora de Memoria Histórica, explica que el tema del abuso sexual está ligado a un control territorial de los grupos. En la última década Buenaventura ha sido un botín: en el 2000 llegaron los paras; luego con la desmovilización del Bloque Calima en diciembre del 2004, las milicias de las Farc regresaron a controlar territorios; después miembros de los ‘Rastrojos’ y su filial llamada ‘La Empresa’ se apoderaron, a sangre y fuego, de esos barrios; a finales del 2012 irrumpieron los ‘Urabeños’, y este año ‘La Empresa’ se fortaleció y empezó una nueva disputa. Y el cuerpo de la mujer también ha sido un botín de guerra. “No solo son violadas, también son convertidas en esclavas sexuales. No pueden negarse. En ocasiones, les matan el esposo y son obligadas a vivir como compañeras del hombre que las dejó viudas. El año pasado tuvimos un caso, en el que el actor obligó a una mujer a que viviera con él. Pero también abusó de la hija de ella. Cuando la mujer lo denunció, empezaron las amenazas y tuvo que dejar su casa, se desplazó de un barrio a otro hasta que debió ir a vivir a Bogotá”, recuerda Constanza.Y otro de los casos documentados por Memoria Histórica es el de una joven a la que violaron y le contagiaron el Sida. Entonces, la amenazaron. Se desplazó a otra ciudad. Este año murió. Tenía 25 años.II. El desplazamiento“Mis hijos han sido perseguidos. Los han tratado de reclutar. A un nieto lo iban a matar. Ese día fueron a buscarlo a la casa ocho de esos diablos. Yo salí y les dije por qué vienen a buscarlo, qué les hizo él a ustedes. Yo conozco la mamá suya, el papá suyo, conozco a cada uno de ustedes. Y si le van a dar plomo pues veremos que van a hacer. Al otro día me tocó sacarlo.Lo llevé a un lugar en el que pensé iba a estar mejor. Lo llevé a Armenia, pero fue peor porque sufrió todas las discriminaciones que le pueden hacer a un niño. No fue aceptado en el colegio. Lo humillaron porque era negro, por su cultura. Nosotros por ser negros pagamos como la deuda más cara.Llegó a un barrio de mucha pobreza, donde la marihuana y el basuco son comunes. Lo obligaron hasta consumir y gracias a Dios lo he rescatado. Y no ha empuñado un arma porque ha sabido escucharme. De mis hijos son cuatro viven aquí. A los otros los intentaron reclutar de los grupos. Los llamaban tarde en la noche”.III. La desaparición“En el 2004 asistí a un congreso en Bogotá. Allí entendí que había otras personas que sufrían pero que estaban paradas, fuertes, tejiendo sueños. Construyendo futuro. Yo venía de un dolor muy grande. De la pérdida de hermanos, asesinados en Chocó, unos fueron descuartizados. Y el dolor de la desaparición de mi primo hermano Juan Manuel Santiesteban, en Buenaventura.Madres por la Vida es una organización que lucha por esos desaparecidos. Somos 80 mujeres de los barrios Juan XXIII, San Francisco, Matia Mulumba y la vereda La Gloria. La desaparición es la peor tortura. Aquí debía haber un aparato especial para la búsqueda de esa gente desaparecida, que está en los ríos y en el mar ”.*****En los últimos doce años han sido reportadas como desaparecidas 600 personas en Buenaventura. Entre 2011 y 2013 la cifra ha sido de 150. Un número que, cada mes, se transforma en rostros, cuando las madres, las esposas, las hijas, las hermanas, las primas... se reúnen en un sitio de la ciudad, generalmente frente a la Alcadía, con las fotos de sus seres queridos. Es un plantón silencioso.Luz Dary hace parte de esas marchas. De los plantones, con velas y fotos de sus familiares. “Aquí las víctimas de desaparición forzada no estamos peleando por ningún dinero, sino por la recuperación de los restos de nuestros seres queridos -dice-. Qué me van a reparar a mi. Lo que me hicieron no tiene nombre. Yo no pedí ser desplazada. No pedí que asesinaran mis familiares. No pedí que abusaran de mi cuerpo. No pedí que me humillaran. Ese dolor no lo repara nadie”.Día de las víctimas en el ValleA las 9:00 a.m. las organizaciones de víctimas de Buenaventura asistirán al Concejo de esta ciudad en una sesión abierta.A las 2:00 p.m. se realizará un acto cultura en el Concejo, en el que participarán la comunidad indígena del Litoral del San Juan Chamapurro. Y a las 6:00 p.m. desde las parroquias saldrá la Marcha de la Luz.En Tuluá se realizará un encuentro intercultural en el coliseo de ferias con con las víctimas del centro del Valle.La exposición del Bienestar Familiar ‘Mirando el pasado sin miedo’, un relato visual de las mujeres víctimas del conflicto armado será expuesta en Cali y BugalagrandeEl próximo domingo 13 de abril a las 3:30 pm, el Canal Regional Telepacífico y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentarán el documental ‘No hubo tiempo para la tristeza’.

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