Jefes de bandas criminales en el Valle habrían hecho un pacto para defender sus rutas
Un pacto hecho por jefes de bandas criminales capturados, que antes eran enemigos, tendría que ver con el aumento de asesinatos en Cali.
Un pacto hecho por jefes de bandas criminales capturados, que antes eran enemigos, tendría que ver con el aumento de asesinatos en Cali.
La ola de asesinatos ocurridos recientemente en Cali, según las autoridades por cuenta de la guerra entre bandas criminales, podría tener su origen en un inesperado pacto hecho por jefes de bandas, que se encuentran en cárceles colombianas, y que antes eran enemigos. Se trata de un acuerdo hecho en la cárcel de La Picota, entre Jorge Eliécer Domínguez Falla, alias Palustre, jefe de Los Rastrojos capturado en Ecuador, con sus antiguos enemigos Héctor Mario Urdinola, alias Chicho; con alias La Araña, con Greylin Varón, alias Martín Bala; con alias Gandhi, con alias Guacamayo y con Orlando Gutiérrez, alias El Negro Orlando, todos capturados entre 2012 y este año. Según una fuente policial, para sellar este pacto Palustre habría tenido que entregar dos millones de dólares en dinero y propiedades a sus antiguos enemigos. El objetivo de esta nueva alianza sería manejar todo el negocio del narcotráfico en grandes rutas y el microtráfico, y consolidar un único grupo en el Valle, con la ayuda de alias El Zarco, que no ha sido capturado y quien asumió como jefe de Los Urabeños en todo el Valle. Esta supuesta alianza sería una de las razones que motivaron la masacre ocurrida el 8 de noviembre pasado en la Barra de la 44, en el barrio La Nueva Floresta, donde fueron asesinadas ocho personas. Ese día uno de los objetivos de los sicarios era alias Kirri, quien trabajaba para alias El Burro, asesinado en el sur de Cali. Una fuente cercana a la investigación de este caso dijo que todo habría sido producto de una pelea casada entre Palustre y alias 'Kirri', jefe de la 40. Dicho altercado habría sido ocasionado porque Kirri se quería apoderar de una propiedad que había heredado Palustre, ubicada en el sector de Pance.Esas pelas por propiedades se estarían dando porque desde la cárcel los ahora aliados unieron esfuerzos para proteger propiedades y rutas del narcotráfico, las cuales son reclamadas por otros grupos que no se sumaron al pacto. Según la fuente consultada, todas estas ordenes se están dando desde las cárceles donde están recluidos estos narcos, a través de teléfonos BlackBerry. De hecho, reveló que a través de este medio Palustre estaría impartiendo órdenes a alias Boliqueso o Italo, uno de sus lugartenientes en Cali, y también se comunica en chat múltiples con otros presuntos nacotraficantes. De acuerdo con la Policía, en la actualidad se está dando en todo el Valle un reacomodamiento de criminales que buscan heredar el rentable negocio del narcotráfico que dejan quienes van cayendo en la cárcel. Un negocio que se calcula que sólo en Cali mueve $100 mil millones mensuales. También es en gran medida la razón por la que en Cali los homicidios no disminuyen. Cifras del Observatorio Social indican que hasta el 11 de diciembre habían ocurrido 1.876 asesinatos, 176 más que en 2012, de los cuales 730 obedecieron a ajustes y venganzas. Muchos de los asesinatos ordenados supuestamente por los jefes de bandas presos se están cometiendo en Cali y municipios como Tuluá, Buga, Palmira. Algunas de las víctimas serían hombres al mando de alias Buho, un ex miembro del grupo de Los Comba, quien no ha querido sumarse al pacto hecho por Palustre. Se trata pues de una espiral de alianzas oscuras que no cesa, como tampoco la criminalidad que ataca a los caleños.