Condenan a médico por muerte de dos jóvenes en Cali

El galeno fue sentenciado a doce años y seis meses de prisión, por la muerte de dos estudiantes universitarios en el 2007. En esa ocasión, el vehículo del sentenciado, quien estaba ebrio, colisionó violentamente contra el automóvil de los jóvenes.

El Tribunal Superior de Cali condenó al médico Álvaro Fernando Guerrero Pineda a doce años y cinco meses de prisión, por su responsabilidad en la muerte de dos estudiantes universitarios, ocurrida hace cuatro años y medio en la vía Cañasgordas. El médico, quien trabajaba en una multinacional, fue acusado de homicidio culposo agravado, ya que estaba alicorado en el momento del choque. El fallo, con ponencia del magistrado Víctor Manuel Chaparro, indicó que Guerrero tendrá que pagar también 175 salarios mínimos de multa.De esta forma, el tribunal revocó la sentencia absolutoria a favor del médico Guerrero, fallada en primera instancia por el juzgado 14 penal municipal de Cali. Las autoridades desconocen el paradero del galeno, quien tiene una orden de captura desde el pasado viernes.El accidente se presentó el 13 de diciembre del 2007 cuando el carro del médico colisionó violentamente contra el automotor en el que se desplazaban los jóvenes Juan Sebastián Acosta y Gloria Gómez.Juan Sebastián estudiaba comunicación social en la Universidad Javeriana y Gloria Fernanda administración de empresas en el Icesi. El accidente ocurrió en la vía Cali-Jamundí a las 10:10 p.m., cuando el Mazda 323 en que se movilizaban los estudiantes colisionó contra una camioneta Ford Explorer, en la que se transportaba el médico Guerrero.Ese 13 de diciembre los jóvenes, después de cuidar perros en la Fundación Paraíso de la Mascota, regresaban a Cali. Las investigaciones señalan que el ocupante de la camioneta Explorer salía de una fiesta navideña cuando se encontró en el camino con el Mazda.Los familiares de las víctimas aseguran que en el expediente figura la declaración dada a la Policía Judicial por parte de la persona que ayudó al médico a salir de la camioneta. “Noté que se tambaleaba y que tenía aliento a licor”, declaró.