La jueza Vivian Polanía había denunciado que temía por su vida y que se sentía perseguida por su forma de ser

La muerte de la jueza de control de garantías de Cúcuta, Heidy Vivian Polanía Franco, pareciera que hubiera sido vaticinada por ella misma.

Hace algún tiempo en una entrevista concedida a la revista Semana, la funcionaria denunció acoso y persecución luego de que se desatara una polémica por un baile erótico que ella protagonizó en 2023, al parecer en un auditorio del Palacio de Justicia de Cúcuta, en una fiesta de celebración del Día del Amor y la Amistad.

“Nunca he tenido ninguna denuncia por corrupción. No es vida privada, es pública, pero es mi libre derecho al desarrollo de la personalidad. Yo entiendo que soy de una generación diferente. Yo intenté cambiar porque pensaba que el error era mío y empecé a ponerme vestidos largos. Ahora tengo un trauma psicológico con eso, hasta el punto de no poderme poner una falda sin pensar que alguien me está mirando y juzgando”, dijo en el programa Vicky en Semana.

Durante la entrevista, Polania Franco aseguró que en ese entonces vivía una situación bastante compleja, pues se sentía perseguida por su forma de ser.

“Me quieren sacar, no es invento mío. Tengo pruebas y grabaciones de esto. Yo hablo a calzón quitado. No me parece justo lo que están haciendo conmigo. Y estoy segura de que todo viene por un caso de corrupción. Tengo miedo de mi vida, ayer cuando entré a la sala, sentí que estaba ingresando a la horca”, agregó la jueza.

Una vida de polémicas

La vida de Heidy Vivian Polonia Franco, estuvo marcada por la polémica, pues nunca tuvo reparos al expresarse sobre su vida personal.

En sus redes sociales publicaba fotos y videos participando en reuniones sociales, que fueron motivo de escándalos por sus aparentes desbordados comportamientos, que llevaron a que abrieran procesos disciplinarios en su contra.

El miércoles, 17 de diciembre, la funcionaria fue hallada sin vida en su residencia del barrio La Rivera, en Cúcuta, capital de Norte de Santander, en hechos que todavía son materia de investigación.

Dentro de la residencia, las autoridades encontraron a la jueza sin vida sobre su cama y junto al cuerpo estaba su hijo de apenas dos meses de nacido, quien en este momento se encuentra a cargo del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Icbf.

El coronel Libardo Fabio Ojeda Eraso, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, encargado de la investigación, no se refirió a si la jueza tenía o no amenazas recientes en su contra.

“Ella tenía un esquema de seguridad de Unidad Nacional de Protección (UNP), pero, pues, hasta que no salgan los resultados de medicina legal, no podremos dar mayores datos”, dijo y recalcó que la última comunicación de la jueza con su esquema de seguridad se había registrado sobre las 8:00 de la noche del martes 16 de diciembre.