Con arma blanca han matado a 129 personas este año en Cali

Entre el 1 de enero y el 25 de agosto de este año se presentaron en Cali 129 homicidios cometidos con arma cortopunzante. Y aunque la cifra representa una disminución de seis casos, respecto al mismo periodo del año pasado, las autoridades están preocupadas por el uso de estos elementos para cometer este delito.

Según un reporte del Observatorio de Seguridad de la Alcaldía de la ciudad, de esas 129 muertes violentas con armas cortantes, 58 se presentaron en medio de riñas.

El mismo reporte indica que hubo 15 asesinatos por hechos de intolerancia sin necesidad de riña. Además, 13 personas murieron por heridas con estas armas mientras eran asaltadas.

Ante esto, El secretario de Seguridad de Cali, Andrés Villamizar, junto a los otros secretarios de las ciudades principales del país, vienen evaluando la posibilidad de pedirle al Gobierno Nacional fortalecer las sanciones penales a los delitos violentos, sin importar el tipo de arma con el que se cometan.

“De esta manera se castigaría con mayor rigor el porte de armas de fogueo y armas blancas”, coincidieron los funcionarios en su momento en una reunión en la capital del país.

Álvaro Pretel, coordinador del Observatorio de Seguridad de Cali, explica que en zonas como la Comuna 3 de la ciudad (barrios del centro), se presenta un porcentaje alto de homicidios por arma cortopunzante.
“Ahí se observa que hay delitos asociados a la convivencia y drogas. Y cuando se mira a la persona o a la víctima hay un número grande de habitante de calle, que están en zonas como la de El Calvario, donde es fuerte la venta y consumo de estupefacientes”, dice Pretel.

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Este aspecto, incluso, lo toca el Código Nacional de Policía y Convicencia, que en el capítulo Vida e Integridad de las Personas, en uno de sus artículos, dice que habrá sanción a quien “porte armas, elementos cortantes, punzantes o semejantes, o sustancias peligrosas, en áreas comunes o lugares abiertos al público. Se exceptúa a quien demuestre que tales elementos o sustancias constituyen una herramienta de su actividad deportiva, oficio, profesión o estudio”.

El teniente Alberto Valero, asesor jurídico de seguridad y convivencia de la Policía de Cali, afirma que durante un año, prácticamente, han recibido unas 1800 solicitudes de sanciones o multas por infringir este artículo, que tienen un costo de 168 mil pesos.

“Las personas tienen la extraña costumbre de que un arma blanca nos brinda protección, cuando lo que representa es comprometer su integridad física porque puede resultar herido, muerto o lesionando a alguien. Esto hay que evitarlo”, acota Valero.

Por su parte, Juan David Castillo Sánchez, abogado especializado Grupo Jurídico Lex, asegura que la solución no es prohibir las armas blancas y crear una pena.

“Hay que atacar el problema de raíz, con programas de prevención y control. Ir hasta los por qué se usa un arma de estas para hacer daño. No es prohibir y ya, pues hay personas que utilizan este tipo de elementos para trabajar. Entonces para bajar los homicidios por este móvil se deben generar estrategias diferentes”, dice.

El Plan Fortaleza, implementado en la capital del Valle para combatir el hurto y el homicidio, dejó en sus primeros meses la incautación de más de mil armas blancas.

Varias de las 198 pandillas que hay en Cali tienen armas cortantes. Muchas veces las utilizan para cometer hurtos. Incluso, en los desarmes entregan los elementos.

Las autoridades están buscando que las personas tomen conciencia de que el uso de armas blancas los pueden meter en líos graves con la justicia.