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¿Por qué Paola Turbay se fue a vivir a una casa de cristal?

La exreina se fue a vivir por una semana a una urna transparente donde todos pudieron verla en sus actividades cotidianas.

30 de noviembre de 2015 Por: Redacción de El País

La exreina se fue a vivir por una semana a una urna transparente donde todos pudieron verla en sus actividades cotidianas.

Paola Turbay es de esas personas que, al entrar a una habitación, hacen que la gente se vuelva para mirarlas. Su belleza va más allá de su físico, a sus 45 años pareciera haber encontrado el secreto para mejorar con los años. 

Aunque en el imaginario colombiano se le recuerda como una de las reinas más carismáticas que han pasado por el Reinado Nacional, lo cierto es que Paola tiene otros varios  títulos:madre, esposa, hija, modelo, presentadora, actriz, jurado  y ahora empresaria. 

De la mano de su esposo Alejandro Estrada, con quien lleva más de 20 años casada, se aventuró a lanzar una línea cosmética y de belleza, 24/7 by Paola Turbay,  con la que busca compartir sus secretos de belleza y éxito con las mujeres colombianas.  

¿Por qué decidió emprender este camino como empresaria?

Constantemente, ya sea en la calle o por redes, la gente me pregunta mucho por temas de belleza, moda, familia, mujer y pareja. Desde  hace varios años, diferentes compañías se habían acercado para pedirme que participara con una línea de cuidado facial y maquillaje, pero al ser algo que llevaría mi nombre no podía delegar la formulación, quería estar cien por ciento metida en el tema. 

Con Alejandro hace más de siete años nos dimos a la tarea de buscar laboratorios que tuvieran lo que buscábamos y empezamos a desarrollar la línea que ahora presentamos. 

¿Entonces estos productos de verdad  tienen sus secretos de belleza?

Este lanzamiento lo pudimos haber hecho hace más de un año pero yo sentía que algo faltaba, no me gustaba la textura. Fui muy estricta con la forma en que quería que se vieran, los olores y claro, los resultados. 

También estamos muy pendientes con la experiencia de compra, ya que lo que queremos es que las mujeres se sientan como lo más importante del mundo  y cuenten con una completa asesoría sobre lo que necesitan y lo que más les conviene.   

También se fijó en los precios...

Sí. Queríamos crear una línea para todas, así que por eso ofrecemos  precios asequibles. La línea cuenta con productos que siempre han sido exclusivos pero a los cuales  yo he podido tener acceso y  se qué funciona y qué no, así que quiero que todas  las mujeres  sientan que ellas también se merecen consentirse aunque no salgan en revistas. A veces hasta me preocupaba que por estar tan económicos la gente pensara que eran malos.  

¿Por qué cree que es la mejor embajadora de su marca?

Porque he tenido manchas y piel deshidratada por  grabar al aire libre, por tanto tiempo en  los aviones, por los cambios de clima, en fin. Entiendo lo que son las necesidades de una piel que aguanta el uso y el abuso. Lo que hicimos fue  tomar todo lo que me  ha servido y mirar cómo lo mejorábamos y cómo diseñábamos las cremas que siempre soñé.  Soy de las que piensa que si uno puede hacer las cosas bien está maravilloso,   pero si la puede hacer increíble es mucho mejor, así que estoy segura de lo que  vendo.

¿Pero su trabajo como empresaria va más allá de vender cremas?

Queremos trabajar en el empoderamiento de la mujer, es necesario hablar de  actitud y autoestima, que cuando no están  permiten que sucedan cosas como la violencia, el maltrato o el matoneo, cosas a las que estamos expuestas todas las mujeres desde pequeñas. En nuestros planes está tocar temas de alimentación, bienestar, salud y prevención.  

¿Cuál es el mejor consejo de belleza que le han dado?

Es un dicho muy común: “No  hay mujeres feas sino mal arregladas”, yo digo que “no hay mujeres feas sino mal cuidadas”. Las mujeres así seamos vanidosas, por estar en función de todo el mundo, siempre somos las últimas en la lista. La gente cae en una rutina y dejan que se pierda la importancia del factor sorpresa, pero uno debe ser coqueto y buscarle el encanto a todo.

¿Hay un día en el que se sienta fea?

Sí, ayer estaba horrible, pero como soy tan despistada ni me doy cuenta. También he estado con épocas en las que la cola no me cabe en el pantalón, porque siempre me doy gusto.

¿Por qué cree que es hermosa?

Es cuestión de actitud y la sonrisa que es el resultado de un goce de lo que uno ha conseguido en la vida. En la cara uno manifiesta todos los sentimientos buenos y malos. Yo gozo con todo, agradezco supremamente todo. Y eso es lo que quiero trabajar con las mujeres y cada una tendrá sus razones y su pasado, pero uno ve gente que físicamente no es perfecta pero sí arrolladora. Me cuido por salud y por sentirme bien, no como para estar flaca, lo hago para sentirme bien y para que el cuerpo me aguante.

La casa de cristal: Casa Viva 24/7Casa

Como parte del lanzamiento de sus productos  Paola Turbay se instaló por estos días  en una casa de paredes de cristal, con el objetivo de que la gente pudiese apreciar de cerca sus rutinas de belleza y su cotidianidad.

“Como no somos una gran casa dermocosmética, debimos recurrir a la creatividad. Trabajamos con la Agencia WAWO quienes nos trajeron el ejemplo de  la artista Marina Abramovicc, quien instala su performance en museos como el  MOMA, y pasa allí un mes donde la gente es testigo de su día a día. Es una casa normal, lo único diferente es que tengo una cámara instalada en el tocador para explicar mi rutina, porque generalmente uno no sabe en qué orden aplicarse todo”. 

Paola en casa

¿Un consejo para su hija?

Que no debe  verse bien solo para la visita, debe  verse bien para ella.  

¿Se animaría a participar en un trabajo musical?

Primero quiero que mi hijo se gradúe del colegio. Para mí el tema de estar en familia en las noches es muy importante, y algo así requiere mucho tiempo. 

¿Qué es lo mejor de la edad?

Dejar de preocuparme por pendejadas.

¿Y lo peor?

Saber que es un año menos.

¿Si pudiera hablar con la niña Paola, qué le diría?

Cuando salí del colegio quería arrancar mi carrera teatral y en esta época no era como ahora que la gente empaca se va y sobrevive. Antes era de la casa al altar. Siempre creí que era un asunto pendiente, pero si lo  hubiera hecho no habría sido Señorita Colombia, ni  conocido a mi marido y soy muy feliz con la  vida que he tenido. Así que no hay remordimientos. 

¿Un atentado al estilo?

 Las mujeres que se empacan al vacío.

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