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Luis Fonsi, Rosana y Prince Royce hicieron suyo el público de Viña del Mar

La noche empezó con un toque romántico con el cantante Luis Fonsi quien interpretó la mayoría de sus canciones y enamoró al público, luego Rosana con las canciones que la llevaron al éxito y finalmente Royce calentó la temperatura con su bachata urbana.

27 de febrero de 2012 Por: Elpais.com.co / EFE

La noche empezó con un toque romántico con el cantante Luis Fonsi quien interpretó la mayoría de sus canciones y enamoró al público, luego Rosana con las canciones que la llevaron al éxito y finalmente Royce calentó la temperatura con su bachata urbana.

El puertorriqueño Luis Fonsi llenó de romanticismo el Festival de Viña del Mar, y la española Rosana echó el resto con un concierto en que mostró todas sus tablas para revertir un traspié inicial y poder meterse al público en el bolsillo.La penúltima noche del certamen se abrió con la actuación del puertorriqueño, que era la principal estrella de la velada y brilló entre los 15.000 espectadores, entre ellos muchísimas mujeres, que atestaron el anfiteatro de la Quinta Vergara.Con más serenidad y experiencia que cuando visitó el Festival en 2009, Luis Fonsi arrancó con Me Gustas Tú una llamativa puesta en escena, rodeado de diez bailarines y cantando y moviéndose con un estilo que recuerda, salvando las distancias, al de su compatriota Chayanne.El intérprete explotó esta fórmula en canciones como La Mentira o Por Una Mujer, y combinó además sus temas de amor y desamor, o "cortavenas" como él mismo las llama, con mensajes llenos de optimismo.Quisiera Poder Olvidarme De Ti , Tu Amor, Aunque Estés Con Él, Quiero Amarte hoy o su gran éxito Llueve Por Dentro pusieron a cantar a todo el auditorio, repleto de fieles seguidoras, que irrumpían en desconsolados gritos de histeria.Inmerso en la gira de su último disco, Tierra Firme, el artista hizo un repaso por toda su carrera, desde la primera canción que sonó en Chile, Imagíname Sin Ti , hasta Gritar, un sencillo de su más reciente álbum.Fonsi provocó uno de los momentos más intensos de la velada cuando apareció por sorpresa en una tarima ubicada en medio del anfiteatro, donde interpretó "Se supone" rodeado de sus seguidoras, que después le pusieron en apuros en su tumultuoso regreso al escenario principal.El optimismo se coló de la mano de Abrazar La Vida y Respira, tras la cual los presentadores le permitieron tomarse una pausa para recibir dos antorchas, una de oro y otra de plata, entre las muestras de nerviosismo y emoción del cantante.Echó entonces mano de sus éxitos más sonados, Aquí Estoy Yo, No Me Doy Por Vencido y Claridad, versión del tema de Umberto Tozzi, para adjudicarse también una gaviota de oro y otra plata ante el clamor del público, que no quería dejar escapar a su ídolo.Tras él llegó la final de la competencia internacional, a la que llegaron los representantes de Italia, México y Panamá, pero cuya premiación fue postergada hasta este lunes en solidaridad con los damnificados de un incendio que ha afectado a varias casas en Viña del Mar.RosanaSin pausa ni descanso, los presentadores dieron entonces paso a Rosana, que no pudo comenzar a cantar de inmediato porque los equipos no estaban aún conectados, y se las vio y se las deseó para entretener al público, al que incluso contó un chiste para intentar contrarrestar las pifias.En la rueda de prensa posterior al concierto, Rosana restó importancia al percance. "Estas cosas pasan porque no se hace playback. Realmente no había sonido, pero no fue culpa de nadie, fue un poco de descoordinación por parte de todos", dijo.Pero sin duda el error técnico que sufrió la española dejó en agua de borrajas el sufrido dos días atrás por el ítalo-belga Salvatore Adamo, que cuando arrancó a cantar se percató de que su micrófono no funcionaba.Aun así, y como hizo el propio Adamo, Rosana mezcló las dosis justas y, con su voz dulce y melodiosa y la garra de su temperamento, logró no solo amansar al "monstruo", sino hechizarlo y convertirlo en su cómplice.Con Mi trozo De Cielo, Aquel Corazón o Llegaremos A Tiempo, la canaria fue caldeando el ambiente y ganándose a un público que al principio la miraba con respeto pero con poco entusiasmo, fruto probablemente de la distancia generacional.Pero Rosana echó mano de su mejor arma, la calidez, y se dio un baño de masas con El talismán, Contigo y A Fuego Lento, éxitos que catapultaron su carrera, y que interpretó mientras repartía besos y abrazos entre el público, para bailar después en el escenario junto al jurado del certamen.El auditorio se lo agradeció con dos antorchas y los presentadores dieron rápido paso a la publicidad, pero el monstruo siguió protestando y, a la vuelta de los comerciales, no tuvieron más opción que darle la gaviota de plata, conquistada a base de tesón, calidez y esfuerzo.Prince RoyceEl artista estadounidense de origen dominicano Prince Royce elevó la temperatura de la fresca noche de Viña del Mar y, con su versión renovada de la bachata, convirtió el auditorio de la Quinta Vergara en una auténtica pista de baile propia del Caribe.A sus 23 años, este exvendedor de teléfonos móviles del Bronx neoyorquino aguantó la presión de actuar por vez primera ante el exigente público del certamen y, a pesar de su poca experiencia, entusiasmó a sus jóvenes seguidoras que lo elevaron al limbo al premiarlo con tres galardones.En una actuación de poco más de una hora de duración, Geofrrey Royce Rojas Pina, conocido por los designios comerciales como el “Príncipe de la bachata", repasó las canciones de su primer disco, con el que en 2010 obtuvo la bendición tanto de crítica como de público, y ofreció además un aperitivo de algunos de los temas de su segundo álbum que se publicará el próximo abril.El neoyorquino cerró la penúltima noche del festival y la presencia previa de artistas más consolidados no pareció afectarle y a las 01:55 (04:55 GMT) salió con seguridad al escenario y se presentó con Ven Conmigo, tema que el pasado año editó junto a una de las voces más respetadas del Reggaeton, el puertorriqueño Daddy Yankee.Aunque en directo aún denota una cierta inseguridad debido a su falta de experiencia, Royce no rehuyó el contacto con sus entregadas "fans" y buscó cautivarlas con piropos constantes. Y eso es lo que precisamente hizo antes de desgranar El Amor Que Perdimos."Es una canción muy triste. Por canciones como estas no consigo estar con ninguna mujer. Estoy buscando una mujer que me cuide que me consuele", dijo ante el griterío histérico de todo el anfiteatro.Royce aprovechó la velada para probar como suenan en vivo algunos de los temas que figuraran en su nuevo álbum.Así, con Te Vas, Incondicional y Addicted confirmó que ha escogido la misma fórmula que su primer trabajo: letras eminentemente románticas aliñadas con el ritmo siempre eficaz de su bachata urbana.Para reactivar el ánimo, eligió Corazón Sin Cara, una alegoría a la belleza femenina, que se convirtió en uno de los clímax de la noche, tanto por la devoción del público como por las ganas del artista en cantarla.Al terminar Rechazame, Royce recibió el reconocimiento del certamen al recoger dos antorchas, de plata y de oro, a las que se le unió una gaviota de plata ante la insistencia del hoy menos fiero "monstruo" de Viña del Mar.Con una sonrisa de oreja a oreja, continuó con el pegadizo tema Las Pequeñas Cosas y El Verdadero Amor, que grabó con el grupo mexicano Maná y añadió de esta manera una pizca de rock a su ritmo tropical.Royce repitió con una versión un poco más movida de Corazón Sin Cara y puso el punto final en un concierto en el que se confirmó como la bocanada de aire fresco que necesitaba una edición en la que han reinado los clásicos.

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