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Jeff Bezos, creador de Amazon. | Foto: Foto: Especial para el El País

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Jeff Bezos y la expansión de su fortuna en el 2020, la historia de uno de los hombres más ricos del mundo

En 2020 el fundador de Amazon y dueño del Washington Post, el hombre más rico del mundo, expandió aún más su poderío. Esta es su asombrosa historia.

13 de diciembre de 2020 Por: Redacción de El País

Esta no es la historia de un millonario convencional. Es la historia del hijo de una adolescente de 17 años de edad, madre soltera de Albuquerque, Estados Unidos, a quien casi expulsan de la escuela cuando supieron que estaba embarazada. ¿El padre del niño? Un joven sin grandes aspiraciones, que actuaba en un grupo de circo a cargo del monociclo.

Los chicos se separaron tras el nacimiento de Jeff, cuyo apellido “Bezos” viene de su padrastro cubano, Miguel Bezos, un refugiado que llegó a Estados Unidos con 17 años de edad, huyendo de la dictadura castrista, y cuya única posesión era la ropa andrajosa que trajo puesta en su huida.

¿Cómo un ser humano que llega al mundo en tan curiosas condiciones se convierte en el hombre más rico del planeta? El fundador de Amazon, el propietario de The Washington Post, el hombre que inspirado en la NASA quiere lograr que las empresas produzcan sus desechos fuera del planeta; el empresario que según Forbes superó los 200.000 millones de dólares y quien más empleo ha generado en el mundo en los últimos diez años.

Parte de la respuesta sobre la visionaria personalidad de Jeff Bezos está en la película Star Trek, en Walt Disney, en los libros de Isaac Asimov. Y por supuesto en el abuelo materno, Lawrence, gran influencia de vida.
Lawrence, como bien lo relata el periodista y biógrafo Walter Isaacson, era oficial de marina y había ayudado a desarrollar la bomba de hidrógeno. Fue quien le enseñó al pequeño Jeff el amor por la tecnología y la ciencia.

“Juntos esterilizaban el ganado, construían molinos de viento, instalaban tuberías y mantenían grandes conversaciones sobre las fronteras de la ciencia y los viajes espaciales”, escribe Isaacson en el libro recién desembarcado ‘Crea y divaga, vida y reflexiones de Jeff Bezos’.

Ver por televisión la llegada del hombre a la luna fue un detonante para Bezos, en la infancia, y como buen fan de la saga Star Trek, de esos que se saben los diálogos de memoria, se aficionó a los computadores.
Curiosamente su sueño de colonizar el espacio exterior viene de allí, y de su preocupación por la escasez de recursos naturales del planeta, el calentamiento global, la contaminación, y todos los factores de alarma que otros millonarios como Donald Trump niegan con vista corta y espíritu anticiencia.

Aparte de Star Trek, Bezos fue gran admirador de Walt Disney, otro empresario con infancia compleja que llevó su visión a una escala descomunal que transformó el mundo. Y cuenta Isaacson que las novelas de Isaac Asimov son idolatradas por Bezos, quien tiene una clave personal para el éxito: humanismo y tecnología. No concibe una sin la otra.

Es el tipo de visionario que, como Steve Jobs, admira la imaginación y el ingenio que inflaman el arte, el cine, la literatura. No se trata entonces de un técnico frío, sino de un adulto que tiene vivo al niño interior y cita a Einstein cuando dice “la imaginación es más importante que el conocimiento”.

Cuando se graduó de su escuela, le pidieron dar el discurso de grado por sus extraordinarias notas, “Jeff habló de colonizar planetas, de construir hoteles espaciales y de salvar nuestro frágil planeta trasladando las fábricas al espacio exterior. Y cerró su discurso con la siguiente frase: ‘El espacio es la última frontera, ¡nos vemos allí!”, relata Isaacson en el libro ‘Crea y Divaga’, editado por Paidós Empresa.

Bezos no mostró grandes condiciones para la Física y se cambió a Ingeniería Electrónica y Ciencias Informáticas, en la Universidad de Princeton. Fue su padrastro cubano quien retiró los ahorros de una vida entera para dárselos al recién graduado hijastro.

Bezos invirtió el dinero de retiro de sus padres en el nebuloso mundo de Internet, que dejaba a muchos quebrados pues nadie sabía todavía en qué derivaría o cómo se comportaría este nuevo sector.

Como era buen lector, Bezos inventó una empresa digital que llevara libros a domicilio, y la llamó Cadabra, pero como en inglés se confundía con el sonido de Cadáver, optó por Amazon.

Time lo eligió personaje del año en 1999, justo antes de una época oscura para el negocio de Internet, pero supo resurgir del fracaso y en pocos años no solo regresó su riqueza sino que multiplicó los rendimientos de la compañía al expandir los productos que ofrecía.

Oír lo que quieren sus clientes, y estar obsesionado con el servicio, aunque le cueste oposiciones de los accionistas de sus compañías, son base de su secreto, como lo revela en las entrevistas que concede y en los bien narrados informes que manda a sus inversionistas, pues tiene la creencia de que las diapositivas no sirven de nada. Sus empleados (y él mismo) redactan mensajes que inspiren, pues cree que escribir bien es pensar bien.

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Amor y delirio

Pero si los negocios van viento en popa, el mundo del amor también ha estado agitado.

Hubo revuelo mundial cuando un diario sensacionalista reveló las fotos y los mensajes íntimos entre el presidente de Amazon (casado hace 25 años) y Lauren Sánchez, presentadora de televisión y empresaria de Nuevo México, quien al empezar su relación sentimental con Bezos estaba casada con un agente de talentos de Hollywood llamado Patrick Whitesell.

El 9 de enero de 2019, sabiendo que la publicación saldría la luz en pocos minutos, a través de Twitter Jeff Bezos y Mackenzie Tuttle anunciaron su divorcio. Ella, quien acompañó a Bezos desde los inicios de la empresa, se quedó entre otras con el 4 % de las acciones de Amazon, lo cual basta para convertirla en una de las 30 personas más ricas del mundo.

Las fotos y mensajes entre Bezos y su nueva novia (quien vuela helicóptero y es dueña de Black Ops Aviation), fueron revelados por el tabloide estadounidense The National Enquirer. En uno de los apartados Bezos le dice “Te amo, chica vivaz, pronto te mostraré mi cuerpo, mis labios y mis ojos”. Otros son mucho más explícitos.

Se especuló al comienzo que quien vendió la información fue el hermano de Lauren, Michael Sánchez. Y este dijo, para defenderse de las acusaciones, que fue el propio Bezos quien filtró los mensajes polémicos, lo cual tiene poco sentido. ¿Por qué querría Bezos ver sus fotos semi desnudo en los diarios sensacionalistas? Al final, Michael perdió la demanda que instauró contra Bezos, por difamación.

De Forbes y Time, las noticias sobre la vida de Bezos se desplazaron a People y The Daily Beast. Y como si de una novela de suspenso político se tratara, algunos sostienen que Michael Sánchez, publicista cercano a la gente de confianza de Donald Trump, hizo parte de una retaliación contra Bezos, cuyo diario The Washington Post fue eterno contradictor del presidente. Aparte, el dueño de The National Enquirer es gran amigo de Trump. ¿Coincidencia?

No obstante Bezos, quien compró The Washington Post para evitar que desapareciera este gran ícono, no interfiere en la línea editorial.
Pasada la tormenta mediática, cada pareja siguió adelante con su proceso de divorcio. Hoy Lauren, de 49 años, y Bezos, de 54 años, se dejan fotografiar en público sin reparos, incluyendo una visita al romántico Taj Mahal.

Reglas de vida

Estas, según el biógrafo Walter Isaacson, son algunas de las las claves del éxito de Jeff Bezos*:

1. Pensar a largo plazo: no tomar decisiones al calor de las acciones del momento o las reacciones de Wall Street a corto plazo.

2. Obsesionarse con los clientes: ofrecerles la mejor experiencia de compra y servicio al cliente, facilitando y simplificando el proceso.

3. Empleados: “Sería imposible obtener resultados positivos en un ambiente tan dinámico como Internet sin gente extraordinaria”, escribió el propio Bezos en una de sus cartas a sus inversionistas, en 1998. Su lema: “Trabaja duro, diviértete, haz historia”.

4. Hacer negocios con misioneros, no con mercenarios: antes de hacer negocios con alguien o adquirir una compañía, Bezos estudia a la persona para saber si está realmente interesada en prestar un servicio altruista, o si solo le interesa ganar dinero y poder.

5. Contrata superestrellas: al contratar, Bezos se pregunta “¿En qué faceta esta persona podría llegar a ser una superestrella?”, si su genialidad no mejora la compañía al menos la hará más interesante, explica el empresario.

6. Valores democráticos: Bezos se metió en problemas por la línea editorial anti Trump de The Washington Post, pues dificultó sus contratos con el Estado. Aún así, no intervino.

*Del libro ‘Crea y Divaga, vida y reflexiones de Jeff Bezos’.

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