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Fabiola Posada y Nelson Polanía presentan 'Sin peros en la lengua', una comedia sobre parejas

Fabiola Posada y Nelson Polanía presentan sin peros en la lengua, una comedia sobre las parejas, en el teatro jorge isaacs, el 4 de octubre, a las 8:00 p.m. Siguen "enhumorados" y hablaron con El País de su relación.

3 de octubre de 2012 Por: Isabel Pelaéz | Reportera de El País.

Fabiola Posada y Nelson Polanía presentan sin peros en la lengua, una comedia sobre las parejas, en el teatro jorge isaacs, el 4 de octubre, a las 8:00 p.m. Siguen "enhumorados" y hablaron con El País de su relación.

Fabiola Posada ‘La gorda Fabiola’ da el secreto para ser una pareja feliz. Lo que ocurre tras bambalinas, antes y después de cada función.“Soy un papá súper estricto”: Nelsón Polanía 'Polilla'¿Qué otras temáticas tratará la obra, además de la vida en pareja?Además de los temas de actualidad que tienen que ver con el matrimonio, hacemos un recorrido con los personajes que han tenido importancia en la política en los últimos 20 años en nuestro país con las imitaciones que yo hago en La Luciérnaga y en NP&. Hablamos de la economía del país.¿Cómo ha cambiado su vida y su carrera artística teniendo como pareja a ‘La gorda Fabiola’?En general el humor me ha dado un giro muy grande a mí en la vida, porque yo era profesor de inglés, español y literatura en la universidad y el humor me dio un vuelco y vino acompañado de todo, de una nueva carrera, una nueva vida, una nueva esposa, me ha dado un giro muy positivo para mi vida. ¿Qué es lo más irónico de estar casado con una humorista?Lo más irónico es que somos una pareja normal y corriente, que también se nos salta la piedra y toca mejor dicho...Sí, cuando ‘La gorda’ explota es muy jodida...¿Por qué le gusta hacerle tantas bromas? A ella no le hacen mucha gracia.Eso dice ella, que no le hacen gracia mis bromas, pero sí, todo el tiempo estamos dispuestos a reírnos un poco de la vida, para no hacerla tan cuadriculada. Un matrimonio es eso, el humor y el amor.¿Cuál es la broma más pesada que ella le ha hecho?Decirme que estaba embarazada y estaba embarazada de verdad (Risas).¿Es muy estricto como papá? ¿Cómo hace para que su hijo sí lo tome en serio?Sí, yo sí soy súper estricto, ella es muy laxa. Él me toma en serio, porque yo he sido el responsable de la crianza y él sabe cómo es la situación conmigo, siempre me ha respetado mucho desde pequeñito. Ahora tiene 12 años y está entrando a la adolescencia, pero él sabe que con una mirada mía...¿Cuál es su labor en el hogar?La labor mía básicamente es mi hijo. Y Fabiola se encarga más del mantenimiento, de estar pendiente de que la casa se mantenga bien arreglada.¿Y el control de la casa quién lo tiene?Entre los dos. El control del televisor si lo tiene ella, aunque tenemos una zona neutral, que es en medio de los dos, en la noche.¿Cuál de los dos tiene menos pelos en la lengua para hablar?Yo creo que Fabiola es más disparatada para hablar, por su condición de costeña, a veces inclusive habla mucho.¿Entre sus planes de pareja está el ir a oír chistes de otros?Sí, cuando hay un buen show nos vamos a ver a los colegas y a reírnos un rato. ¿Por qué los caleños no deben dejar de ir a la obra?Porque irse a reír es una terapia muy rica, es un relax muy grande divertirse durante dos horas en una comedia que incluye imitaciones, música, comedia, en fin, es un show muy variado que ya ha disfrutado mucha gente en Colombia, especialmente en Medellín y en Bogotá.“’Polilla’ me hace bromas”: Fabiola Posada.¿De qué habla ’Sin peros en la lengua’?Somos un par de amigos, de esposos, de comediantes hablando de lo que sucede en su país, durante dos horas, a calzón quitao, en la intimidad, en el camerino. En medio de la comedia recreamos nuestra vida con sarcasmo, con jocosidad y mucha risa, los problemas de una pareja del común, cuando hace mercado, cuando viaja, cuando tiene problemas, cuando tiene hijos. ¿Qué es lo irónico de casarse con un humorista?Lo irónico es tratar de hacer ver la inmensidad del universo de los problemas de una pareja sin siquiera nosotros tenerlos. Cualquiera diría, ‘pasa entre ellos’, pero somos una pareja que se lleva muy bien. Viven enhumorados, ¿cierto?Sí, exactamente (risas).  Nuestra relación nació en el humor y el amor, ya lo que llegue por añadidura lo vamos sorteando. Para funcionar como pareja tenemos cierta claridad en las cosas, especialmente de las finanzas.¿Qué anécdotas ocurren en el camerino?Más que anécdotas es un acto de amor lo que hacemos. Salimos al escenario después de habernos dado un beso tras bambalinas y al final de la función nos volvemos a abrazar y a besar, como diciendo “misión cumplida”. Logramos tal compatibilidad que si alguno se queda en blanco, retomamos sin que lo noten. ¿Con ‘Polilla’ logra el doble de público?Sí desde que ‘Polilla’ apareció en mi vida, hace 15 años (llevamos 11 años de casados), el público nos mira como una sola cosa, ‘el amor de Polilla y la Gorda Fabiola’. Y él tiene unos valores agregados, como es ser un imitador de voces. ¿’Polillita’ sacó esa vena humorística? Es muy pronto para saber, un día me dice que quiere ser astronauta, otro que quiere ser cantante, otro, pintor. Es muy buen estudiante, bastante chistoso. Se llama Nelson Polanía, tiene la cara del papá y el cuerpo de la mamá, es un gordito divino.¿Qué piensa de tener papás humoristas?Vive orgulloso porque en el colegio saben que sus papás son ‘La gorda Fabiola’ y ‘Polillla’ y nos dice: “mamá, papá, me toca aprenderme chistes corticos, buenos, porque todos los días me piden uno”.¿Son los típicos humoristas serios en la casa? Yo trato de ser seria, pero ‘Polilla’ se la pasa haciéndome maldades, todo el día me hace ‘pegas’, me despierta a las 2:00 a.m. porque se sueña con chistes y me río entredormida.¿Cuál es la ‘pega’ que no le ha hecho gracia?En ‘También caerás’. Me dijo que lo acompañara a prender un alumbrado en Navidad, en el barrio el Minuto de Dios, que él llegaba de La Luciérnaga y nunca llegó. Y me pasó de todo, el alumbrado explotó, uno de los niños se cayó, duré tres días con daño de estómago y sin hablarle. Otro día en una función en una botella que debía contener agua, se le dio por hacerme la maldad y la llenó de aguardiente. Eso bajó quemándome, lloré, me atoré, casi me muero, le pegué durísimo.¿Y usted se ha desquitado?Ese día yo tenía que cogerlo del pantalón de sus partes nobles y lo agarré duro para que llorara.

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