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El protagonista de 'Roa', el nuevo filme de Baiz sobre la muerte de Gaitán

Mauricio Puentes, quien interpreta al asesino de Jorge Eliécer Gaitán, tuvo que bajar 30 kilos y lucir 12 años más joven para el papel. Hoy: estreno de ‘Roa’.

9 de abril de 2013 Por: Alberto Posso Gómez | Especial para El País

Mauricio Puentes, quien interpreta al asesino de Jorge Eliécer Gaitán, tuvo que bajar 30 kilos y lucir 12 años más joven para el papel. Hoy: estreno de ‘Roa’.

Mauricio Puentes siempre quiso ser actor. Desde sus primeros pasos era el ‘loquillo’ de la casa, en el hogar formado por Luis Enrique Puentes y Alma Pérez, ambos bogotanos ‘de pura cepa’. En el colegio participó en cuanta obra teatral se le presentara o de lo contrario se las inventaba él mismo.Cuando tenía 6 años, sus padres pusieron a rodar un proyecto que sería determinante en la vida de la familia. Se trata del taller especializado Japomotos, el más antiguo del barrio Teusaquillo, en el corazón de la ciudad, que hoy ya tiene 34 años. Allí, desde personajes de la farándula hasta políticos han llevado sus motocicletas para trabajos particulares.Por eso, aunque su vida siempre ha estado ligada a la dramaturgia, la solidez de la empresa familiar le ha brindado una estabilidad económica poco común en el medio teatral y televisivo. Con los años, fue descubriendo que para entrar a la televisión se requería de determinada altura, belleza o contactos. Y cada vez se fue ligando más al teatro y a la dirección de actores. Hoy, a sus 40 años de edad, la caracterización de Juan Roa Sierra en la nueva película de Andrés Baiz, lo catapultó a una inusitada posición de nueva estrella del cine colombiano. “Estuve en cerca de seis audiciones junto a muchos y muy buenos actores, la competencia fue reñida. No sé muy bien cuáles fueron los criterios que tuvieron en cuenta para correr el riesgo de poner a un completo desconocido frente a un proyecto tan ambicioso como el de ‘Roa’, que altera un poco la realidad que conocemos sobre ‘El Bogotazo’. Pero bueno, tuve un año para prepararlo y estoy fascinado con todo lo que ha pasado”, dice este bogotano que se ha tenido que acostumbrar a los flashes y a las entrevistas.En medio de una apretada agenda y antes del estreno hoy de ‘Roa’ en todas las salas de cine del país, Mauricio Puentes reservó tiempo para hablar con El País.¿Qué es lo más llamativo de esta nueva vida?Ha sido como un sueño, desde que tuve la certeza de que haría la película. Una oportunidad única de proyectarme y dar a conocer mi trabajo. Pienso que el teatro es la mejor escuela, la televisión el mejor campo de entrenamiento pero, en definitiva, el cine es una graduación. Espero que ‘Roa’ me sirva para seguir haciendo cine, pero sigo amando el teatro y también espero seguir trabajando en la dirección de actores. Hace poco estuve en la Universidad de Magdalena dictando el conversatorio ‘El director y sus actores’. Es muy importante generar en los nuevos directores nuevas destrezas en el campo específico de la dirección de actores.¿Qué aspectos de su papel resaltaría?Muchos. La inocencia y los cambios de estado de ánimo fueron retos interpretativos muy interesantes. Físicamente, tuve que prepararme para aparentar 28 años (la edad del personaje), rebajar 30 kilos, hacer tratamientos para la piel y dejar a un lado el ejercicio para no mostrarme ‘marcado’. En las anécdotas del rodaje, mi mayor susto fue verme 300 kms. arriba del suelo, en la escena del casi suicidio de ‘Roa’ en el Salto del Tequendama. Estaba amarrado con cuerdas de seguridad, todos estábamos muy asustados, incluyendo al equipo técnico.De Andrés Baiz, ¿cuál considera su mejor cualidad?La capacidad que tiene para descifrar tanto a sus personajes como a los actores que elige. Pienso que es de los pocos directores capaces de estudiar a los intérpretes para encontrar el detonante justo, tanto físico como psicológico, y aprovechar lo mejor de cada uno.De Catalina Sandino... ¿aprendió algo concreto?La película se hizo en tiempos muy precisos. No hubo tiempo de compartir, trabajamos en un modelo gringo que sólo nos permitió vernos en el set. Así que no puedo decir que haya escuchado de ella, sobre su carrera en Hollywood u otras cosas. Nosotros nos vimos solamente como María y Juan.Usted viene del teatro e incluso fue fundador de una escuela...Sí, pero no quisiera hablar de nombres de escuelas porque en el camino las cosas han cambiado. Yo insisto en agradecerle a Fabio Rubiano, mi maestro en muchos aspectos de mi carrera. Es una persona que hace televisión para poder montar sus obras a su libre elección, sin consideraciones de ninguna clase. Es un artista arriesgado y eso lo hace muy admirable.¿Qué opina de la diferencia entre el teatro independiente y el comercial?Creo que en este momento en Bogotá sólo hay dos grupos que conservan la esencia teatral: La Maldita Vanidad de Jorge Hugo Marín y el Teatro Petra, de Fabio Rubiano. Sin embargo, yo entiendo muy bien por qué se hace teatro comercial. De hecho, trabajé varios años con Fanny Mikey en el Teatro Nacional, en ese tiempo aprendí cómo funciona la industria y que cuando se trata de vivir algo, es preciso contar historias más livianas y con actores muy famosos. Y esa misma diferencia, pero en el cine...En Colombia, el cine de verdad lleva 20 años, mientras en otros países lleva cien años. El trabajo de algunos cineastas como Óscar Ruiz Navia (‘El vuelco del cangrejo’) o Jhonny Hendrix (‘Chocó’), es muy admirable. Ganan premios en festivales, mucha gente afuera de Colombia está lista para aplaudir sus trabajos, pero lo malo está en que el público no ha sido educado para este tipo de propuestas. Pienso que lo importante de un cineasta es la honestidad, contar sus propias historias al margen del resultado en taquilla.¿Con cuál director colombiano le gustaría trabajar?Con el caleño Carlos Moreno. Ya tuve la oportunidad de estar en la serie ‘Escobar, el patrón del mal’ y me parece que es uno de los mejores en su oficio. Es una persona muy talentosa y de gran integridad.

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