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El vestuario de 'Hechizo, un relato nacional' exalta el folclor colombiano y se inspiran en el colorido de las principales festividades del país. | Foto: Foto: Cortesía para El País

DELIRIO

Diseños de vestuario, el otro 'hechizo' de la nueva temporada de Delirio

La magia de cuatro diseñadores y de decenas de confeccionistas está detrás de ‘Hechizo, un relato nacional’. Alfredo Barraza, Jhon Mesías, Camilo Zamora y Wendy Perea, los artífices de un vestuario delirante.

25 de mayo de 2017 Por: Redacción de El País 

Detrás de la nueva puesta en escena de Delirio, ‘Hechizo, un relato nacional’, está la mano de obra de 4 diseñadores y 25 confeccionistas que durante dos meses y medio se dedicaron con juicio a crear y a elaborar los 249 vestidos que llevan los artistas.

Todos exaltan el folclor colombiano y se inspiran en el colorido de las principales festividades de cada uno de los departamentos de Colombia.

Alfredo Barraza, Jhon Mesías, Camilo Zamora y Wendy Perea son las mentes creativas detrás del vestuario. Barraza hizo el traje de la protagonista, de Viviana Vargas, quien hace de la Viuda, un diseño en tono plata adornado con más de 6 mil cristales Swarovski, que genera luz y movimiento.

Por segunda ocasión, el barranquillero aporta su talento para una puesta en escena de Delirio, ya lo había hecho en ‘Vaivén, sueños de vapor’.

Mesías creó un vestido para la cantante Lorena Urrea, que se convierte en otro, cuando ella sale de escena. “Son prendas fluidas, elaboradas con finos detalles de la alta costura. Se recrean faldas utilizadas en danzas folclóricas como el currulao, la cumbia y el sanjuanero y la parte superior está rebordada a mano con cristales Swarovski dándole forma de manglar, en colores rojo, ocre y tonos piel”, explica el diseñador.

Por su parte, Wendy y Camilo diseñaron 29 vestidos, cada uno. Para esta producción se incrementó el número de trajes, en la pasada fueron 144. En esta, como se cuenta con una banda de guerra compuesta por 40 músicos se aumentó la cantidad de trajes.

Solamente en el traje de Diablo de Camilo se utilizaron 30 rollos de cinta. “Este vestuario para nosotros tuvo un proceso de investigación muy interesante. Nos inspiramos en nuestras raíces folclóricas para llevarlas a looks más modernos. En Delirio todo se permite, por ejemplo, que el traje de bambuco de las mujeres muestre el abdomen, que trajes de currulao y de cumbia tengan transparencias y que se baile en tacones”, cuenta Zamora, quien lleva 9 años como bailarín de Delirio y 8 como diseñador.

Pero eso sí, María Ofelia Mosquera, coordinadora del colectivo de vestuario, le enseñó a Zamora a repartir sus labores, desde por la mañana hasta antes de las 6:00 p.m. es diseñador, pero después de esa hora se concentra en su baile.

“El trabajo de la Fundación Delirio se sustenta en una labor de investigación de campo, en la que se exploran todas los ejes temáticos, se documentan contenidos y se hace el análisis de cada cuadro escénico, partiendo de unas líneas conceptuales, para que el vestuario armonice con el colorido escenográfico y tenga brillo, movimiento y mucha luz, acordes con el concepto de Delirio. Aquí se exaltan los trajes del folclor y se les rinde un homenaje desde la fantasía”, precisa la coordinadora del colectivo de vestuario, María Ofelia Mosquera.

Camilo y Wendy aseguran que: “en los diseños que componen la colección de la obra, se manejan conceptos multiculturales y étnicos que los hace muy notorios, con una base textil en velos, encajes livianos y mucho brillo para exaltar la figura de los bailarines y facilitar sus movimientos en escena”.

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