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Homenaje. Hace 14 años se erigió un busto del exministro Rodrigo Lloreda, el cual fue elaborado por uno de los sargentos de la base militar. | Foto: Foto: Bernardo Peña - El País

CALI

17 años del Batallón de Alta Montaña que vigila a los Farallones

Hace 17 años fue instalado como parte estratégica de la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico el Batallón de Alta Montaña No. 3, Rodrigo Lloreda Caicedo, con destacables logros para la seguridad en zona rural de varios de los municipios del Valle y norte del Cauca, y la movilidad de carga por la vía al mar.

24 de mayo de 2020 Por: Redacción El País

Antes de ese 5 de mayo del 2003, el tráfico de drogas, el trasegar de guerrilleros, el paso de secuestrados y el ir y venir de las armas eran tan propios del paisaje natural de los Farallones como los ficus, las bromelias, el roble y el comino crespo.

El mayor ecosistema de flora y fauna de la región no era más que un seguro corredor de movilidad para las columnas móviles Miller Perdomo y Libardo García, el Frente Urbano Manuel Cepeda Vargas y el Frente 30 de la extinta guerrilla de las Farc.

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Por allí los grupos guerrilleros salían a atracar e incendiar tractomulas en la vía al mar, tenían un corredor del narcotráfico hacia el océano Pacífico y movilizaban a las víctimas de secuestro en el occidente del país.

Pero fueron justamente tres de sus operaciones más sonadas las que terminaron sentenciando el accionar delictivo sobre este sector de la cordillera Occidental: los secuestros de La María y del kilómetro 18, perpetrados por el ELN y el de los doce diputados del Valle del Cauca que orquestaron las Farc.

"El Batallón de Alta Montaña Dr. Rodrigo Lloreda Caicedo ha conseguido en un 99% la tranquilidad en el transporte sobre el eje vial Alejandro Cabal Pombo (vía al mar) por donde se mueve el 85% de las importaciones y exportaciones del país", Coronel Henry Mauricio López, comandante de la Tercera Brigada

La estrategia del Gobierno les cerró el paso a todas las modalidades de delincuencia con la inauguración ese 5 de mayo del 2003 del batallón que hace honor al exministro de Defensa Rodrigo Lloreda Caicedo.
Este Batallón fue fundado, recuerda el coronel Henry Mauricio López, comandante de la Tercera Brigada del Ejército, por decisión del comando castrense en cumplimiento del llamado Plan de Seguridad Democrática del Gobierno Nacional.

“El propósito era restituir y controlar el orden público en la zona de Farallones de Cali, altamente influenciada por la presencia de guerrilla y narcotraficantes. La necesidad estratégica del Ejército de neutralizar el corredor de movilidad de las organizaciones narcoterroristas hacia el sur del país”, señala el alto oficial.

La emisora que emite desde el Batallón de Alta Montaña Rodrigo Lloreda C. tiene variada programación las 24 horas y su señal alcanza hasta 250 kilómetros de distancia.

Durante los 17 años que lleva en operación, el Batallón de Alta Montaña ha mejorado ostensiblemente la seguridad en municipios como La Cumbre, Dagua, el área rural de Cali y de Jamundí y e Buenaventura, entre otros.

Pese a que no alcanza aún la mayoría de edad, le ha brindado tranquilidad a empresarios, disminuido notablemente el número de secuestros en su zona de influencia, cerrado la facilidad con la que venía operando la minería ilegal y ha permitido que el complejo hidroeléctrico ubicado en el sector del bajo Anchicayá opere las 24 horas sin interrupciones ni los problemas de orden público que había en el pasado”.

Otra lucha estratégica

Pero la batalla no se ha librado solo con las armas. Mediante un trabajo social y estratégico el batallón de Alta Montaña ha erradicado de su zona de influencia el descrédito que los grupos armados ilegales habían sembrado en las comunidades en contra de las tropas.

“Nuestra mayor responsabilidad en la actualidad es garantizar la seguridad de algunos de los municipios y áreas golpeados históricamente por la violencia: Jamundí, Buenaventura, Dagua, los Farallones de Cali, entre otros, como también garantizar la seguridad, protección a infraestructura vial crítica como lo son la vía Cabal Pombo y la Simón Bolívar”, agregó el Comandante de la Tercera Brigada.

Las mayores amenazas o factores de inestabilidad que enfrentan en la actualidad, según el coronel López, “son principalmente los grupos armados organizados residuales como las disidencias de las Farc, grupos armados organizados como los GAO, el narcotráfico y la explotación ilícita de yacimientos mineros”.

Obligados a reinventarse

El Batallón de Alta Montaña No.3 Rodrigo Lloreda Caicedo además de ser fundamental en la contención de la criminalidad en esta zona del país, es también una estructura en continua reinvención.

Lo demostró el 20 de septiembre del 2011 cuando empezó a patrullar la onda hertziana a través de ‘Colombia Estereo’ en el 107.1 de la FM desde la vereda El Diamante, en el corregimiento de Felidia, como otra forma de avanzar en la lucha contra el crimen.

Para entonces el sargento González invitaba a diario a ‘Cristian’, a ‘Efrén’, a ‘Gallo Blanco’ y a ‘Mula Rica’, cabecillas de las estructuras armadas que operaban en la zona a desmovilizarse y volver a la vida civil.

1000 hombres conforman hoy el Batallón de Alta Montaña No.3 Rodrigo Lloreda Caicedo.

La emisora ha servido, además, para alertar a la comunidad sobre el riesgo de reclutamiento de sus hijos, prestar servicio social y para permitir un acercamiento con la comunidad.

Pero quizá una de las labores fundamentales hoy en día es la que vienen realizando en el Parque Nacional Natural Los Farallones para contener el ataque feroz de la minería ilegal en el corazón de la montaña.

Allí fue instalada desde octubre del 2005 una base militar que ha servido de respiro a la vegetación y especies de fauna que habían sido desplazados desde muchos años atrás por el ruido de las motosierras y el impacto de los explosivos con los que escarban el corazón de la cordillera.

Hace poco el Batallón de Alta Montaña realizó una actividad con la comunidad del sector de la Delfina, en Buenaventura. Se hizo Cine al Parque, jornada ambiental y juegos con los niños.

Una unidad estratégica que ha permitido también la planificación y el trabajo de los funcionarios de Parques Naturales, quienes tenían limitado su acceso a los principales picos de la ciudad por temor a las organizaciones que controlan la minería ilegal.

Un nuevo aire que también agradecen los propietarios de fincas y predios en la zona de influencia del batallón, donde hace 17 años volvió a campar la tranquilidad y la calma.

Desde lo alto

  • El Batallón de Alta Montaña Número Tres, Rodrigo Lloreda Caicedo, tiene a su cargo la vigilancia de 23 corregimientos.

  • Entre las zonas que están bajo su responsabilidad, entran San Francisco del Naya y Aguas Claras, sectores que hacen parte de Buenaventura, y Villa Colombia y San Antonio, en la zona alta de Jamundí.

  • Esta unidad militar, un complejo de 69 hectáreas, fue ubicado justo en el medio de lo que hasta ese momento era uno de los santuarios que en la región tenía el 30 Frente de las Farc, a 2.275 metros de altura.

  • Hace cinco años, y a raíz de los efectos generados por la minería ilegal de oro en la zona alta de los Farallones, la Tercera Brigada del Ejército instaló una base militar en la zona alta de la montaña, justo donde nace el río Cali.

  • Entre las zonas de mayor protección están Anchicayá, El Saladito, El Queremal, Tocotá y toda la vía antigua al mar, entre otras.

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