Economía
Inversión extranjera en el e-commerce: la mirada sobre Latinoamérica
El comercio electrónico en Latinoamérica dejó de ser un fenómeno local para transformarse en un punto de interés para inversionistas extranjeros. La experiencia de Evo Consultora refleja la importancia de ese acompañamiento.
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1 de oct de 2025, 04:42 a. m.
Actualizado el 1 de oct de 2025, 04:43 a. m.
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Empresas y particulares de Estados Unidos y Europa observan con atención a un mercado que, aunque marcado por la inestabilidad, muestra un crecimiento sostenido en la digitalización del consumo. En medio de ese escenario, la experiencia de jóvenes emprendedores como Leandro López ofrece un ejemplo concreto de qué oportunidades existen y qué desafíos persisten en la región.
A los 23 años, López fundó Evo Consultora tras consolidarse en Mercado Libre, la plataforma líder en Argentina, Brasil y México. Su recorrido fue todo menos lineal: comenzó con marketing de afiliados, pasó por trading, arbitraje, Amazon FBA, copytrading, dropshipping y hasta un primer intento fallido en Mercado Libre. Cada etapa le mostró sus limitaciones hasta que, al volver a enfocarse en la plataforma, entendió que había encontrado el modelo de negocio correcto. Con esa experiencia creó un espacio para acompañar a otros emprendedores, primero en Argentina y ahora con una mirada regional.
“Cada vez más estadounidenses consultan sobre cómo vender en plataformas latinoamericanas. Lo ven como un terreno menos saturado que su propio mercado, aunque con barreras legales y logísticas que no siempre dimensionan”, explica López.
Las cifras confirman ese atractivo. De acuerdo con un informe de eMarketer, Latinoamérica fue en 2022 la región con mayor crecimiento porcentual en ventas online a nivel global, superando incluso a Asia en ritmo de expansión. La penetración de plataformas como Mercado Libre y la rápida adopción de medios de pago digitales explican buena parte de esa tendencia. Para los inversionistas extranjeros, la región ofrece dos ventajas principales: un mercado en expansión y una competencia aún menor en comparación con Estados Unidos o Europa.
Pero el entusiasmo convive con riesgos. López advierte que las trabas burocráticas y la falta de infraestructura son los principales desafíos para quienes buscan operar desde afuera. “Es posible vender desde otro país, pero hay que conocer las normativas locales, entender la logística y adaptarse a un consumo que tiene características propias en cada mercado”, afirma.
El caso argentino ilustra esa complejidad. Mientras el comercio electrónico bate récords de ventas año tras año, la inflación y las regulaciones generan incertidumbre. Esa dualidad obliga a los emprendedores a ser flexibles y creativos. Para los extranjeros, representa una dificultad adicional: no basta con invertir capital, es necesario contar con socios locales que conozcan el terreno y puedan anticipar los cambios de reglas.
La experiencia de Evo Consultora refleja la importancia de ese acompañamiento. Más de 35 casos de éxito documentados muestran cómo la profesionalización puede marcar la diferencia en un ecosistema todavía inmaduro. López insiste en que el error más común, tanto de locales como de extranjeros, es subestimar la necesidad de procesos claros. “Un negocio online no es solo subir productos a una plataforma. Hay que organizar inventarios, fijar precios inteligentes, cuidar la atención al cliente y sostener la reputación. Esa es la única forma de crecer en el tiempo”, resume.
El creciente interés extranjero también despierta debates sobre la competencia local. Algunos analistas advierten que la entrada de capital foráneo podría desplazar a pequeños vendedores si no existen reglas claras que protejan la diversidad del ecosistema. Otros, en cambio, sostienen que ese flujo de inversiones puede impulsar mejoras en infraestructura, logística y servicios financieros, acelerando la maduración del sector.
Para López, la cuestión está en equilibrar ambas dimensiones. “La llegada de inversores extranjeros es una señal de que la región tiene potencial. Pero para los emprendedores locales es también un llamado a prepararse mejor. Competir en este escenario exige organización y visión de largo plazo”, asegura.
El futuro del e-commerce latinoamericano parece jugarse en esa tensión entre oportunidad y dificultad. Mientras las ventas siguen creciendo, los emprendedores locales buscan afianzarse en un entorno cada vez más competitivo, y los inversionistas extranjeros tantean un terreno atractivo pero desafiante. La región tiene consumidores dispuestos y plataformas consolidadas; lo que falta es una mayor capacidad para reducir la incertidumbre estructural.
En ese proceso, experiencias como la de Leandro López muestran que no se trata únicamente de detectar un mercado en expansión, sino de aprender a transitarlo con paciencia, método y realismo. Para los locales, esa profesionalización es una condición de supervivencia; para los extranjeros, una condición de entrada. El comercio electrónico latinoamericano, en definitiva, se encuentra en un punto de inflexión: la demanda está garantizada, pero la capacidad de sostenerla dependerá de cómo se organicen quienes decidan formar parte del juego.
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