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Jacobo Tovar Caicedo, director de la Caja de Compensación Familiar, Comfandi. | Foto: El País

COMFANDI

Estos son las nuevas inversiones que hará Comfandi en recreación y educación

Jacobo Tovar Caicedo, director de la Caja de Compensación Familiar, Comfandi, habla sobre las inversiones que emprenderá la organización y los retos que tiene el sector.

7 de octubre de 2018 Por: Francy Elena Chagüendo A / reportera de El País

Cada vez que se comenta en el país la posibilidad de una nueva reforma tributaria vuelve a debatirse el futuro de los recursos que las empresas pagan a las cajas de compensación familiar (el 4 % de su nómina).

No falta quién proponga reducir estos dineros (que suman alrededor de $6 billones al año) o que se inviertan en otros rubros del presupuesto nacional.

Pero Jacobo Tovar Caicedo, director Administrativo de la Caja de Compensación Comfandi, considera que estos recursos, conocidos como parafiscales, no se deben tocar, pues cada vez que alguien le mete la mano a los dineros de las cajas “el que termina perdiendo es el afiliado, el trabajador”, debido a que eso significaría tener menos disponibilidad de dinero para invertir en ellos.

Para Tovar, las cajas de compensación sí deben transformarse, pero se trata de un proceso que debe venir desde adentro para responder a las actuales y sobre todo a las futuras necesidades de los trabajadores colombianos.

Un reciente estudio del Centro Nacional de Consultoría mostró que la Caja de Compensación Comfandi obtuvo 858 puntos en el Índice Global de Reputación (IGR), lo que ubica a esta entidad en los más altos estándares de credibilidad y de mejor reputación por parte de sus diferentes grupos de interés.

Sobre este tema y el futuro de las Cajas habló con El País Jacobo Tovar, quien lleva dos años y medio al frente de esta organización.

¿Para Comfandi qué significa tener la mejor reputación?

Para nosotros es muy importante conocer nuestra reputación y saber cuáles son las expectativas de los usuarios. Los recursos que manejamos tienen connotación pública, pese a que son aportes del sector privado y por eso la medición del IGR (Índice Global de Reputación) es muy importante. Queremos saber cómo nos miran los grupos de interés, gobiernos regional, nacional, entes rectores, afiliados y la comunidad.

¿Y cuáles fueron los resultados?
El indicador tiene una escala y cuando una empresa supera los 850 puntos, como nosotros que obtuvimos 858, significa que tenemos la mejor reputación. A la luz de los estadísticos este umbral es muy difícil de superar, tenemos la vara muy alta y superarla es muy difícil. Ahora nuestra labor es seguir trabajando con coherencia, consistencia para mantener este nivel de reputación.

¿Por qué cree que les va también en temas de reputación?
Somos una organización transparente en el sentido de poner las cosas siempre sobre la mesa. Eso lo reconocen nuestros principales aliados y grupos de interés. No tenemos agendas ocultas, manejamos las cosas de cara al público con comunicación transparente y mostramos lo que hacemos.

También esa reputación se da por los servicios que prestamos, son servicios de alto impacto social y eso construye reputación. Somos una organización que tiene en mente una responsabilidad social grande con la región y participamos en muchos proyectos, somos visibles y eso hace que tengamos un alto reconocimiento.

Hay quienes cuestionan el papel que desempeñan las Cajas, ¿usted cree que es momento para reformar estas entidades?
Este es un tema que siempre está vigente, pero creo que más allá de eso, las reformas y la transformación deben venir de adentro del sistema. Hay unas realidades de a puño y es que la transformación de la sociedad y del modelo económico proviene de la misma demografía.

Por ejemplo, el núcleo familiar nuestro cambió. Las familias grandes ya no existen, hoy tenemos un solo padre con hijos, parejas sin hijos, familias en las que la responsabilidad es con los adultos mayores.

El modelo se transformó por fuerzas del mercado y ahora nosotros
tenemos que mirar qué quieren los afiliados y cómo nos transformamos para atender esas necesidades, pero es algo que debe surgir de nosotros mismos.

¿Cuántos recursos mueven las cajas de compensación en el país?
Según estimaciones del año pasado los aportes del 4 % de la nómina de las empresas sumó casi $6 billones. Comfandi, específicamente, tuvo alrededor de $375.000 millones por este concepto. De estos aportes una parte se destina para los subsidios de vivienda, de educación, recreación y el subsidio monetario. Además hay que hacer unas apropiaciones para unos fondos específicos que ordena la ley.

En nuestro caso, para subsidios se destinan unos $320.000 millones, se deja un fondo para hacer reinversiones y el resto a fondos nacionales.
Comfandi tiene ingresos por nuestra participación en salud y supermercados y droguerías. Estos negocios deben ser autosuficientes porque no podemos invertir en ellos ningún dinero del 4 % de los aportes de las empresas.

Tenemos una nómina de 6200 que suma más de $225.000 millones. Estos recursos se irrigan en todo el departamento. Comfandi está entreverado con la dinámica social y económica de la región.

La plata que manejan las cajas de compensación siempre se ha querido tocar, es decir, usarla para otras tareas, ¿temen que en la nueva reforma tributaria se haga otro intento de tocar ese dinero?

Yo creo que son recursos que no se deben tocar. El dinero de las cajas sale de un acuerdo que se hace entre privados (empresas que aportan) y los que reciben el aporte (trabajadores). Hoy en día de ese 4 % que aportan las compañías nosotros administramos el 3 %. El resto va para fondos del Gobierno.

Cada vez que alguien le mete la mano a las Cajas el que termina perdiendo es el afiliado, el trabajador, porque si tenemos menos recursos entonces se tendrían que aumentar, por ejemplo, las tarifas en los centros recreativos o bajaría el monto de los subsidios para los colegios, para vivienda o el apoyo monetario.

Es importante entender que si se quita por un lado, hay que poner más por otro lado y si se le recortan los recursos a las Cajas, pues eso se vería reflejado en los copagos.

¿Cree que las cajas de compensación están en los negocios que requiere el trabajador?
La principal preocupación del ciudadano, después de la seguridad, es la salud y las cajas son actores muy relevantes en este campo.
Cuando uno mira la participación del sistema de compensación familiar dentro de la salud en Colombia, sumando clínicas y EPS, esta llega al
30 % de la oferta nacional. Si algún día dicen que las cajas de compensación no deberían estar en salud, no habría quien pudiera asumir esta tarea, sería traumático y sería desconocer una realidad.

Lo mismo pasa en educación sería entregar una población de 10.500 niños estudiando en colegios Comfandi. Las Cajas hoy en día juegan un papel en el tejido económico de las regiones que es muy difícil abandonar y contribuye demasiado a la región.

¿Qué nuevas inversiones está planeando Comfandi?
La más grande tiene que ver con la transformación de los centros recreativos. Este proyecto se ejecutará durante varios años porque tenemos que financiarlo a través de varios periodos. Los centros recreativos están estancados y este es uno de los servicios que más exige el trabajador y es que tengamos excelentes centros de recreación.

¿Por dónde van a arrancar?

El principal es el lago Calima, donde tenemos dos hoteles y un centro recreativo. También entra Arroyohondo, Pance y estamos escogiendo uno entre Buga y Tuluá.

Desde el punto de vista de educación tenemos un gran reto y es la jornada única y cómo hacer las inversiones requeridas para responder a esto.

Tenemos 3500 niños en Centros de Desarrollo Infantil (CDI) y 10.500 en colegios. Además unas 4000 personas en educación para el trabajo.

¿Qué otro proyecto está en  marcha?
Nosotros graduamos 600 jóvenes al año del grado once y de estos el 50 % no entra a la universidad, no por falta de buenas calificaciones, sino por falta de recursos. Ahora tenemos un gran reto y es que con un aliado de la región creamos una institución tecnológica con carreras pertinentes a las necesidades del empresariado de la región y la apuesta estratégica es que tengamos muchachos que salgan a trabajar. Es una inversión bastante importante y ya estamos en el tema de permisos con el Ministerio de Educación. Entre estas dos cosas, recreación y educación se estarán invirtiendo $140.000 millones.

Sobre Comfandi

La Caja de Compensación Familiar Comfandi cumplió 61 años de operaciones.

Cuenta con 39.000 empresas que aportan y benefician a una población de unos 600.000 trabajadores.

Al año entregan 2000 subsidios de vivienda que equivalen a $45.000 millones.

Tienen 14.000 estudiantes en los Centros de Desarrollo Infantil y en los diferentes colegios.

Las Cajas son vigiladas por la Superintendencia de Subsidio Familiar, pero igual responden ante la Supersalud y el Ministerio de Educación por los servicios que brindan en estas áreas.

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