Empresas del Valle están pagando más por energía y agua, aunque usan menos; conozca la razón

En el Valle del Cauca, las empresas están implementando medidas de eficiencia, ajustando operaciones y reduciendo el consumo de servicios públicos. Sin embargo, sus facturas no lo reflejan.

El gasto en energía, agua y gas sigue siendo uno de los más altos del país, evidenciando un desbalance entre consumo real y facturación efectiva.

Según el más reciente informe de Energy Master, que analizó más de 30.000 facturas entre junio de 2024 y junio de 2025, las compañías vallecaucanas destinaron $4.747 millones a servicios públicos: $4.512 millones en luz, $129 millones en acueducto y $106 millones en gas natural.

El Valle es la segunda región con mayor gasto energético del país, solo por debajo de Antioquia.

“El Valle del Cauca es hoy una de las regiones con mayor presión tarifaria. Las empresas están haciendo su parte: consumen menos, automatizan procesos y optimizan turnos. Pero sus cuentas siguen al alza. Ese desfase es insostenible”, mencionó Alejandro Ramírez, CEO de Energy Master y autor del estudio.

Ahorro sin recompensa

En energía eléctrica, el consumo cayó 3% entre 2024 y 2025, pasando de 5.235.188 a 5.053.959 kWh.

A pesar de ello, el gasto bajó solo 8%, de $4.929 millones a $4.512 millones.

“Lo que vemos en el Valle del Cauca es un reflejo claro de cómo las estructuras tarifarias y los contratos empresariales no están alineados con la realidad de consumo. Algunas regiones tienen modelos más ágiles para ajustar el costo unitario, pero este departamento no”, relató Ramírez.

El caso del acueducto es igual de diciente, el consumo bajó 12% (de 13.225 a 11.694 m³), pero el gasto apenas disminuyó 1%, de $128 a $129 millones.

En cuanto al gas natural, el panorama se complica: el consumo subió solo 8%, pero el gasto aumentó 18%, de $90 a $106 millones.

Esta diferencia responde a variables como mayores costos de transporte, dependencia del gas importado y estructuras tarifarias desactualizadas para el interior del país.

“Las tarifas de agua y gas no están premiando el uso eficiente. Las empresas que se esfuerzan por optimizar su operación terminan recibiendo una factura igual o más alta. Así se destruyen los incentivos a la eficiencia”, reiteró Ramírez.

Riesgo en sectores estratégicos

Los efectos ya se sienten en la economía regional, por ejemplo en sectores como alimentos procesados, confección, agroindustria y logística, la presión tarifaria está generando recortes operativos.

Estas se constituyen en industrias clave para Cali, Palmira, Yumbo y Cartago, que dependen intensamente de servicios públicos para operar a escala.

Según gremios como Acopi y la Cámara de Comercio de Cali, varias empresas han reportado ajustes en turnos laborales, suspensión de inversiones y congelación de planes de expansión. En algunos casos, los sobrecostos en servicios públicos ya superan el 10% del gasto mensual fijo.

“El costo de operar se ha disparado. Y si estas facturas no se ajustan a la realidad del consumo, lo que hoy es una preocupación contable, mañana será una crisis de empleo”, concluye Ramírez.

Ahora bien, si no se corrigen los contratos actuales, las empresas del Valle podrían enfrentar aumentos del 8% al 12% en sus facturas en 2026.

Entre las causas están el recobro de la opción tarifaria, nuevos impuestos departamentales, la falta de subsidios y el rezago en proyectos de energía renovable.

Para mitigar este riesgo, la firma recomienda a las compañías realizar auditorías tarifarias, renegociar contratos colectivos y presionar por una reforma en las estructuras de cobro.