183 nuevas historias de oficio y oportunidad en Cali: así se formó la nueva generación de talento textil

Después de tres meses de formación intensiva, 183 personas recibieron en Cali un certificado que, más que un papel, representa una posibilidad concreta de cambiar su rumbo laboral.

Fueron parte de un programa que buscó fortalecer las capacidades del ecosistema laboral de la ciudad y que terminó convirtiéndose en un motor de empleabilidad para quienes llevan años intentando abrirse espacio en el sector productivo.

La iniciativa arrancó con más de mil personas inscritas. Tras un proceso de selección y acompañamiento, quedó un grupo diverso: mujeres cabeza de hogar, población migrante, retornada y de acogida, además de personas que ven en la confección industrial una oportunidad para arrancar de nuevo.

De ese grupo, 108 ya cuentan con un empleo formal en empresas textiles de Cali, un resultado que supera con amplitud la meta prevista.

Para la secretaria de Desarrollo Económico, Mabel Lara, los números revelan la fuerza de trabajar de manera coordinada: “Este proyecto deja claro que cuando el sector público y el privado empujan para el mismo lado, se pueden lograr resultados que de verdad impactan la vida de la gente”.

Y lo que pasó en esta cohorte es un ejemplo. Cuatro empresas de la industria —Studio F, Supertex, Acrilán y Spataro— participaron directamente en el diseño de la formación técnica. Eso permitió que los contenidos respondieran a necesidades reales del mercado y no a currículos improvisados o desactualizados.

La formación combinó 100 horas de fortalecimiento socioemocional con 200 horas en confección industrial, desde manejo de maquinaria y corte, hasta trazado, ensamblaje, control de calidad y seguridad industrial. Una mezcla pensada para que quienes egresaran estuvieran listos para trabajar desde el primer día.

María Isabel Ulloa, directora ejecutiva de ProPacífico, lo resume así: “Cuando la ciudad se articula alrededor de un propósito común, las oportunidades aparecen. Hoy no solo celebramos una graduación, celebramos el mensaje de que la formación puede ser una llave real para abrir puertas”.

Las historias detrás de estos 183 certificados son distintas, pero comparten un punto en común: todas buscan un lugar en el mercado laboral.

Y esta vez, ese lugar no parece tan lejano. Tanto la Alcaldía de Cali como ProPacífico destacaron que este proyecto demuestra cómo la articulación público-privada puede traducirse en empleos reales, movilidad social y una apuesta por una ciudad que crece con enfoque humano.