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Óscar Córdoba revive el dolor por el autogol de Andrés Escobar en el Mundial del 94 que terminó en tragedia: “Daría la vida por evitar ese gol”
El ex futbolista se rompió tras recordar al defensor y amigo Andrés Escobar.
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3 de oct de 2025, 11:26 p. m.
Actualizado el 3 de oct de 2025, 11:26 p. m.
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En una emotiva entrevista con Win Sports, el exarquero de la Selección Colombia, Óscar Córdoba, se quebró al recordar uno de los momentos más dolorosos de su carrera: el autogol de Andrés Escobar en el Mundial de Estados Unidos 1994.
Después de más de tres décadas del lamentable episodio, el guardameta colombiano se mostró muy afectado y confesó que aún carga con la culpa y el dolor de no haber podido evitar aquella jugada que marcó para siempre al fútbol y la historia en Colombia.
Durante la conversación con el periodista Eduardo Jaramillo, Córdoba fue preguntado sobre el gol que más le dolió recibir.
Y sin titubear, respondió: “El de Andrés”. De inmediato su voz se entrecortó y, visiblemente afectado, agregó: “Yo daría la vida para que ese gol no hubiera pasado. Entrego títulos, todo lo que gané, pero me duele”.
Provocando un sentimiento de emoción, tristeza que lo obligó a hacer pausas para completar sus frases, reflejando la profundidad de su pesar por lo sucedido con Andrés Escobar.
Cabe recordar que, para ese momento, Óscar Córdoba era el guardameta titular de Colombia en aquel Mundial, donde la Selección llegaba con grandes expectativas.
Sin embargo, el desempeño fue decepcionante y el autogol de Escobar en el partido contra Estados Unidos se convirtió en el símbolo de una tragedia que culminó con el asesinato del defensor días después.
“Es de los goles que siento un dolor en el corazón. Por hacer más, hice menos”, lamentó Córdoba, reconociendo que su reacción en la jugada pudo haber sido otra y que pudo haber hecho más para evitar dicho autogol de Andrés.

En ese sentido, el ex portero también recordó que si pudiera cambiar un solo día de su vida, sería el 22 de junio de 1994, fecha del fatídico partido.
“Yo veo al delantero y no veo a Andrés. Si no me juego tan rápido, alcanzo a atajar la pelota por el desvío”, explicó, reviviendo con detalle la acción que lo persigue desde entonces.
“El trago más amargo de mi vida. Perdí un amigo y un gran ser humano”, expresó en otro instante sobre el mismo gol que lo marcó desde lo deportivo, sentimental y emocional.
Su testimonio con la acción, no solo revela la carga emocional que aún lleva, sino también la expresión humana detrás de los grandes ídolos del deporte colombiano.
Dentro de su relato, se entrelazan el dolor, la memoria y el deseo de redención, en un país donde el fútbol ha sido escenario de alegrías, pero también de profundas heridas.

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