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Los cinco precandidatos que desean portar la bandera del uribismo (de izq. a der.): Alirio Barrera, María Fernanda Cabal, Rafael Nieto, Óscar Iván Zuluaga y Paloma Valencia, acompañados por la directora del Centro Democrático, Nubia Estella Martínez, en uno de los foros. | Foto: Foto: El País / Colprensa

URIBISMO

Se define el candidato del uribismo para la carrera presidencial, así están las apuestas

Tras un proceso de selección intenso, el 22 de noviembre se conocerá el nombre de quien representará al partido de Gobierno en las presidenciales del próximo año. Analistas aseguran que el ganador estará entre Zuluaga y Cabal.

14 de noviembre de 2021 Por: Colprensa y Redacción El País

En una semana se conocerán los resultados de las dos encuestas con las que el partido Centro Democrático espera definir quién será su candidato o candidata para las presidenciales del próximo año.

Será la culminación de un proceso interno que arrancó con vientos de división que no han dejado de soplar, al punto que el expresidente Álvaro Uribe Vélez, jefe natural de la colectividad, tuvo que llamar al orden a los cinco aspirantes a obtener esa representación para que le bajaran el tono al enfrentamiento.

Ellos son el exgobernador del Casanare Josué Alirio Barrera, la senadora María Fernanda Cabal, el exviceministro Rafael Nieto, la también senadora Paloma Valencia y el excandidato presidencial Óscar Iván Zuluaga.

Se han evidenciado entre los precandidatos dos grupos: uno liderado por Cabal, a quien apoyan Valencia y Nieto, y otro que está conformado por Zuluaga y Barrera.

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“Es que el solo hecho de que se defina el candidato del partido de Gobierno y uno de las colectividades con mayor militancia, identidad ideológica y afinidad entre los colombianos que acuden a las urnas, da para pujas y divisiones” que incluso “quedarán posteriores al resultado de la encuesta”, explica el analista político Laureano Tirado.

El primer gran distanciamiento entre los candidatos se dio cuando más de 30 congresistas del Centro Democrático le expresaron, mediante una carta, su respaldo a Zuluaga.

“Es él quien encarna la tesis del uribismo, reúne la confianza de la base militante en las distintas regiones del país y posee la experiencia para guiar a la Nación en la azarosa crisis que produjo la pandemia del coronavirus con su secuelas para la salud, la economía y el bienestar social”, dijeron en la misiva de septiembre pasado.

Pero la comunicación cayó mal entre los otros cuatro participantes en el proceso de selección que deberá culminar el próximo 22 de noviembre. La más enfática en su disgusto fue María Fernanda Cabal.

De hecho, ella incluso llegó a señalar a sus compañeros de bancada de desconocidos, cuando en una controversia pública con el senador Ernesto Macías, afirmó que ellos no acompañaban ni a su propio jefe.

“Lamenté que siendo 52, fuimos pocos los que rodeamos al presidente Uribe cuando sucedió la medida de aseguramiento. 52 que el país en su mayoría no conoce, cuando le debemos la curul a él. Las cosas como son”, escribió en su cuenta de Twitter el 19 de octubre.

Ahora bien, uno de los compromisarios de la contienda interna que pidió mantener su nombre en reserva, contó que desde el sector de Zuluaga se presionó para que el partido optara por programar una encuesta que le supusiera mayor ventaja.

Esto, debido a que inicialmente se pensó en una medición con una muestra de más de diez mil personas, que en su mayoría fueran militantes y en menor cantidad externas a la colectividad.

Al ser la aspirante Cabal quien lidera los sondeos internos y la mejor recibida por la militancia uribista, este diseño le daba una aparente ventaja.

Finalmente, las encuestas se iniciaron el pasado 10 de noviembre, con una muestra de 4200 consultas, el 50% de las cuales se harán de forma presencial y la otra mitad telefónica, al tiempo que el 25 % se aplicará a militantes del partido, mientras que el 75% restante será abierto a cualquier persona.

También se convino que las encuestas abiertas tendrán un filtro, con el fin de que las respuestas correspondan a ciudadanos que sean afines a esa fuerza política.

De acuerdo con lo expresado por la directora del Centro Democrático, Nubia Estella Martínez, el diseño de la medición fue acordado por los precandidatos: “Lo establecen ellos, y se logra un consenso. Acá el partido juega el papel de notario”.

Los cinco aspirantes ya han participado en 8 de los 10 foros programados por su partido. En Cali se realizó uno de ellos el pasado 30 de octubre

Sin embargo, la campaña de Cabal pidió que las encuestas también se aplicaran en el exterior, especialmente en Estados Unidos, pero por costos y porque era un claro beneficio para ella, al haber sido la más ovacionada en el foro realizado una semana atrás en Miami, se desistió de esa posibilidad.

Paloma Valencia, por su parte, consideró innecesario que cada una de las encuestadoras, Yanhaas y el Centro Nacional de Consultoría, realizaran una muestra, en lugar de contratar solo una firma.

En cuanto a este mecanismo de selección, el analista Tirado considera que el Centro Democrático atraviesa un momento diferente al de 2018: “Actualmente el partido tiene dos jefes naturales: Álvaro Uribe y el presidente Iván Duque, lo políticamente correcto es que las directivas consultaran a sus jefes para tomar decisiones”.

Cómo están las apuestas

“El 22 de noviembre se dará a conocer el ganador, que estará entre Cabal y Zuluaga. En eso sí no hay duda”, advierte Tirado.

El consultor político Miguel Jaramillo está de acuerdo con él y señala que María Fernanda “es una mujer que se ha visto fortalecida en su estrategia de marketing, que está manejando muy bien el timing, ha trabajado fotografía, imagen, relato, redes sociales”.

Y respecto a Zuluaga expresa que “es una figura que ya fue candidato y que tiene un desgaste normal, también por las investigaciones que le siguieron, aunque fue absuelto”.

Jaramillo agrega que Óscar Iván está intentando venderse como un candidato de centro y Cabal como una uribista.

No obstante, de acuerdo con los expertos, también hay que tener en cuenta la candidatura del exgobernador Alirio Barrera, puesto que, de los cinco aspirantes, es quien más ha crecido.

Así lo mostró el resultado del sondeo interno realizado la anterior semana, en el que el aspirante llanero pasó de ocupar el último puesto al segundo, con el 28,3 %, ‘desbancando’ incluso a Zuluaga.

El crecimiento de Barrera, según los analistas, se debe a que se ha mostrado como el menos radical y por haber enmarcado en su discurso e imagen su origen campesino.

Ese último sondeo estuvo liderado por Cabal, con 32,2 %; Zuluaga fue el tercero, con el 17,9 %, y en los dos últimos lugares quedaron Paloma Valencia, con el 13 %, y Rafael Nieto, con 8,6 %.

“Creo que Paloma Valencia irá nuevamente al Senado. El abogado Rafael Nieto es un hombre con excelente formación, pero que no mueve la aguja de la simpatía, no conecta con el electorado colombiano”, dice Jaramillo.

Frente a los ‘peros’ que podrían dificultarles el camino hacia la Casa de Nariño a esos aspirantes, Tirado repara en el distanciamiento de Cabal con Iván Duque.

“Sería la primera vez que el candidato del partido de Gobierno es abiertamente opositor del Presidente. Quedaría para la historia de las incoherencias y de los errores que no se deben hacer en política electoral. Ahí sí comenzaría el final del Centro Democrático, esa división sería irreparable”, afirma el analista.

Así pues, son contados los días para que el país sepa el nombre de quien llevará las bandera del uribismo a la consulta interpartidista de la centro derecha, a la que muy seguramente se sumarán en marzo del 2022.

Sobre las encuestas

El costo de las encuestas, según una fuente cercana al uribismo, suma cientos de millones. El partido Centro Democrático asumirá el 30 % y el restante 70 % lo financiarán los cinco precandidatos.

Las firmas Yanhaas y el Centro Nacional de Consultoría, encargadas de realizar las encuestas, no revelarán los lugares donde estas se aplicarán para dar mayor transparencia al proceso.

Se dejó claro por parte de los precandidatos que las consultas en Barranquilla, Santa Marta, Bogotá y Cali deberían tener un mayor peso.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez habría expresado su malestar por acogerse a una encuesta con una muestra tan grande como se pensó en un comienzo (10.000), por lo que al final se bajó a 4300.

La encuesta tiene un margen de error del 2 %, pero se acordó entre los candidatos que el ganador deberá tener una ventaja con el segundo de al menos 4 %.

Una tercera encuestadora auditará los resultados obtenidos en las dos mediciones acordadas.

Finalmente, estos resultados serán discutidos por la convención extraordinaria del partido, que tendrá lugar el próximo domingo.

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