COVID-19
Se aceleró la curva de covid-19, ¿hasta dónde llegarán los contagios en Cali?
Mientras se alcanza el pico de la pandemia, aumentan los diagnósticos en la capital vallecaucana. Epidemiólogos estiman que en las próximas semanas bajaría la aparición de casos.
Cali y el Valle del Cauca luchan hoy con todos sus recursos para atravesar el temido pico de contagios del Covid-19 previsto entre agosto y septiembre. En otras palabras, que no se propague el avance del virus para evitar que el sistema regional de salud colapse en camas hospitalarias y en Unidades de Cuidados Intensivos, UCI, cuya ocupación bordea el 95%.
Al cierre de esta edición los contagiados en el departamento suman 20.416 y en Cali, 15.600. Los fallecidos han sido 789. La propia Secretaría de Salud del Valle había previsto 20.000 casos para esta época.
En este proceso, la pieza clave es la llamada tasa efectiva de reproducción o Número Reproductivo Efectivo, RT, la cual muestra cómo ha evolucionado la curva del coronavirus por ciudades.
Por ejemplo, en Cali el RT promedio desde el 27 de abril hasta el presente mes de julio fue de 1.13, según el Instituto Nacional de Salud, INS.
El RT es el número de casos promedio que pueden ser causados por una persona infectada. Por lo tanto, destaca el INS, “es deseable que ese indicador se ubique por debajo de 1. Su valor varía en el tiempo con el cumplimiento de las medidas no farmacológicas de prevención del contagio”.
Al respecto, la epidemióloga de la Secretaría de Salud de Cali, Lyda Elena Osorio, explica que un “RT de 1.13 significa que por cada diez personas se afectarían 11.3, o también por cada 100 infectados se producirían 113 casos nuevos”.
Sin embargo, aclara, que la medición de un solo día puede cambiar 24 horas después y de presentarse un brote la curva (de casos) vuelve a subir. O producirse lo contrario.
Recuerda la especialista que “generalmente al principio de toda pandemia el número de contagiados es alto, y por eso se llegó a la cuarentena”. Cali llegó a registrar un RT por encima de 2.0, según lo comprobó El País.
Anota que los avances para aplanar la curva han sido el resultado de las medidas adoptadas. “Cuando se sale de una cuarentena, el número de contagios aumenta y el reto es bajar ese nivel de RT a menos de 1”.
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La médica y docente Osorio resalta que precisamente para frenar la transmisión del Covid-19 entre la población más susceptible, es fundamental la continuidad del trabajo en casa.
Allí, juega un papel importante el autocuidado personal y que las normas de bioseguridad sean extremas en sitios de trabajo y hogares, dice la epidemióloga, quien tiene un postdoctorado en Investigación y Desarrollo Clínico.
“Estamos viviendo un mes un poco acelerado y hacia esa cúspide a la que le hemos llamado el pico, nos estamos dirigiendo. Por eso, en este momento necesitamos mayor responsabilidad de todos los habitantes, y más cuidado que siempre”, insiste por su parte la gobernadora Clara Luz Roldán.
Las curvas y sus riesgos
Algo para destacar es que en el departamento del Amazonas la medición del RT durante el periodo abril-julio arrojó 0.96. A ese índice se llegó tras presentarse una carrera de contagios al inicio de la pandemia. Eso significa que el número de casos está en descenso.
Por eso, las autoridades vallecaucanas siguen atacando la velocidad del virus para atajarlo con campañas preventivas dirigidas a las comunidades (asintomáticas, o no), que no guardan las medidas de autocuidado como uso del tapabocas, lavado constante de manos y el distanciamiento social. A esto se suma la aplicación de la ley seca y el toque de queda este fin de semana en Cali, así como el cierre de cinco parques y la no apertura de Pance.
Todo porque los casos más recientes vienen generando alerta naranja al presentarse un récord de 700 por día en el Valle del Cauca, y de 500 en Cali. Además, los fallecimientos por el Covid-19 solo el viernes fueron 34 en esta capital, la cifra más alta desde que empezó la emergencia.
Dentro de este contexto cabe recordar el escenario de Medellín donde su vigilancia epidemiológica fue en principio un modelo nacional, pero con el desconfinamiento gradual y la apertura económica en el Valle de Aburrá los casos se dispararon, porque las medidas eran insostenibles.
Tanto que el Número de Reproducción Efectivo (RT) del virus únicamente en dicha capital alcanzó 1.27 en el periodo (abril-julio). Eso explica por qué se regresó a cuarentena este fin de semana. Medellín acumula 11.812 infectados y Antioquia 21.922, aunque con una menor cifra de decesos: 275.
Por su parte, en Barranquilla el RT en ese mismo lapso fue de 1.19, en Cartagena de 1.15, de 1.19 en Santa Marta y en Bogotá de 1.13. Atlántico ya suma 47.005 casos y Bogotá 77.889, lo que significa que esos territorios están lejos de superar la pandemia.
Con base en lo anterior existe el riesgo de que la curva alcance una mayor dimensión en Cali de proseguir la indisciplina de la población a la par con la necesaria reapertura gradual de más negocios. Los resultados de ese comportamiento se reflejarán en las próximas semanas.
Frente a la evolución del factor RT en otras capitales, la epidemióloga, Lyda Elena Osorio, señala que la medición “sirve para saber cómo responde una ciudad a las intervenciones de las autoridades y no debe interpretarse como una competencia entre las ciudades”.
Enfermarnos en “cuotas”
Otra visión tiene el también epidemiólogo de la Unilibre, Robinson Pacheco. Señala que “la curva de contagios es una consecuencia de dos cosas: la primera son las acciones de las autoridades, y la otra es la aceptación de las recomendaciones”.
En su concepto “el aplanamiento de la curva no se logrará con cuarentenas y el pico se alcanza cuando un número suficiente de personas se infecte y el virus no tenga a quién más enfermar. Es enfermarnos en cómodas cuotas”.
Cita el caso de las rumbas en los barrios, las que asegura llevan a sus participantes a multiplicar los casos. “El peligro —advierte— es que sí todos se enferman a la vez, no tendrán la oportunidad de acceder a un respirador en las UCI. Y habrá no solo muertes por la enfermedad, sino por la falta de atención de calidad”.
Agrega que así las cosas “es muy difícil elaborar un modelo matemático para pronosticar qué día habría un descenso de los contagios”.
Agosto: ¿contagios más lentos?
El epidemiólogo bioestadístico, Rodolfo Herrera, señala que la pandemia debe agotar cuatro etapas. La primera fue una fase lineal y luego vino la etapa exponencial que se vive en esta región y Colombia. “Posteriormente, se llegará a un punto de inflexión o pico, que es el número máximo diario de contagios, y se frenará esa velocidad”.
Ese pico, según el investigador y docente de la Universidad Libre, “se alcanzaría en la tercera semana de agosto en Colombia, y en el Valle y Cali se presentaría a principios de ese mismo mes. Eso significa que al llegar a ese punto de inflexión se continuará creciendo, pero con una curva más lenta de contagios”.
En consecuencia, habrá un decrecimiento exponencial, indica Herrera, hasta alcanzarse la llamada fase de meseta, o de estabilización lo que ocurriría después de agosto, “y uno esperaría que el Número Reproductivo Efectivo, RT, sea menos de 1” para esa temporada.
La etapa de meseta, añade el especialista, se conseguirá con una profundización de las medidas preventivas y de bioseguridad. Obviamente, más personas estarán expuestas al Covid-19, y allí se requerirá una mayor disciplina social en todos los conglomerados.
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