El pais
SUSCRÍBETE
Gonzalo Sánchez, director saliente del Centro Nacional de Memoria histórica | Foto: Colprensa

CENTRO NACIONAL DE MEMORIA HISTÓRICA

¿Qué pasará con el Centro Nacional de Memoria Histórica?, habla el director saliente

Gonzalo Sánchez, director saliente del Centro Nacional de Memoria histórica, dijo que hay dudas sobre la continuidad de lo que se ha construido con la entidad.

9 de noviembre de 2018 Por: Kelly Sánchez / Reportera de El País

Después de casi doce años al frente del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, Gonzalo Sánchez presentó su renuncia irrevocable al cargo, pero dice tener incertidumbres “sobre las garantías de continuidad y de respeto al acumulado que hemos construido durante largos años”.

Sin embargo, es optimista y cree que a esta entidad la “va a defender la sociedad, que se ha hecho partícipe de los procesos de construcción, y la comunidad internacional, que tiene los ojos puestos en Colombia”.

La experiencia de estos años en el Centro de Memoria le dejan “una nueva sensibilidad frente al dolor acumulado”, pero también, dice, ha aprendido a escuchar a los victimarios, “no para exculparlos, sino para darles salidas”.

Usted acaba de renunciar a su cargo y señaló que esa decisión tuvo que ver con un cambio en la atmósfera política luego de las elecciones presidenciales, ¿a qué se refiere concretamente?

Lea también: "A veces somos incomprendidos en el desarrollo de nuestra labor": magistrada de la JEP

Yo todavía estoy en el cargo y debo guardar cierta prudencia. Puedo decir que había una situación previa a la renuncia y es que nosotros nos habíamos propuesto, como Centro, terminar nuestras labores al final del proceso de negociaciones con las Farc, pero este se prolongó mucho y, además, tuvimos un resultado que para quienes estábamos comprometidos con las paz resultó catastrófico, que fue el plebiscito. Eso nos obligó a permanecer un tiempo más para no abandonar el barco en el momento de mayor turbulencia.

¿Por eso siguió hasta ahora?

Realmente la renuncia se presenta en los últimos días del presidente Santos pero él no la definió, así que hice tránsito de un Gobierno a otro y la decisión quedó un tanto en el aire. Entonces decidí hacer el anuncio más explícito, con una renuncia irrevocable que tiene unos tiempos más definidos y que responde a una manifestación mucho más expresa de que quería poner punto final.

¿O sea que la renuncia no se debió a un desacuerdo con el nuevo Gobierno?

Los que nos comprometimos con el proceso de paz y con la consigna de ‘La memoria, una aliada de la paz’, también sentíamos que las nuevas propuestas no eran muy claras sobre el rumbo del proceso de paz en el cual habíamos trabajado, y teníamos dudas sobre las garantías de continuidad y de respeto al acumulado que hemos construido durante largos años.

¿Y cuál es la preocupación concreta?

Para nosotros, más allá del nombre que sea, lo que nos interesa es la protección del legado, porque lo que estamos dejando no es de Gonzalo Sánchez, no es del equipo, es un legado que se puede considerar un producto colectivo, trabajado con las víctimas, las organizaciones y centros de investigaciones de distintas partes del país que están comprometidas con la defensa de ese patrimonio que le han entregado al Centro, pero también con la defensa de lo que ha sido la documentación de su propia experiencia, que no quiere que sea ni tergiversada, ni manipulada, ni destruida.

¿Cree que ese barco que ustedes lograron estabilizar podría naufragar?

Yo no iría hasta allá, sería injusto porque no tengo los elementos para decirlo, solo que hay disposiciones que han inquietado, hay suspensos y los suspensos generan incertidumbres, preguntas y la gente quiere tener respuestas claras e inmediatas. Yo lo que considero, y espero no equivocarme, es que el Centro se defiende por sí mismo y lo va a defender la sociedad, que se ha hecho partícipe de los procesos de construcción, y la comunidad internacional, que tiene los ojos puestos en Colombia. Obviamente, como estamos en el inicio del Gobierno, todo el mundo está atento a ver qué va a pasar con ese proceso.

¿Cuál será el principal reto que va a tener quien lo reemplace?

Terminar las cosas que quedaron muy avanzadas por parte del Centro, particularmente y por encima de todo la terminación de la construcción del Museo Nacional de la Memoria, que es el legado en la larga duración del Centro. Eso es lo que va a quedar en el país del acumulado de esta entidad, porque ese Museo de la Memoria va a entregar los archivos construidos durante todo este tiempo. El museo se va a convertir en el punto nodal de todo lo trabajado. Eso va para larga duración, entonces inquieta la protección de ese legado.

¿Qué balance hace luego de casi doce años al frente del Centro de Memoria Histórica?

Hoy el país, gracias al trabajo de memoria histórica, sabe mucho más de las dimensiones del conflicto que lo que sabía en 2007. Realmente, a nosotros mismos como investigadores, muchos de larga data en el conflicto colombiano, nos sorprendieron las dimensiones de lo que íbamos descubriendo paso a paso hasta llegar a las cifras que tenemos hoy producidas por el Observatorio del Centro. Demostrarle al país las dimensiones de lo que ha sufrido que, de pronto, no ha reconocido, es un logro mayúsculo.

Una labor que tiene que seguir...

Un elemento que para nosotros es fundamental es que como esto se convirtió no en un informe sino en un proceso que va por regiones, que dura años construyendo confianza y relaciones, espacios de diálogo con las comunidades, muchos se han apropiado para seguir ellos mismos por su propia cuenta los procesos de memoria, se han apropiado de estas metodologías, de este recurso para que la memoria siga andando sin necesidad de nosotros. Ese es uno de los resultados más importantes de este trabajo.

Durante el Gobierno Uribe no se aceptó que en Colombia sí había un conflicto armado, ¿cómo ayudó el reconocer esta realidad?

El primer acto que puede llevar a la solución de un conflicto es el reconocimiento de su existencia. Nosotros estuvimos en una situación paradójica, primero, frente a las cifras que hemos podido producir hoy: casi 300.000 muertos, 80.000 desaparecidos, 78.000 secuestrados, 6.000.000 de desplazados, 19.000 casos de violencia sexual documentada en el marco del conflicto, más de 4000 masacres... los números son abultadísimos y uno se pregunta cómo fue posible, diez años atrás, negar que esto era realmente un conflicto de altísimas proporciones.

¿Cómo lo ha cambiado como ser humano el estar al frente de esta entidad?

Puedo decir que, en parte, viví la violencia en los años 50; puedo decir que he trabajado años y años sobre el conflicto armado, pero la experiencia de haberme podido asomar de forma continua durante once años a mirar las llagas de esta sociedad profundamente herida, realmente sí me generó una nueva sensibilidad frente al dolor acumulado. Entendí también que hay tanto odio porque ha habido mucho daño, pero también me ha puesto más en disposición de escuchar a quienes tanto daño hicieron, no tanto, como lo dicen las propias víctimas, para exculparlos, sino para darles salidas porque la salida de ellos es también la salida de la sociedad; si dejamos a los perpetradores sin salidas a la vida pública, a la arena social, pues quedan las puertas abiertas para la reproducción del conflicto.

Lo mínimo que uno pudiera esperar después de haber puesto tanto de su propia vida en los esfuerzos de estos años, en mi caso personal, es poder decir contribuimos a eso que fue el título de nuestro informe: contribuimos al ¡Basta ya!

“Entre más se remueven todos los horrores de este país, muchos más dolores van apareciendo que no han sido reconocidos, que no han sido visibilizados”.

En memoria

El CNMH presentará hoy en Cali el libro ‘El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación’, el cual constituye el primer ejercicio de memoria histórica sobre lo que implicó este secuestro por parte de las Farc.

“Se recoge la memoria de estas personas (diputados y demás víctimas), pero también toda la documentación disponible, institucional, judicial y de testimonios recogidos en las diferentes zonas cercanas a la materialización de los hechos”, señaló Sánchez.

AHORA EN Colombia