En una vivienda de El Cerrito, Valle del Cauca, el silencio fue interrumpido por un rugido inesperado. Lo que parecía un gato doméstico en realidad era un tigrillo de apenas cinco meses que, tras escapar de cautiverio, apareció debilitado, hambriento y con un collar rojo que evidenciaba su pasado como mascota ilegal.

El pequeño felino, confundido y esquivo, fue hallado por una familia que, lejos de ignorarlo, actuó con empatía y responsabilidad. De inmediato, contactaron a la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC), la Fundación Conciencia Animal, la Unidad para la Gestión del Riesgo de Desastres y el cuerpo de Bomberos.

De esta forma, gracias a esta articulación interinstitucional, el animal fue trasladado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio, en Palmira.

Allí, el tigrillo recibe atención veterinaria especializada, monitoreo constante y una dieta diseñada según su especie, edad y condición física.

Su estado revela las secuelas del cautiverio: desnutrición, fracturas dentales —posiblemente causadas por intentos desesperados de alimentarse— y una conducta alterada por el estrés prolongado.

Los expertos de la CVC advierten que este caso no solo evidencia el sufrimiento físico y emocional de los animales silvestres cuando son extraídos de su hábitat, sino también el impacto negativo sobre la biodiversidad. “Su rugido no es un sonido exótico para el hogar, sino un llamado a la libertad”, señalaron.

La recuperación del tigrillo será gradual. En un entorno seguro y controlado, se busca que recupere sus instintos naturales y fortalezca su salud para una eventual reintegración al bosque.

Este proceso no solo representa una segunda oportunidad para el felino, sino también un recordatorio urgente: la fauna silvestre no es mascota, ni adorno. Es parte esencial del equilibrio ecológico.

La CVC recordó que la fauna silvestre no son animales domésticos y avanzan en el proceso de recuperación de la especie rescatada. | Foto: El País

La CVC reiteró el llamado a la ciudadanía para denunciar casos de tenencia ilegal de fauna y promover el respeto por la vida silvestre. Cada animal rescatado es una victoria para la conservación, pero también una advertencia sobre los riesgos de normalizar el cautiverio.

Responsabilidad con la fauna silvestre

Desde el Centro de atención y valoración de la fauna silvestre de Colombia, indicaron las responsabilidades que deben de tener los ciudadanos sobre el cuidado y preservación de dichos animales.

“En los ecosistemas naturales, no solo se protege la fauna propia de cada hábitat en particular, si no que se conservan adecuadamente otros elementos generadores de vida como son: agua y la calidad de vida”.

La gran mayoría de los animales conservan sus instintos de supervivencia, por tal razón, merecen la oportunidad​ de tener vidas dignas en ambientes apropiados para cada especie en particular.