La crisis hospitalaria en el Valle del Cauca vuelve a encender las alarmas. Desde este jueves, 14 de agosto, la ‘Villa de las Plamas’ enfrenta el cierre temporal del servicio de urgencias de la Clínica Palmira, medida que ha llevado a las autoridades a mantener la alerta amarilla en todo el municipio.
La decisión se tomó después de que el personal médico y asistencial renunciara de forma masiva debido a la falta de pagos por parte de las principales Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Según explicó María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle del Cauca, la Nueva EPS acumula una deuda cercana a los 6.000 millones de pesos, mientras que las cifras de la S.O.S aún están en proceso de confirmación.
“Las instituciones necesitan un flujo mensual de recursos para pagar al personal y mantener la operación. Cuando ese dinero deja de llegar, no hay forma de sostener los servicios”, enfatizó.
El problema no se limita al municipio. La falta de giro oportuno de las EPS, especialmente aquellas que se encuentran intervenidas, se ha convertido en un fenómeno recurrente que pone en riesgo la atención de miles de pacientes en todo el país.
En Palmira, la situación se agrava debido a que el cierre coincide con una época de eventos masivos en la ciudad, lo que podría aumentar la demanda en los servicios de salud.
Para mitigar el impacto, la red hospitalaria ha activado planes de contingencia. El Hospital y la Clínica Santa Bárbara asumirán la atención de los casos más urgentes, aunque las autoridades advierten que se presentarán retrasos en las consultas y mayor saturación de los servicios.
La funcionaria hizo un llamado a la ciudadanía para hacer un uso responsable de las urgencias, acudiendo solo en casos estrictamente necesarios, y a estar atentos a los canales oficiales para nuevas disposiciones.
Mientras tanto, la Secretaría de Salud mantiene conversaciones con las EPS para aclarar las deudas y buscar un acuerdo que permita la reapertura del servicio. “Es una alerta grave y preocupante. Si no se logra una solución, los directamente afectados serán los pacientes”, advirtió Lesmes.
El cierre de urgencias en Palmira se enmarca en una situación que también enfrentan otras instituciones del departamento, relacionada con la dependencia de pagos de las EPS.
Según la Secretaría de Salud del Valle, los recursos no se han girado en los plazos establecidos, lo que ha impedido cubrir gastos operativos y mantener al personal. Por el momento, la suspensión del servicio es temporal, a la espera de que se realicen los desembolsos correspondientes.