Supersalud asegura que no habrá suspensión de pagos a clínicas y hospitales que atienden a usuarios de la Nueva EPS

La Superintendencia Nacional de Salud dio marcha atrás a la polémica instrucción de suspender el giro directo de recursos a las clínicas, hospitales y demás prestadores de servicios vinculados a la Nueva EPS. Así lo confirmó la entidad al anunciar que la resolución que generó la controversia será reformulada y su nueva versión se publicará este martes, 5 de agosto.

La Supersalud explicó que el ajuste se centra en eliminar la orden de detener temporalmente los pagos, y sustituirla por un esquema de control previo, que permita asegurar el flujo de recursos hacia la red de prestadores sin interrupciones, pero con una revisión más rigurosa de las cuentas por pagar.

La resolución original contemplaba la suspensión del giro directo hasta que un contralor designado certificara el cumplimiento de las órdenes administrativas. Sin embargo, este apartado será modificado y en su lugar se instruirá a la Nueva EPS a abstenerse de postular nuevas facturas hasta que sean verificadas por el contralor asignado.

“Queremos dejar en claro que los pagos seguirán efectuándose con normalidad durante el mes de agosto. Lo que vamos a implementar es un modelo de revisión previa, que entrará a regir a partir de septiembre, y garantizará mayor trazabilidad en el uso de los recursos públicos”, aseguró el superintendente nacional de salud, Giovanny Rubiano García.

Según explicó Rubiano, la medida busca corregir fallas detectadas durante la intervención a la Nueva EPS, sin afectar la regularidad de los pagos a los prestadores, ni comprometer la atención a los usuarios afiliados.

De hecho, el funcionario resaltó que el nuevo esquema de control tiene como finalidad fortalecer la red pública hospitalaria y asegurar el pago a los prestadores complementarios, con énfasis en aquellos que operan a nivel territorial.

“El propósito de la medida es proteger a los usuarios de Nueva EPS, manteniendo pagos regulares a la red e incrementando los que correspondan para el mejoramiento de las carteras”, indicó el superintendente, recalcando que se trata de una acción preventiva.

Desde abril de 2024, la Nueva EPS se encuentra bajo un proceso de intervención administrativa por parte de la Supersalud, tras detectarse múltiples irregularidades en el flujo de recursos y la atención a los usuarios.

La resolución, que en su versión inicial ordenaba la suspensión de pagos, desató una ola de críticas por parte de gremios médicos, hospitales y asociaciones de pacientes, quienes advirtieron el impacto negativo que esa decisión podría tener en la prestación del servicio de salud.

Ante el revuelo, la Superintendencia optó por replantear la estrategia, priorizando el aseguramiento de los pagos y el fortalecimiento de los mecanismos de vigilancia y control.

La nueva resolución establecerá que cada postulación de pago deberá ser revisada y autorizada por el contralor asignado al proceso de intervención, sin frenar la continuidad de los pagos programados.

Así, la entidad busca equilibrar dos objetivos, asegurar la estabilidad financiera de los prestadores de salud, y garantizar que los recursos públicos destinados a la atención médica sean utilizados con total eficiencia y transparencia.