Corfecali atraviesa por otra grave crisis financiera que, se reconozca o no, pone en riesgo la continuidad de la Corporación encargada de realizar los eventos, espectáculos y ferias oficiales de la ciudad. Cómo se llegó a la actual situación cuando hace tres años la entidad se entregó saneada a su nueva administración y además con un amplio superávit, es la respuesta que se les debe a los caleños.

Lo que ocurre ahora es una repetición de lo sucedido en el 2022. Tres meses después de haber participado en la Feria de diciembre, artistas y proveedores denuncian que aún les adeudan $4.000 millones en honorarios, mientras la razón que entrega Corfecali para no cumplir con ese compromiso es que la Administración Municipal y algunos patrocinadores no han desembolsado la totalidad de los recursos.

Preocupa más que a esa deuda actual habría que sumarle otros $4.500 millones pendientes de la vigencia 2021, con lo cual el déficit de la Corporación de Eventos Espectáculos y Ferias de Cali sería impagable si no existe un plan definido que le permita generar más recursos para ponerse al día. Por ello no es descabellado pensar que la realización de la próxima Feria de Cali, la última que se haría en el mandato de Jorge Iván Ospina, esté en veremos.

Los recientes problemas de Corfecali tienen fecha de inicio. Comenzaron cuando en medio de la pandemia y con las restricciones sanitarias que impedían las aglomeraciones, se realizó una feria virtual que le costó a la ciudad $12.651 millones, un monto que fue objeto de controversias y al tratarse en un 90% de recursos públicos ameritó investigación de los entes de control contra directivos de la entidad y el propio alcalde Ospina por posible corrupción e irregularidades en la contratación.

La renuncia de quien en ese momento se desempeñaba como Gerente de la Corporación sembró más dudas sobre las decisiones tomadas y acrecentó la polémica. A partir de ahí y en los siguientes dos años las finanzas de Corfecali se han resentido, en parte por la pérdida de confianza sobre la entidad así como por el manejo que se les ha dado los recursos. Por ejemplo, poco se entiende que con el déficit que acarrea, en la versión 65 de la Feria de Cali realizada en diciembre pasado la inversión haya superado los $21.000 millones y no se asegurara el pago a tiempo de artistas y proveedores.

En la próxima reunión de Junta Directiva, programada para final de este mes y en la que se presentarán los estados financieros actualizados, se deberá definir el futuro de Corfecali. De determinar su continuidad, tendrá que establecerse un plan de acción para sacarla de la crisis antes de finalizar el año y de que concluya el mandato de Jorge Iván Ospina.

No se puede olvidar que si bien se trata de una corporación de carácter mixto, sin ánimo de lucro y que no está sometida a las leyes de contratación oficial, su principal socio es el Gobierno local y sus mayores ingresos provienen de los recursos del municipio, es decir de los impuestos que pagan los ciudadanos. Por ello los caleños esperan soluciones y que se garantice la realización de la Feria de Cali, el evento anual más importante para la ciudad, que goza de reconocimiento internacional y es parte de la identidad local.