Un buen ejercicio es sentarte en un lugar a observar a todas las personas que pasan.

Sin emitir juicios, simplemente mira bien sus gestos, su ropa y su forma de caminar.

El lenguaje gestual es más poderoso que el verbal y, al observar, puedes sacar deducciones.

No es difícil captar ciertas cosas sobre el modo de ser de los otros, si eres un buen observador.

Esta persona deja translucir su tristeza, otra su carácter fuerte, y algunas su premura o su dejadez.

Puedes percibir que algunos están en el gran grupo de los seres dormidos y/o distraídos.

Es lo que logran los que manejan el mundo, mantener a la masa en la inconsciencia.

A los que mandan no les sirven los seres despiertos que no se dejan manipular ni andan en ‘modo rebaño’.

@gonzalogallog