Esta columna debería salir el próximo 14 de diciembre día en el que el líder cívico Nicolás Ramos Gómez cumplirá 100 años de gratificante existencia. Intencionalmente la escribo con un mes de antelación para que los gremios, la Cámara de Comercio, la Sociedad de Mejoras Públicas y sus amigos celebren este natalicio y reflexionemos sobre el liderazgo vallecaucano en el tiempo.

Nacido en Cali, hijo del dirigente e historiador Nicolás Ramos Hidalgo y de doña Hermila Gómez Piedrahita, heredó el profundo amor por la vallecaucanidad, por las raíces históricas y por la defensa de aquellos propósitos que fortalecieran la competitividad regional y el bienestar de sus habitantes. Bachiller del Berchmans en 1944, se graduó como ingeniero civil en la Universidad del Cauca en 1950. Fue Secretario de Obras Públicas Municipales y ya en 1953 era gerente general de Emcali. En 1960 fue director regional del Sena y a partir de 1962 y hasta 1985, gerente de Pavimentos Unidos, su empresa de ingeniería, en la que adelantó importantes obras como Calipuerto, el aeropuerto de Santa Ana en Pereira y vías como la carretera Loboguerrero-La delfina o Cartago- Pereira, para citar algunas, que le valieron la medalla Julio Garavito por su excelencia en la ingeniería. Fue presidente de la Unidad de Acción Vallecaucana, UAV, entre1964 y 1988 y director de los VI juegos Panamericanos entre 1967 y 1968. Ha pertenecido a juntas representativas de Cali y del Valle: La CCC, Puertos de Colombia, Comfamiliar, Camacol, Fedy, Inciva, Mejoras Públicas, entre otras.

En su gerencia en Emcali se amplió la planta de San Antonio y se construyó la del Río Cauca, adquirió gran parte de los terrenos que hoy son reserva forestal de Emcali y construyó el parque del acueducto, que hoy lleva el nombre de su padre. Fue el ‘cómplice’ del inolvidable Alberto Galindo Herrera en el sueño de traer a Cali unos Juegos panamericanos pues Nicolás, como presidente de la UAV, logró la presentación de la iniciativa, creándose así el Comité Prosede de los Juegos que dirigió Joaquín Losada. Fue al Congreso de la República a ‘patinar’ la ley de sobretasa a los licores y a espectáculos para la financiación de este evento. Negoció el lote del hipódromo para construir las piscinas Alberto Galindo. Desde la UAV impulso con vehemencia la creación del aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón. Fue uno de los fundadores de Prohoteles, promotora del Hotel Intercontinental de Cali, semilla de Hoteles Estelar, hoy la cadena más importante de Colombia.

De temperamento fuerte, frentero, vencedor de obstáculos para lograr que Cali supere los escollos, “ha sabido transmitir buenas ideas para que cualquier gestión sea exitosa ante los gremios y ante la instancia gubernamental que se requiera”, como lo recuerda María Claudia Álvarez, quien trabajó con él en varias etapas. Siempre tiene una anécdota, un recuerdo, un chispazo humorístico, para lograr sacar adelante los proyectos.

Debo confesar que añoro ese modelo de liderazgo en el que estábamos unidos alrededor de las necesidades de la región. Todo el sector empresarial consolidado, con los parlamentarios, hablándole fuerte al Gobierno Nacional para que el Valle recibiera el apoyo merecido. No primaban los intereses personales ni la medición politiquera de cada frase. Con esa unidad que se logró en el pasado y con lideres como Nicolás Ramos, un propósito como el Tren de Cercanías seguramente hubiera tenido un desenlace distinto. Los izquierdistas de entonces pensaban en la región y no en el resentimiento de su jefe. Todos estaríamos acompañando a la Gobernadora sin titubear.

Felicitaciones Nicolás por tan fructífera vida. Gracias Yolanda Constaín por todo el amor y el cuidado que le has brindado a nuestro amigo, símbolo de un liderazgo vallecaucano que debemos reconstruir.