Una de las modalidades que ha tomado fuerza los últimos meses es la presentación voluntaria de los migrantes en Estados Unidos ante las autoridades de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, para iniciar sus trámites de autodeportación.

Una de las personas que tomó esta decisión fue la joven ciudadana hondureña Yésica Ramírez, de 29 años, quien se llevó una sorpresa al acudir ante este organismo.

La mujer tenía miedo de las redadas. | Foto: 2025 Anadolu

Según comentó, tenía temor de las redadas contra los migrantes que está llevando a cabo el gobierno de Estados Unidos; sin embargo, la ICE no aceptó su solicitud ya que no tiene antecedentes penales ni órdenes de deportación.

La joven aseguró que llegó a dicho país en 2023 junto con una hija, para lograr tener una mejor estabilidad económica y ahorrar el dinero necesario para comprar una prótesis de brazo y una de pierna debido a un accidente que tuvo en su país natal.

Sin embargo, las políticas migratorias la asustaron y al ver que la ICE estaba en su comunidad, prefirió acercarse. Según indicó a Univisión Noticias: “Ya estaban tocando las puertas en los departamentos. Dije: ‘Mi hija en la escuela. Si me agarran, me deportan y a ella la dejan’”.

Policías de inmigración están deteniendo a los ciudadanos extranjeros. | Foto: Getty Images

Por ello pensó que su mejor opción era la autodeportación, la cual ha sido promovida por el gobierno estadounidense y que en ocasiones da apoyo económico a las personas que deciden acogerse.

Aunque en su caso particular pensaba que esta era una buena opción, las autoridades le explicaron que ella no calificaba porque no tenía una orden de deportación ni antecedentes judiciales. “Me dijeron que no, que ellos no me podían ni deportar porque yo no tengo un historial criminal allá”, dijo Ramírez.

Por ello, la joven tuvo que pensar en una nueva manera de estar segura con su hija y evitar ser deportada mientras ella estaba en la escuela, lo que podría llevar a una separación.

Los migrantes son sacados de sus casas o detenidos en el trabajo. | Foto: 2025 Anadolu

Ante esta situación, Yésica pudo regresar por sus propios medios a Honduras y gracias al apoyo de sus vecinos en Houston, ciudad donde vivía, de esta manera compró los pasajes en avión.

No quiero saber de Estados Unidos ni en pintura. Peor ahora, como están”, dijo al mencionado medio de comunicación cuando se le preguntó si quería retornar.

Un colombiano llamado Yerman también optó por regresarse a su país antes de ser deportado por las autoridades estadounidenses, por lo que se acogió al programa de autodeportación del gobierno federal.