A poco de que se conozca en cuánto quedará el salario mínimo para los trabajadores en Colombia, toma fuerza un concepto del que poco se ha hablado: el salario mínimo vital, un valor que ha generado discusiones acerca de la manera en la que se fija el ingreso básico de los trabajadores y cuáles deberían ser las necesidades que este debe garantizar.
Pese a que en su pasada alocución el presidente Gustavo Petro no precisó el porcentaje del salario mínimo para el próximo año, sí dejó ver que este se hará con base en dicho concepto, una figura que se aplicaría por primera vez en el país y que responde, explicó el presidente, a los lineamientos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que apunta a garantizar un nivel de vida digno tanto para los trabajadores como para las familias que dependen de ellos.
“El salario vital es el concepto que vamos a incorporar en el decreto, eso es lo que estamos buscando”, señaló el jefe de Estado, e insistió en que dicho ingreso debe entenderse como un factor familiar y no individual; además, que su cálculo partirá de variables como la canasta mínima vital de los hogares y el número promedio de personas que aportan ingresos en cada hogar.
¿Qué es el ‘salario mínimo vital’?
Según lo contemplado por la OIT, este concepto debe entenderse como el ingreso necesario para asegurar condiciones de vida dignas a los trabajadores y sus familias, de acuerdo con lo establecido en el Convenio 1311, que habla acerca de la fijación de salarios mínimos.
Estas condiciones responden a cuatro rubros clave, de cara al cálculo del monto final: alimentación, vivienda y servicios públicos, educación y salud, y transporte.
Según esta fórmula, un hogar colombiano promedio de cuatro personas requirió cerca de $3 millones mensuales en 2024 para cubrir esa canasta básica. No obstante, hay que tener en cuenta que no en todos los hogares todos aportan, pues en promedio solo 1,5 personas generan ingresos. Es por esto que el salario mínimo vital estimado se ubicó en $2 millones para ese año.
Si se tiene en cuenta la inflación, para 2025 dicho ingreso debería haber quedado en $2.104.000, lo que revela una brecha de $680.500 frente al salario mínimo vigente, fijado en $1.423.500, lo que equivale a un rezago del 47,8%.
Es decir, con esta cantidad no se alcanzarían a cubrir las necesidades de los hogares colombianos.
Comparado con el salario mínimo tradicional, que se ha definido con base en variables como la inflación, la productividad, el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y la capacidad de pago de las empresas, este concepto introduce un enfoque social más amplio, que cobija las necesidades del núcleo familiar de los trabajadores.