Con ocasión de la Feria International Footwear & Leather Show (IFLS) y Exhibición Internacional del Cuero e Insumos, Maquinaria y Tecnología (EICI), a celebrarse del 3 al 6 de febrero del próximo año en Corferias, Marcela Caicedo Ríos, presidenta ejecutiva de la Asociación Colombiana de Industriales del Calzado y el Cuero, ACICAM, estuvo de paso por El País.
Caicedo Ríos habló de las oportunidades en materia de crecimiento empresarial en este ámbito de la economía para la región, los retos para los productores nacionales frente a los nuevos mercados internacionales, y las estrategias con las que se espera llegar a nuevos mercados en puntos específicos de Latinoamérica.
¿Cómo ve usted el panorama en materia de producción en el Valle del Cauca?
El Valle del Cauca hace parte de una de las regiones productoras de calzado y marroquinería más importantes en Colombia, junto con Bogotá, Antioquia y Santander. Aquí hay unas empresas grandes, representativas de calzado de uso diario, pero también de dotación y de seguridad industrial, que es otro de los segmentos que se mueven muy bien en el mercado. Son más o menos 430 empresas en en este sector y emplean a al alrededor de 8200 personas de manera directa.
¿Cuáles han sido las estrategias que han usado estas empresas para hacerle frente a nuevos mercados que están llegando al país, especialmente desde Asia?
Este ha sido un año retador, porque el sector tiene unos desafíos con respecto a la entrada de productos asiáticos, principalmente de China y Vietnam, por lo que está entrando por Temu y Shein. Ha sido como un año de estabilizarse, de salir de muchos inventarios y producción que venía de años en donde el consumo no estuvo tan bueno. Este año cerramos con optimismo.
También es un tema también de productividad y competitividad. La industria este año tuvo que reorganizarse. Es una industria que poco a poco se ha ido tecnificando, porque la mano de obra no se consigue tan fácil, el relevo generacional de las personas que trabajan en el sector, sobre todo de calzado, no ha sido tan rápido.
¿Cuál va a ser el papel del Valle del Cauca, y Cali en particular, en la feria que se realizará a inicios del próximo año?
Nosotros tenemos una participación importante de expositores. Son alrededor de unos 90 que van del Valle del Cauca, unos con recursos propios, otros apoyados por la Secretaría de Desarrollo Económico, la Alcaldía, la Cámara de Comercio también nos da unos recursos, y la idea es poder servir de plataforma para que estas empresas cierren los negocios y también puedan darse a conocer y posicionarse.
¿Cómo está el escenario al que llegan estas empresas de la región?
Este no es un sector estable en términos de producción en todo el año, porque obedece a unas temporadas. Por este motivo, lo que nosotros hemos determinado es que hay una necesidad de internacionalizarse. Hay que exportar. Porque eso nos hace que, cuando la demanda del mercado nacional disminuye, a través de la internacionalización y la exportación, uno pueda garantizar una producción estable durante todo el año.
El llamado que hacemos siempre es hay que construir marca, trabajar en el diseño y en la diferenciación, para que ese producto que es apetecido en el exterior lo consuman en el mundo, específicamente en unos mercados en donde nuestro producto se vende muy bien, que es Centroamérica y algunos países de de aquí de América Latina.
¿Cuáles son esos mercados?
El mercado número uno en calzado es Ecuador, seguido por Estados Unidos y Costa Rica. En marroquinería está Estados Unidos primero, después viene México y Perú. Lo que hemos visto, por el trabajo que hacemos de la mano con Procolombia, es que hay un mercado en Centroamérica, en todo lo que es ‘triángulo del norte’: Guatemala, Honduras y Costa Rica, pero también República Dominicana y Panamá. Hay unos mercados en donde nuestro producto se vende muy bien, porque son países que no tienen producción, aunque no todos.
¿Cuáles son los retos que han identificado con miras a ese proceso de internacionalización de los productos?
Se necesitan unas medidas de protección comercial, porque la verdad es que frente a la entrada de productos asiáticos, por medio de contrabando técnico y abierto y lo que está pasando con plataformas como Temu y Shein, la industria colombiana definitivamente no puede competir a esos precios.
También hay un reto en mano de obra. La industria se está quedando corta en mano de obra. Ahí hay un reto, por supuesto, a la hora de tecnificarse, de lograr que los empresarios adquieran líneas de crédito para conseguir esa maquinaria. También hay un tema de informalidad grande.
¿Cómo ve el futuro de esta área de la economía, especialmente en el Valle del Cauca?
Aquí tenemos de todo, primero porque tenemos una cercanía al puerto y podemos exportar, y en eso creo que tenemos una ventaja competitiva. Pero aquí tenemos también un clúster de moda supremamente interesante. Hay posibilidad de unirse y fortalecer ese sistema de moda para que podamos competir en diseño, construcción de marca y diferenciación.